Solo Jaime Alberto Leal Afanador podía escribir la biografía de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD –. Pero no la biografía aquella de nació, creció, se desarrolló y siguió creciendo. No aquella biografía, sino la que relata una experiencia de vida, la que convirtió a la UNAD en la Universidad más grande de Colombia.
En marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia y a los pocos días o semanas los aeropuertos se cerraron y de ahí en adelante una espiral de cierres hasta prácticamente desarrollar todas las actividades desde la casa, a distancia, a través de las plataformas digitales, inclusive la educación.
En cuanto a la educación los alumnos estaban cada uno en su casa, y el profesor desde su casa se conectaba con los alumnos a través de un computador. Digamos que los alumnos se sentaban a mirar televisión en el celular o en el computador, y el programa que veían era donde salía el profesor a dictar clase. Fácil. Eso se llamó educación virtual.
Muchos meses después los alumnos dijeron que no era igual, que no aprendían igual, los profesores se sentían raros porque le hablaban a un computador y al otro lado estaban los alumnos, algunos no prendían la cámara, pero se suponía que estaban allí escuchando al profesor como cuando estaba en el salón de clase. El salón de clase se pasó al computador, pero no fue igual, no pudo ser igual.
Para la Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD – no hubo ningún cambio por la pandemia. Siguieron en el mismo tema porque ellos dictaban clases virtuales desde su nacimiento hace cuarenta años. Ningún egresado o estudiante de la UNAD ha dicho es mejor la presencialidad que la virtualidad, tampoco ha dicho se aprende mejor en el salón que a través de la plataforma.
Dictar clase por el computador desde la casa, obligados por la pandemia, no es lo mismo que impartir una enseñanza con las guías y la metodología preparadas exclusivamente para hacer la clase virtual como la UNAD. Con los profesores dedicados a enseñar de esa forma. Más que a enseñar a coordinar. Una cosa de Perogrullo: No se pueden comparar.
Con 18 años en la rectoría de la UNAD, Jaime Alberto Leal Afanador tenía las herramientas idóneas para escribir su libro: ‘Educación, virtualidad e innovación. Estudio de caso para la consolidación de un modelo de liderazgo en la educación incluyente y de calidad’.
Corrillos: Señor Rector de la UNAD Jaime Alberto Leal Afanador, ¿qué destaca usted de su libro?, ¿qué es lo más importante de su libro?
Rector de la UNAD Jaime Alberto Leal Afanador: Creo que es una invitación que hace la reflexión, que el libro propicia, para entender que Colombia necesita una transformación radical de sus formas de educar a sus niños, a sus jóvenes, a sus adultos, y que hay otros escenarios que bien complementados pueden perfectamente llevar educación de calidad y de pertinencia a todos los territorios y por supuesto que la virtualidad bien orientada y bien planificada garantiza la calidad y la manera de decirles a los colombianos que la educación puede ir a donde están ellos y no obligarlos a que la educación los desarraigue de su lugar de habitación.
Corrillos: ¿Qué lo motiva a escribir este libro, digamos en qué momento dice voy a escribir un libro sobre este asunto?
Rector: Es como una expresión de una trayectoria de más de 37 años en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD – 18 como Rector, que me llevaron a dejar condensada una experiencia que era necesario compartir, y que por supuesto espero les sirva de soporte y de inspiración a muchos colombianos y sobre todo a dirigentes del sector.
Corrillos: 40 años de la UNAD y todavía no le sale un competidor de ese nivel, ¿qué piensa de esa situación?
Rector: Creo que hoy no se trata de competir por competir sino hacer de la competencia algo necesario para mejorar todo el tiempo. Ojalá muchas instituciones, muchos líderes educativos en el país, aprendan de nosotros. Estamos en toda la voluntad de compartir experiencia y por supuesto de ayudar a que la educación sirva para lo que tiene que servir, para crear una mejor sociedad.
