El concejal José de Jesús Villar Torres es un exitoso empresario que le apasiona el quehacer político. Sus más de 30 años en la vida pública, le han permitido conocer de fondo los problemas de su comunidad, conectar con ella y generar procesos sociales que redunden en su bienestar.
En octubre de 2023 logró la segunda mayor votación para el concejo de San Gil, su capacidad para hacer control político, además de constante trabajo de gestión, lo catalogan como el cabildante sangileño mejor calificado en materia de aprobación de su labor.
En la encuesta Dirigentes de Santander (enero-marzo de 2025) de Excellentia Focus Group, Villar Torres registra un ascenso en sus cifras sino también, encabeza el ranking por segunda ocasión consecutiva.
En Corrillos lo abordamos para saber acerca de su trabajo, de su pensamiento sobre los temas coyunturales y de su relación con el alcalde Édgar Orlando Pinzón, a quien, desde el Cabildo le hace opsoción.
Concejal,en la última medición de Excellentia usted lleva su segundo trimestre como primero en materia de labor aprobada, ¿qué significa para usted lo que dicen los líderes de opinión al respecto de su gestión?
“Para mí es una satisfacción muy grande, una alegría, una felicidad, saber que el pueblo sangileño y los líderes de opinión ven en Jesús Villar una persona que ha venido desempeñándose en ese cargo como concejal que responde y que cumple, y esa confianza que nos dieron -yo fui la segunda votación en estas elecciones al Concejo- sentir esa satisfacción de que no haya fraudado a ninguno de los electores, pues para mí, es motivo de mucho orgullo”.
Hace usted un trabajo de oposición, usted no apoya al or alcalde y lógicamente le ha tocado afrontar debates importantes contra su Administración, pero, ¿cómo son las relaciones con Édgar Orlando Pinzón? ¿Hay un tire y floje o hay unas relaciones que se entienden, son en beneficio de la sociedad?
“Esta pregunta creo que es muy importante porque usted lo acaba de decir, yo he sido de oposición a pesar de eso mantengo una buena relación con el señor alcalde, él fue compañero mío en el año 2007 en el Concejo Municipal pero aparte de eso, como médico, hemos mantenido una buena relación teniendo en cuenta que, como empresario, la gente que trabaja conmigo pues iba allá a su empresa, a su oficina de salud, a hacer los exámenes y yo lo que he hecho es hacer un control político con mucha responsabilidad pensando, no en ‘Chucho’ Villar, sino pensando en el pueblo sangileño. De hecho, en los 26 o 27 proyectos de acuerdo que el señor alcalde ha presentado, solamente tres no he aprobado porque el tiempo nos ha dado la razón, no estaban bien fundamentados y esto es importante para uno no tener problemas disciplinarios o penales, por eso es que no los aprobé, pero mantengo muy buenas relaciones. Aprobé el Plan de Desarrollo, aprobé el Presupuesto del año 2025 y todos aquellos proyectos que el señor alcalde ha venido presentando en beneficio de la comunidad y que han cumplido con los requisitos, los he aprobado”.
Dicen que ‘pueblo pequeño, infierno grande’, es muy difícil la gobernabilidad en San Gil, ¿cuál es el problema hoy más grande que tienen los sangileños y en el cual usted está trabajando fuertemente?
“Uno de los problemas más grandes que tiene San Gil hoy en día es la inseguridad, que viene desde el año pasado en esta Administración, pero que en las administraciones pasadas también se había visto reflejado, lo que pasa es que se incrementó mucho en el año 2024 y ahorita en 2025. Hemos venido con el Secretario Gobierno, el coronel Quintero y con otros concejales, pidiéndoles y exigiéndoles a las autoridades que se trabaje en equipo y más a fondo con el Ejército, con la Fiscalía, para que podamos reducir ese índice de inseguridad que hay, teniendo en cuenta que la empresa sin chimenea se ha acabado en un 80 o 90% y hoy vivimos prácticamente de dos ejes, la economía del turismo y la economía del café y el café son tres o cuatro meses al año únicamente. Entonces eso nos preocupa porque la inseguridad no va a permitir que la gente llegue a vacacionar y a disfrutar de estos paisajes tan hermosos que tenemos. De hecho, se citó a una moción de censura por el bajo índice de ejecución del Plan de Desarrollo”.
