La contienda electoral en Colombia carece de un favorito claro, según las últimas encuestas, y presenta a los votantes la posibilidad de elegir entre el hombre que podría convertirse en el primer izquierdista en ser presidente, Gustavo Petro, o un millonario populista que promete acabar con la corrupción pero está inmersa en ella, Rodolfo Hernández.
Cualquiera de ellos recibirá un país con un alto déficit fiscal, pobreza y desempleo. No obstante, la Administración de Iván Duque entregará las arcas del país con un crecimiento económico que, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, es el mayor de la región, incluso por encima de economías como Chile, Argentina o Brasil. Pero este crecimiento es desigual a nivel interno.
Duque recibió el país con un desempleo en torno al 9,4% y lo entregará sobre el 12,1%. Mientras que el dato de pobreza, situado en 26,9% cuando tomó el poder, para el cierre de 2021 fue del 39,3%.
La cifra indica que alrededor de 19,6 millones de colombianos viven con un ingreso mensual de 350.000 pesos colombianos, unos 89 dólares. Una situación agravada con la subida de precios en el país suramericano.
Para mayo de este año, la variación anual del Índice de Precios al Consumidor fue 9,07%, una de las más altas de América Latina. Reportes de la OCDE muestran que los precios de los alimentos aumentaron un 26% en el último año, algo que cala en los hogares de ingresos bajos; mientras el salario mínimo solamente aumentó un 10%.
Otro de los desafíos para Colombia es la deuda fiscal, que al cierre del 2021 se ubicó sobre los 70 billones de pesos, el 7,1 % del Producto Interno Bruto, PIB, con un salto significativo por la crisis sanitaria.
Una encuesta de Gallup mostró que el 75% de los colombianos cree que el país va en la dirección equivocada y sólo el 27% aprobó la gestión de Iván Duque, que no podía optar a la reelección. Un sondeo de 2021 la misma firma reveló que el 60% de los encuestados tenía dificultades para salir adelante con sus ingresos.
La pandemia terminó con cualquier esfuerzo por luchar contra pobreza en el país, al menos en una década. Lo cierto es que sea quien que sea el ganador de la contienda de este domingo, lo único seguro es que se prometieron realizar cambios profundos en la economía que aún la ciudadanía desconoce.