La victoria de los talibanes en Afganistán llegó con un mensaje directo a la comunidad internacional:
«Cualquiera que quiera usar nuestro territorio contra otros países no se lo vamos a permitir en absoluto», insistió el principal portavoz talibán, Zabihulla Mujahid, en una intervención este martes en la que repitió en tono conciliador que Afganistán busca buenas relaciones con todos los países.
Pero los esfuerzos del grupo insurgente para abrir el diálogo con el mundo no han sido bien recibidos por varios países y organizaciones.
Después de dos décadas de intentar derrotar a los talibanes, las potencias occidentales se enfrentan a la difícil elección de establecer o no relaciones con el grupo fundamentalista que ahora gobierna Afganistán.
Reino Unido asegura que utilizará «tanta influencia» como sea posible ante el Talibán
Reino Unido fue de los primeros en reaccionar tras las declaraciones de los talibanes este martes. Según medios británicos, el secretario de Exteriores, Dominic Raab, aseguró que su país emprenderá esfuerzos para que los talibanes rindan cuentas por sus acciones en Afganistán.
Raab aseguró que los países de Occidente tendrán que ser pragmáticos en sus relaciones con los talibanes, tratar de moderar a los nuevos gobernantes de Afganistán e incluso tratar de convencerlos de que sean «inclusivos».
«Queremos hacer todo lo que podamos, a través de todo tipo de medidas, sanciones diplomático-económicas, para asegurarnos de que podemos usar tanta influencia como es posible», dijo Raab.
EE. UU. y Reino Unido llaman a una reunión del G7
Por otro lado, tras 20 años de ocupación militar en Afganistán, Estados Unidos está cerca de completar la retirada de sus tropas.
Para facilitar la evacuación de todo su personal, el Gobierno del presidente Joe Biden negoció con los talibanes en Kabul para mantener abierto un corredor en el aeropuerto, tanto para los estadounidenses como para sus aliados y algunos afganos.
La Casa Blanca cree que esa garantía podrá mantenerse al menos hasta el 31 de agosto, sin embargo, aún negocia con los talibanes sobre el «calendario exacto» para sacar al mayor número de personas del país «de la forma más eficiente», como dijo Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos.
Más tarde, en declaraciones a la prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, advirtió que el no cumplimiento del compromiso por parte de los talibanes significaría que Estados Unidos se reserva el derecho de responder con «el peso completo de la fuerza militar estadounidense».
Luego de una conversación telefónica este martes, el presidente Joe Biden y el primer ministro británico, Boris Johnson, acordaron convocar una cumbre virtual de líderes del G7 sobre Afganistán, la próxima semana.
«Ambos acordaron celebrar una reunión virtual de líderes del G7 la semana que viene, para discutir una estrategia y un enfoque comunes» en Afganistán, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Unión Europea intentará abrir el diálogo con los talibanes
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) celebraron una reunión de emergencia este martes en la que hablaron sobre la rápida toma de la capital afgana por parte de los talibanes.
Tras el encuentro, el jefe de política exterior del bloque, Josep Borrell, dijo que la UE cooperará con los talibanes solamente si respetan los derechos fundamentales, incluidos los de las mujeres, y evitan el uso del territorio afgano por parte de grupos terroristas.
«No he dicho que vamos a reconocer a los talibanes (…) Solo dije que tenemos que hablar con ellos para todo, incluso para tratar de proteger a las mujeres y las niñas. Incluso para eso tenemos que ponernos en contacto con ellos», aseguró Borrell.
Por su parte, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, declaró que las imágenes de multitudes que intentaban huir en el aeropuerto de Kabul «son vergonzosas para las naciones occidentales».
«Estamos experimentando una tragedia humana por la que compartimos la responsabilidad», agregó Steinmeier después de que el gobierno respaldado por Occidente en Kabul colapsara.
La canciller alemana, Angela Merkel, también se pronunció al respecto, proponiendo a los estados miembros de la UE acoger a afganos que huyen de su país. «Alcanzar una posición común dentro de la UE no es fácil. Es una debilidad de la UE que no hayamos creado una política de asilo común», dijo Merkel en una conferencia de prensa.
OTAN culpa a los dirigentes afganos del colapso del país
El primer ministro en funciones de Canadá, Justin Trudeau, dijo este martes que el Gobierno de su país no reconocerá el Gobierno que formen los talibanes en Afganistán, al considerarlos como una «organización terrorista».
Trudeau agregó que los talibanes reemplazaron «por la fuerza» al Gobierno elegido democráticamente y que ayudarán a unos 20.000 afganos para que tengan asilo político en Canadá.
Por otro lado, los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reunieron este martes para abordar la crisis en Afganistán.
El organismo responsabilizó a los dirigentes afganos del colapso del país a manos de los talibanes y aseguró que su prioridad ahora es evacuar a su personal.
«Este fracaso de los líderes políticos afganos ha llevado a la tragedia que estamos presenciando hoy», indicó Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN.
Entre tanto, los insurgentes recibieron un saludo más cálido por parte de naciones como Rusia, China y Turquía, cuyos gobiernos ya han dado la bienvenida a las primeras declaraciones públicas del grupo Talibán.