Durante los últimos años, Venezuela se ha visto afectada por una crisis económica y social que deriva de una confrontación política. Ello ha motivado a que cerca de cinco millones de ciudadanos, de acuerdo con datos de la ONU, hayan optado por buscar un mejor futuro fuera de sus fronteras.
La diatriba política, que ha ido en aumento desde la muerte de Hugo Chávez (presidente del país entre 1999 y 2013), ha generado en los últimos años división en la comunidad internacional donde una parte le ha impuesto sanciones al país petrolero, mientras que otra le respalda.
La propuesta de Juan Guaidó de llevar los problemas a una mesa de diálogo se traduce en un nuevo esfuerzo por encontrar salida a la crisis que vive la nación petrolera. Este no es el primer intento de este tipo que tanto Gobierno como oposición llevan adelante con el objetivo de poner fin a la disputa y avanzar en soluciones para el país.
En 2002, luego del golpe de Estado de abril de ese año, ambas partes dialogaron sobre una serie de temas que no encontraron puntos en común. Desde entonces, varios han sido los intentos, tanto dentro como fuera del país, para encontrar solución a los problemas pero sin éxito alguno.
Un cambio en su postura política
Desde enero del año 2019, Juan Guaidó se ha erigido como el líder de la oposición en su país cuando esta aún gozaba del control del Parlamento, institución que pasaría a manos del oficialismo en enero de 2021.
A pesar de su debilitamiento político, causado entre otras cosas por la diversidad de ideologías presentes, la oposición sigue buscando alternativas para hacer frente al Gobierno de Nicolás Maduro. Por ello, Guaidó anunció en mayo un «Acuerdo de Salvación Nacional» con el cual busca, en medio de una variedad de puntos, una salida democrática a la crisis del país.
Adicionalmente, Guaidó propuso, días después de haber anunciado la iniciativa, establecer un diálogo con el Gobierno. El llamado se presenta como un giro en su política luego de haber rechazado una iniciativa similar por parte del Gobierno en diciembre de 2020 bajo el argumento que «sólo le permitiría ganar algo de tiempo».
Semanas después de haber lanzado la iniciativa, y que fue recibida con beneplácito por el Gobierno, aún las partes no han dirigido las primeras frases a pesar de que representantes de la comunidad internacional, entre ellos la delegación noruega, han llegado a la nación sudamericana para monitorear las conversaciones.
¿Por qué no han iniciado las negociaciones?
Una de las razones que ha evitado el comienzo del proceso de diálogo entre ambas partes radica en las posiciones diametralmente opuestas que cada una mantiene.
Por un lado, el Gobierno, encabezado por Nicolás Maduro, aprovecha esta ventana para presionar, principalmente, para obtener reconocimiento internacional. Vale recordar que tras un proceso considerado como fraudulento en 2018 una parte de la comunidad internacional, varios países no reconocen su validez democrática.
Adicionalmente, el jefe de Miraflores (sede del Gobierno) pide un levantamiento de las sanciones económicas impuestas en contra del país. Sobre ello, James Story, representante de Estados Unidos para Venezuela, ha manifestado que es imperativo percibir algunos avances, «levantar sanciones sin compromisos sería un error», dijo Story.
Además, el Gobierno ha pedido a la parte opositora el reconocimiento de las instituciones establecidas en el país bajo la gestión oficialista estaría lejos de ser cumplida por Guaidó.
Entre tanto, una de las principales peticiones de Juan Guaidó es el establecimiento de elecciones, de hecho varios de sus seguidores han mostrado interés en participar en los comicios regionales previstos para noviembre de 2021 y sobre el cual el Gobierno ha mostrado disposición para ceder en algunas peticiones.
También la parte opositora ha pedido la liberación de los llamados presos políticos, algo negado por el Gobierno bajo el argumento de que no existen presos políticos, sino personas que cometieron delitos.
Sobre esto en particular la oposición también se ha encontrado con el rechazo de algunas ONG, entre ellas Foro Penal, que trabaja en la asistencia legal de los presos, para evitar que estas personas se conviertan en moneda de cambio del proceso político.
«Las reuniones deben ser públicas»
Tampoco las partes coinciden en la manera de llevar adelante el diálogo, por un lago el Gobierno quiere que este se desarrolle de manera abierta, con la presencia de periodistas y que sea transmitido en vivo.
«Si vamos a reunir la mesa, tiene que ser un acto público, con cámaras y periodistas, con comunicados, fotografías, imágenes y transparencia, cero secretismo, como debe de ser (…) Las reuniones deben ser públicas y el país debe conocer los detalles», dijo Maduro sobre el proceso.
La propuesta de Maduro fue respaldada por Luis Eduardo Martínez, vicepresidente de la Comisión de Diálogo, Paz y Reconciliación de la actual Asamblea Nacional, quien agregó que las conversaciones deben realizarse en el territorio nacional.
«Es inaceptable dialogar y negociar sobre el futuro de los venezolanos a escondidas, de espaldas al país, en territorio extranjero, limitando los actores a unos pocos políticos. No se puede hacer sin que los medios de comunicación social tengan facilidades para cubrir en tiempo real lo que se discute y decide”, señaló Martínez al diario venezolano ‘El Nacional’.
Sobre ello, Guaidó ha expresado que «proceder de esa manera pública le resta seriedad al proceso, ya que sería una negociación de micrófono».
María Corina Machado, dirigente del partido opositor Vente Venezuela y una de las voces más críticas de la política venezolana, ha rechazado la propuesta de Guaidó. «Nada le es más útil al régimen que una farsa electoral y un nuevo diálogo», dijo la dirigente en una entrevista concedida al canal VPI.
Mientras las negociaciones sientan sus bases, una parte de la población sigue padeciendo de una variedad de problemas que le han restado calidad de vida. Ejemplo de ello ha sido el tema de las vacunas contra el Covid-19. Actualmente la pandemia ha empeorado una ya de por sí difícil situación dentro del país suramericano.