Por: Harold Jesús Durán Durán/ El sistema climático es complejo, tanto así que tiene cinco importantes componentes que son: la atmosfera, criosfera, litosfera, hidrosfera y biosfera y así mismo de manera natural este sistema hace que estos componentes interaccionen entre si a diario, pero no todo es perfecto, hay fuerzas externas naturales que vienen generando cambios en estas interacciones, sobre todo, los forzamientos inducidos por el ser humano.
Dentro de este importante sistema se encuentran por efecto natural tal vez los elementos claves que están generando el cambio, son los conocidos y últimamente tan mencionados, gases de efecto invernadero.
Pero, ¿qué son los gases de efecto invernadero?
Estos son componentes de la atmosfera y para ser más específico en el planeta tierra predominan el dióxido de carbono, el vapor de agua, el óxido nitroso, el metano y el ozono. De estos el que se encuentra en mayor porcentaje es el dióxido de carbono y aunque en condiciones naturales de su producción es altamente necesario y funcional concomitantemente con el desarrollo industrial ha ocurrido una sobreproducción del mismo a causa de nosotros, los seres humanos.
Para salir un poco de lo que puede parecer una clase de ciencias naturales básicas del colegio, los gases de efecto invernadero se encargan de atrapar la radiación solar y con ello generan corrientes térmicas para mantener la temperatura de la tierra. Es decir, al ingresar la luz del sol a la tierra, esta ultima la transforma en radiacion infrarroja y pasa directamente a los gases de efecto invernadero que se encuentran en nuestra atmosfera y que realizan un proceso natural para mantener “caliente” al planeta tierra.
¿Y cuál es el problema?
A lo largo de la historia los seres humanos luchamos por evolucionar favorablemente, por desarrollar ideas que conlleven a facilitar las cosas en la tierra, a generar confort y rentabilidad. Luego de la revolución industrial aumento el uso de combustibles fósiles como el gas natural, petróleo y carbón, es decir cada vez que usamos vehículos para transportarnos se genera la combustión de gasolina o diésel y a su vez producimos dichos gases. Ah, pero no solo para transportar seres humanos, a esto también hay que añadirle que de diferentes partes se transportan animales y los alimentos que son materia prima para el día a día de nuestras vidas.
En la generación de energía eléctrica, si, la misma con la que podemos cargar nuestros celulares, encender lámparas y mantener la nevera funcionando también se hace un proceso de combustión, mayoritariamente de gas natural, para que la energía llegue a cada uno de nuestros hogares. Estas acciones básicas muchas veces no las notamos, ni tampoco les damos la importancia que amerita. Adicional a lo anterior las producción de materiales minerales como el cemento, la producción de metales como el hierro y la producción de sustancias químicas no generan combustión, pero si ocasionan reacciones químicas altamente productoras de gases de efecto invernadero.
Es decir, de acuerdo a lo anterior, lo que pareciera un desarrollo, de fondo y a medida que ha aumentado la frecuencia de uso, se está convirtiendo en un daño para el mismo ser humano.
Para resumir, en la actualidad además del proceso natural de producción de gases con efecto invernadero, nosotros los seres humanos generamos una producción adicional y la capacidad que tiene el sistema climático para segregar estos gases de manera natural cada vez más, se hace insuficiente, al no poder hacerlo, estos gases como el dióxido de carbono y el vapor de agua principalmente, aumentan en la atmosfera y así mismo generan un aumento adicional en la temperatura de la tierra.
Es decir, no se extrañe si a su alrededor empieza a notar con mayor frecuencia incendios de mediana o gran extensión, mayor calor, ardor o cambios en su piel, disminución de caudales en ríos, lagunas, ciénagas y quebradas, aumento de partículas en el agua para consumo humano, por el contrario, preocúpese y ocúpese en cuidar el medio ambiente y en ayudar a disminuir la sobre producción de estos gases.
Harold ¿y que tiene que ver esto con salud?
¡Mucho! No es casualidad que con frecuencia observemos que la población recurrentemente sufra de infecciones y alergias respiratorias, asma, que exista un aumento importante en las enfermedades cardiovasculares, que ahora hayan aparecido “nuevas” enfermedades infecciosas y que problemas de salud pública como las enfermedades transmitidas por vectores (dengue) estén a la orden del día.
Se calcula, que en el mundo para el año 2030 el costo de los daños ocasionados a la salud por el cambio climático esta entre los 2000 a 4000 millones de dólares, una cifra nada despreciable y que me hace pensar en el grave daño generado.
Y desde ya la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, calcula que necesitara más de 100.000 millones de pesos por año a nivel mundial para adaptarse al cambio climático, de esto solo una pequeña parte está destinada al sector salud.
Otra cifra no despreciable es que para el año 2016 un estimado de 12.6 millones de muertes en el mundo se atribuyeron a ambientes no saludables exacerbados por el calentamiento global. Es decir, hace 8 años ya sucedía esto y en la actualidad aún no hay datos confirmados, pero si se evidencia un tendencia creciente de esta cifra.
Pero eso no es todo, el cambio climático ha traído serios problemas nutricionales generados por las enfermedades transmitidas por el agua, que ocasionan cuadros graves de diarrea y afectan a toda la comunidad, así mismo ha ocasionado un aumento inusitado al riesgo por desnutrición, esto causado por la disminución en la producción de alimentos lo que genera un menor acceso a ellos por parte de las poblaciones vulnerables.
Si laboralmente hablamos desde el punto de vista de salud y cambio climático, se evidencia una disminución de la capacidad laboral dado por el agotamiento por calor, mayor accidentabilidad laboral en personas que trabajan al aire libre y mayor riesgo de paradas cardiacas a causa del estrés calórico.
Con todo lo expuesto en el desarrollo de esta columna, deseo que todos tomemos consciencia de lo que está sucediendo, de lo que estamos haciendo para preservar nuestros ecosistemas y entornos, pero ante todo que empecemos a poner nuestro grano de arena haciendo uso de energías renovables y ajustes en el día a día de nuestro vivir. ¡Que a pesar de la incertidumbre que se vive a nivel nacional, unidos podemos cambiar las cosas!
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*Médico especialista en gerencia de instituciones de salud y gerencia estratégica de proyectos.
X: @haroldurann
Instagram: harold.duran1
Gracias al presidente Petro se cogió el tema en serio y todavía lo cuestionan , estamos atrasados en implementar las energías limpias en el país para proteger el medio ambiente .