El partido Farc se estrenó en el Congreso de la República y ya cumplió dos años en el legislativo. Santander tiene entre las filas de la desmovilizada guerrilla al Representante a la Cámara, Jairo Cala, un hombre nacido en Santander pero más recordado por pertenecer a la guerrilla de las Farc.
Cala no obtuvo en elecciones la cantidad de votos que hubiese querido, aunque en realidad sólo necesitaba un voto, el suyo, para llegar al Congreso. Más que por votos, el partido Farc llegó al Congreso de la República por los acuerdos de La Habana con la desmovilizada guerrilla de las Farc. Fueron diez curules.
El partido encontró una sociedad cansada de la guerra y de poner víctimas, sin embargo receptiva porque prefería el acuerdo a continuar en una guerra interminable.
Pese a esa recepción de la comunidad, también estaba el otro aspecto, el rechazo. El partido despertaba odios y amores, rara vez indiferencia. Y al Congreso llegaron con esa ambivalencia, bien recibidos por llegar desarmados, pero con un pasado que los marcaba.
No obstante, sin mucho ruido empezaron a realizar su trabajo en el Congreso. Iván Márquez y Jesús Santrich fueron los congresistas que más ocuparon titulares y al final abandonaron. Quienes quedaron, un poco más débiles de lo que iniciaron, siguieron, casi todos los vientos estaban en contra, pero no se debía abandonar.
Corrillos! invitó al Representante a la Cámara por el partido Farc, Jairo Cala, para que nos respondiera el cuestionario de congresistas. Acá tenemos lo que pasó.
Proyectos de Ley
Corrillos!: ¿Cuántos proyectos de ley presentaron de su propia autoría, y cuáles son, y en qué va el trámite de cada uno?
Jairo Cala: Durante esta legislatura presenté de mi autoría dos proyectos de ley. Primero, el proyecto de ley nº 353 de 2020 mediante el cual buscamos modificar el Decreto Legislativo 553 de 2020, en aras de fortalecer el apoyo económico que se le concede a los adultos mayores que se encuentran en las listas de beneficiarios del programa Colombia Mayor. A nuestro criterio, dado que el aislamiento obligatorio se ha ampliado, impactando fundamentalmente a este grupo poblacional, el apoyo económico debe extenderse en el tiempo y en el monto, para de esa manera protegerlos. Este proyecto de ley tuvo ponencia positiva pero desafortunadamente no alcanzó a ser debatido. Seguiremos analizando la situación de los adultos mayores en Colombia, pero fundamentalmente en Santander y el Magdalena Medio para determinar si insistimos nuevamente en esta medida.
Segundo, presentamos el proyecto de ley 354 de 2020 que buscaba modificar el Decreto Legislativo 460 de 2020. Este proyecto, fundamentalmente, partía de la reflexión de que durante este aislamiento obligatorio desafortunadamente se han vivido muchos casos de violencia intrafamiliar. En aras de evitarla, pero con los debidos cuidados de bioseguridad, señalábamos la importancia sobre dotar a las comisarías de familiar para que realicen sus labores domiciliarias también con implementos de seguridad. Desafortunadamente este proyecto de ley no tuvo ponencia y tampoco debate. No obstante, seguiremos persistiendo en la protección de las familias, en especial para integridad de las mujeres y los niños, niñas y adolescentes.
Coautoría y bancada
C: ¿En cuántos y cuáles proyectos de ley participaron como coautores, en qué etapa están?
JC: Como coautores, en coordinación de la bancada FARC y la bancada declarada en oposición, radicamos durante esta legislatura que concluyó más de 20 proyectos de ley, dentro de los cuales destacamos el apoyo a la mujer rural, el reconocimiento del campesinado como sujeto político, el fomento al empleo a las mujeres jóvenes, el derecho a la huelga y la creación del servicio social para la paz. La mayoría de ellos ha tenido un debate y esperamos que en la próxima legislatura puedan sacarse adelante, ya que en la mayoría de los casos son desarrollos normativos necesarios del Acuerdo de Paz.
En dos comisiones
JC: ¿En cuántos y cuáles proyectos fue usted el ponente, en qué etapa van esos proyectos, están en trámite, se archivaron o ya son ley?