Corrillos: Con 40 años que tiene la UNAD le pregunto ¿cómo ve usted a la UNAD no en 40 años, pero sí por lo menos en 5 o 15 años?
Rector: Hay una prospectiva al año 2050 inclusive. En el libro relato una experiencia que vivimos en 2009 para una prospectiva al año 2030. Se han cumplido muchos de los sueños trazados en ese momento sobre una técnica que se llama prospectiva estructural. Y en el libro dejo plasmado un sueño al 2050. Unas organizaciones donde Colombia tenga una educación de punta, una educación soportada en toda la transformación que se requiere del conocimiento de la investigación y sobre todo de la innovación con emprendimiento, para que de ella se nutran las comunidades y haya verdadero desarrollo regional y avancemos con los objetivos de desarrollo sostenible.
Corrillos: ¿Cómo se prepara usted señor rector para ser el rector de la UNAD, pero sobre todo de la universidad virtual de esa que enseña a distancia?
Rector: Soy un convencido de que uno en cualquier ejercicio de liderazgo está retado a aprender a aprehender todo el tiempo. Soy un hombre que estudio, que tengo disciplina y que por supuesto bajo esa perspectiva me interesan muchísimo los objetos de conocimiento que hacen parte de mi labor y tengo la posibilidad de aprender de muchos que son mis coequiperos, líderes en todo el país, que muestran tanto compromiso y tanta posibilidad de afianzar una esperanza y una causa educativa fundamental.
Corrillos: Rector hay una Bibliografía en su libro ¿por qué destaca sobre todo esos libros dentro de los muchos que haya consultado?
Rector: Porque son libros que de alguna manera son fuente de inspiración, que hacen reflexiones importantes sobre varios tópicos que están relacionados con el educar, y el educar bien, el educar para formar seres íntegros. Para formar ese tipo de personas que piensan que educarse no es solo obtener un título, de títulos están hechas muchas personas que están en las cárceles por corrupción, pero de títulos y cartones también están hechos los tugurios.
Directora UNAD
En la presentación del libro del rector de la UNAD Jaime Alberto Leal Afanador, ‘Educación, virtualidad e innovación. Estudio de caso para la consolidación de un modelo de liderazgo en la educación incluyente y de calidad’, estuvo presente en los salones del Club del Comercio la Directora de la Zona Centro Oriente, Laura Cristina Gómez Ocampo.
A ella le preguntamos sobre la importancia del lanzamiento de este libro para la UNAD:
Directora: El aporte del rector Nacional de la UNAD, Jaime Alberto Leal Afanador con su libro, es presentar en sociedad este texto que él ha construido a partir de la experiencia exitosa de la UNAD, tiene un significado importante, más que al interior de la misma Universidad donde se apalancan todos los ejercicios y todos los capítulos que se contienen en este libro, que son una vivencia propia de la organización, es un llamado a evidenciar que la visión de la organización le apuntaba a una realidad.
Así mismo que tenemos que seguir afianzando el modelo educativo y que sin duda este modelo es una propuesta de país que genera inclusión, que genera oportunidad, que genera además la invitación para la innovación y para la creatividad. Hablar de tecnología se expresa en un compromiso muy fuerte de la innovación y por eso tenemos el llamado para atender este modelo educativo y esta experiencia exitosa que la UNAD le presenta al país.
Corrillos: ¿Era muy importante presentar esta experiencia y este tipo de literatura no existía con esta experiencia?
Directora: Claro, el texto como tal es la traducción de la vida de la Universidad, pero puesto en letras para la gente que no lo conoce, que no lo vive, pueda aprender de él y entender muchos conceptos de carácter pedagógico y didáctico que están allí, pero que además se indica el camino recorrido por la Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD – en un proceso constante de aprendizaje y por sobre todo de sensibilidad fuerte hacia los ciudadanos. No podía nacer sino del Rector, esta transformación de la organización en los últimos 18 años proviene de su visión y de su orientación en la organización.