Por: Ruth Stella Catalina Muñoz Serrano/ Verdad que somos veedores ciudadanos, pero también participamos de las construcciones sociales y creo que ahí es en donde estamos fallando, lo he expresado en reiteradas ocasiones, todos usamos a nuestro favor el interés para corregir “lo que está mal”, esto sobre todo sucede en las nuevas administraciones, antes de continuar, quiero aclarar, que esta columna no es favor o en contra, solo hace parte de una visión general de lo que suena a voces en el pueblo.
Y el pueblo no somos algunos pocos que representamos a ciertos movimientos sociales o construcciones.
Precisamente, seguimos hablando de intereses propios; sino que aunque seguimos enfocando los procesos de construcción social a partir de necesidades, por ende estaríamos dejando a un lado el centro de lo que realmente significa una gobernanza o una administración pública, sin temor a equivocarme, diría que después de que aprendemos para hacer las cosas, nos sentamos en la palabra, pero no vemos lo que está a nuestro alrededor, porque ya sabemos hacer las cosas.
En ese sentido, el hacer se vuelve incoherente con la acción de construir, porque si bien es cierto, el construir requiere modificar el accionar, requiere modificar las incoherencias, pero ¿dónde van a salir? ¿si todo es perfecto?
No vamos a anotar entonces ninguna incoherencia, en ningún momento porque precisamente no centramos en una repetición y en un método, efectivamente se aplaude este ejercicio, porque es la forma en que muchos hemos aprendido la disciplina, pero yo no puedo cuadricular todo solo a través de indicadores, midiendo el bienestar solo como satisfacer una necesidad, cuando precisamente es totalmente cambiable y construible nuestra realidad.
Y en esas construcciones vale la pena centrar la atención a lo que nos permite fijar una gobernanza o una visión de una percepción idónea, para lo que se necesita; porque justo después de votar y si no es lo que nosotros elegimos, entonces nos consideramos opositores de un mandato; y es totalmente incoherente, yo he dicho en muchas ocasiones que “es que ese no es mi presidente”, “que yo no voté por el” y eso es totalmente incoherente, porque no podemos hacer otra Colombia e ir inventando otro municipio, en vez de construir, señalamos y el señalar de deconstruye no positivamente.
¿Dónde están las manos amigas para ayudar a construir?
Se vuelven la crítica del “deme cuentas” “porque yo necesito las cuentas”, pero no es “el venga no estoy de acuerdo con lo que usted hace entonces”, “marchemos de otra manera”, sino que, el hueco que más se vea, “es el hueco por el que más caemos”.
¿En realidad nunca hemos estado construyendo?
Esta es una incoherencia, seguimos abandonando el norte, que es finalmente crecer, nuestras acciones se vuelven excusa para hacer daño, hago un llamado de atención en esta columna, para que aprendamos a separar lo personal, de los procesos reales; si usted quiere saber cómo funciona una secretaría, una dependencia o un instituto, acérquese y como veedor ciudadano conozca el procedimiento.
Nos hemos quedado en la crítica, pero no en la acción que nos lleva a construir aliados, puesto que no es la resistencia la que nos lleva a cambiar el mundo, no es ir en contra del sistema, lo que nos va a permitir crecer es soltar la incoherencia del hacer, porque esta lucha no es deconstruir a otros para construir.
…
*Docente, Psicóloga (UNAD), Especialista en Gerencia de Proyectos (Uniminuto), Magister en Psicología comunitaria (UNAD).
Facebook: RuthSCata
Twitter: PsiRuthSCata
Instagram: psicologaruthscata
Concuerdo en que debemos trabajar más en la transformación cultural de la sociedad, para lograr tener realmente un cambio en la perspectiva personal de cada uno, fortaleciendo las habilidades blandas y promoviendo siempre los valores morales.