C: Actualmente me encuentro en la comisión séptima constitucional desde diciembre de 2019, luego de haber estado toda la legislatura 2018 – 2019 y parte de la que acaba de concluir en la comisión cuarta constitucional. En la comisión séptima aún no he tenido la oportunidad de ser ponente por discreción de la mesa directiva, pero he participado activamente en el estudio de los proyectos de ley, especialmente aquellos con un alto contenido social (salud, trabajo y vivienda).
En esta legislatura que acaba de concluir, cuando me encontraba en la comisión cuarta, fui ponente del proyecto de ley que contiene el Presupuesto General de la Nación para la actual vigencia. Dicho proyecto ya es Ley de la República, pero debo resaltar que durante su discusión, defendí especialmente tres elementos: primero, la relevancia de que el gasto social esté orientado a solucionar las problemáticas de las mayorías, no solo la superación de la pobreza, sino también la superación de la desigualdad; segundo, que se destinen los recursos idóneos para sacar adelante la implementación del Acuerdo de Paz, entendiendo este como una herramienta de transformación que puede permitirnos superar múltiples conflictos sociales, económicos y políticos que nos han impedido como Estado y Nación salir adelante; y tercero, poner en el centro de la discusión la relevancia de una transición energética y por consiguiente la diversificación de nuestra matriz productiva, dado que entendemos que la crisis ambiental es una realidad que debemos atender desde la raíz.
La pandemia
C: ¿Ya hoy se debe levantar el aislamiento o qué cambios debe haber en ese tema del manejo de la pandemia?
JC: Colombia es un país de regiones. Ésta es una realidad que hemos defendido históricamente. En este orden de ideas, estimamos que las medidas adoptadas, ya sea la de aislamiento, dotación de bioseguridad, renta básica, deben estructurarse a partir de un análisis concreto de su realidad y en todo caso bajo un enfoque territorial, es sí, sin perder de vista la responsabilidad del Gobierno Nacional, la cual han querido eludir tirándole la bola a las administraciones locales.
Entonces, los cambios deben realizarse, y éstos ajustarse a una lectura territorial del cómo se ha manifestado la pandemia. Sobre esa realidad entonces sí valorar si el aislamiento puede o no levantarse. Pero esta es una medida que debe acompañarse de otras necesariamente, tales como la renta básica, la cual hemos defendido en el Congreso como la medida más idónea para atender la crisis económica que ha desatado la crisis sanitaria.
Falencias evidentes
C: ¿Cuál fue la mayor falencia que sintió usted que tiene el país frente a situaciones como las que obligó a vivir la pandemia?
JC: Años y años de destrucción de lo público bajo el modelo neoliberal. La mayor falencia, la cual fue intensamente estudiada y discutida en la Comisión Séptima de la que hago parte, es que, si bien en ninguna parte del mundo se contaba con una crisis similar, algunos países han podido salir mejor librados porque han protegido su sistema de salud, no como el nuestro desangrado año tras año por la corrupción; el empleo, no como el nuestro donde los índices de informalidad son muy altos; la educación, no como en nuestro país donde ha sido altamente privatizada y los colegios oficiales presentan muchas dificultades para hacerse con nuevas tecnologías que les permitan trabajar. Todo esto llega a su máxima expresión cuando hemos sido espectadores de colectas por parte de las administraciones locales para hacer con respiradores, computadores o mercados. La precariedad de nuestro Estado es la radiografía de más de 10 años siguiendo el modelo neoliberal. La falta de UCI, de computadores e internet para educar, de empleos formalizados y con garantías, son los estragos del neoliberalismo.
Reactivación del país
C: ¿Cuáles sectores no se pueden reactivar este año y cuáles es importante que empiecen a funcionar de inmediato?
JC: Una crisis de este tipo debe permitirnos examinarnos como sociedad, como nación y como Estado. Una lectura transversal a estos tres escenarios puede llevarnos a una misma conclusión: debemos volver a lo esencial. En ese orden de ideas, y como se lo manifestamos en su momento al Ministro de Trabajo Ángel Custodio Cabrera y al Viceministro de Desarrollo Rural Juan Camilo Restrepo en una audiencia pública que realice en la Comisión Séptima sobre trabajo y productividad en el campo, urge que miremos al campo colombiano, a la producción de alimentos, la producción de vida.