Como dice la canción, ‘si pasas por San Gil…’, pero pasar por San Gil es complicado. Todos aspirábamos que por fin con la obra de la Variante habría una mejor movilidad para atravesar el municipio, pues nos permitirá mejorar las condiciones de acceso. ¿Qué pasó con esa obra? ¿Se robaron la plata? ¿El Concejo ha abordado el tema?
“Ese es un tema fundamental e importante para el desarrollo turístico y el desarrollo urbanístico del municipio de San Gil. Para seguir a Bogotá o venir de allá o de otras partes de Santander, se debe pasar por San Gil, las personas se gastan entre 50 minutos y una hora, cuando ese recorrido son 8 o 10 minutos por mucho. Entonces, la problemática es que los recursos que había para la Variante no alcanzaron y se ejecutaron cerca de 90.000 billones de pesos y esa obra requiere más de 200.000 millones de pesos. En este momento han estado haciendo gestión tanto el alcalde y algunos parlamentarios como el senador Jaime Durán. En este momento se están ejecutando obras en la Carrera Primera, que fueron unos recursos que consiguió el exalcalde Hermes Ortiz con la Gobernación de Santander, eso va a dar un poquito de luz, de descongestión, pero no son los suficientes para acabar con ese problema que hay de congestión vial. Lo otro es que el alcalde anda haciendo gestión y buscando recursos para el cuarto puente el cual nos ayudaría a recorrer el sector de la parte oriental, teniendo en cuenta que quienes vayan para el Valle de San José, Ocamonte, Cincelada e incluso para Duitama, pueden tomar esa vía, que es una vía alterna con ese puente, que si se logra construir también nos daría mucho la mano en ese sentido”.
Hay un clima de preocupación entre los concejales respecto de una investigación que se viene contra ellos por la aprobación de una autorización al alcalde del municipio. Usted se salvó de esa investigación porque al final decidió no aprobar esa ese proyecto. ¿Cómo está el ambiente en la Corporación frente al tema?
“Es un tema de bastante preocupación teniendo en cuenta que ya había un concepto del Consejo de Estado sobre unos concejales que sancionaron en Boyacá una iniciativa similar. Entonces, a raíz de eso y con la experiencia que uno tiene en estos 30 años de vida pública, justificamos el por qué no era viable aprobar esas facultades. Eso fue el año pasado y de los 13 concejales, seis no aprobamos y ahora el Tribunal Administrativo de Santander, ante una queja que hubo sobre esa situación, tomó la determinación en primera instancia de decretar ese acuerdo como muerto, Aunque se apeló por parte de los concejales, ellos esperan el fallo de segunda instancia. La situación es compleja, ellos pueden estar perdiendo la credencial si el Consejo de Estado se pronuncia, como se pronunció en primera instancia el Tribunal Administrativo de Santander”.
Con su experiencia y su conocimiento de los problemas del municipio y, ante las constantes protestas de los diversos sectores, ¿cuál sería como el consejo que usted le daría al alcalde de su municipio para enfrentar esos problemas sociales?
“Nosotros los dirigentes nos debemos a las comunidades a través de un voto de confianza que nos dan, pero nosotros somos aves de paso, estamos por un periodo de cuatro años, en este momento ya llevamos año y medio. Yo le pediría a mi querido amigo, el doctor Édgar Orlando Pinzón, que recapitule esa forma de pensar y de actuar, que sea humilde, que baje un poquito la cabeza y pueda dialogar con los diferentes sectores, con los comerciantes, con los transportadores, con mismos concejales, que los vuelva sus aliados, de esa forma podrá cumplir con sus metas. El alcalde no puede darle la espalda a los dirigentes políticos que no sean de su grupo político, con ellos se consiguen los recursos a nivel nacional. De esos conflictos y confrontaciones solo salen sufriendo las comunidades y las comunidades no tienen que pagar los platos rotos de nosotros los dirigentes”.