El sector agropecuario se ha mantenido activo todo este tiempo, llevando la comida a todos los hogares colombianos. Junto con todo el talento humano en salud, los campesinos de Colombia son nuestros verdaderos héroes. Ese sector debe mantenerse activo pero debe acompañarse de medidas primero, para contener el contagio y segundo, para fomentar su producción y proteger sus derechos como trabajadores, como campesinos y como ciudadanos.
Hasta que no haya medidas y protocolos robustos para proteger a niños, niñas y jóvenes, no sería lo más adecuado volver a las aulas de clase, lo cual no puede significar en ninguna medida que se deje estudiar. El estudio es fundamental, y el ejecutivo debe esforzarse por llevar las herramientas a los hogares que no cuentan con ellas para que se continúe con dicha actividad. En el sector construcción también debería hacerse un análisis concreto sobre cuáles obras resultan esenciales y cuáles no. En últimas, creo, hoy debemos hacer un ejercicio de reflexionar sobre qué es lo esencial para conservar la vida y vivirla de una manera digna y sobre ello procurar toda la atención para garantizarlo.
Los días sin IVA
C: ¿Qué opinión le dejan los días sin IVA, son buenos, falta planeación, deben seguir el otro año o nunca deben volverse a programar esas fechas?
JC: Desde FARC históricamente hemos defendido que solamente los artículos suntuosos deberían tener IVA. Este impuesto, al ser indirecto, se paga según el consumo que haga cada persona. A nuestro entender ningún producto de la canasta familiar debería tener IVA, dado que afecta considerablemente a la clase trabajadora. Cabe señalar que en dicha tarea seguiremos empeñados para hacer del régimen tributario uno más equitativo donde como sociedad nos apoyemos entre todos.
Entonces, visto de esta manera, per se la idea de no tener IVA no me desagrada, pero sí, el que no haya contado con una mejor planeación y sobre todo que haya sido durante la pandemia y concentrada en productos que en últimas uno podría decir que no son esenciales en este momento, tales como el vestuario, los útiles escolares (cuando aún no hay certeza de que se reabran en el corto plazo las escuelas), los elementos deportivos, los electrodomésticos y los juguetes. La labor de los gobernantes y el ejercicio de la política, en últimas, debe ser procurar las mejores decisiones para quienes se gobierna, medidas como éstas rayan con el populismo y en nada ayudan a las mayorías, mientras que, hay altas probabilidades de que provoquen mayores contagios.
La cadena perpetua
C: ¿La cadena perpetua, en los casos en que se aplique, es una medida que tiene algún sentido, por ejemplo servirá para que el delincuente lo piense dos veces antes de delinquir? ¿Qué opina al respecto?
JC: Mi opinión parte del reconocimiento de una realidad que no podemos evadir como sociedad. Si bien jamás podría equipararse la violencia que se ejerce contra un menor a través de una agresión sexual con la violencia que se ejerce contra un menor por la mendicidad y abandono, en ambos casos el centro de la discusión debería ser el menor. Considero que en este caso no fue así. La cadena perpetua, como lo han demostrado estudios donde aplica, como múltiples estados en Estados Unidos, no cumple la función de persuadir al potencial victimario, es decir, no opera en el potencial victimario la idea de pensárselo dos veces, ante todo, porque, como se señaló en la discusión de este proyecto de acto legislativo, más allá que la pena, lo que puede persuadir o no es la eficacia de la justicia, la cual en Colombia es muy restringida por múltiples razones.
Entonces, siendo esto así, de superar el examen de constitucionalidad, lo cual lo veo muy difícil, no creo que esta potencial enmienda a la Constitución Política persuada a los potenciales victimarios. Existiendo entonces tal nivel de incertidumbre, creo que deberíamos como sociedad y Estado ponernos a trabajar en garantizar la mejor vida posible a niños, niñas y jóvenes de campos y ciudades, evitando a toda costa la corrupción en los Programas de Alimentación Escolar (PAE), brindándoles una educación gratuita y de calidad y acompañando a las familias a construir, mediante oportunidades laborales, a construir entornos enriquecedores y protectores.