Por: César Camilo Hernández Hernández/ Desde este mes, millones de colombianos pudieron dar un respiro de esperanza, sobre la situación tan desbastadora que se ha vivido a nivel mundial durante cinco meses.
Con cifras tan aterradoras en el país, emitidas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), respecto al Producto Interno Bruto (PIB), que para el tercer trimestre estuvo en un –15.7 % y desempleo llego a mas de un 20%, el gobierno empezó a dar apretura a varios sectores de la economía.
Algunos de los sectores que ha sido mas golpeados, como como lo son: el cultural, deportivo, gastronómico y turismo, pueden ya dar el primer paso a su reactivación. Medidas de pico y cedula generalizadas, han sido abolidas, par dar mayor flexibilidad a las actividades de las nuevas industrias en la apertura.
Para el país, el empresariado y la ciudadanía, era necesario y oportuno este reto de reactivación; el cambio será en beneficio económico, laboral y salud mental. No obstante, el autocuidado, el cumplimiento de normas de bioseguridad y las variables relacionadas de los negocios, serán el estandarte para lograr un ave fénix sostenible.
En materia prioritaria, la salud son los huevitos de oro a cuidar; las personas y su entorno, velarán por el cuidado en los nuevos espacios y modalidades. La economía y la ciudadanía, no aguantan un encierro mas, por lo cual debemos evitar la saturación del sistema de salud y propagación masiva del virus.
Para los epidemiólogos y estadísticos, la meta optima es lograr una inmunidad de rebaño. La estrategia Prass y de prevención, mas la concientización de cada uno, son los bastiones contra las arremetidas de la pandemia. Mientras se mantenga estable todo el aparato de la salud, los demás sectores podrán caminar hacia la normalidad.
Los nuevos sectores demandan de un comportamiento consciente de las variables que los atañen. No es fácil abrir después de meses de no funcionamiento y desestabilización financiera. Varios factores influyen transversalmente en el éxito de las nuevas aperturas: los arrendatarios y proveedores consecuentes, clientes frecuentes y gobierno subsidiario.
Subsidios y apoyos desde los niveles central y regional, serán claves para sopesar el desequilibrio de la reanudación de los sectores, no se puede pensar que la recuperación va a ser inmediata, ésta tardará meses y posiblemente años, por lo cual todos los interesados relacionados con los mercados deberán adaptarse al nuevo comportamiento.
El gobierno y la estructura que rodea estos negocios, debe entender que los ciudadanos de a pie, estratos medio, bajo y pobreza extrema, son los mas golpeados con la situación actual. Las cifras no mienten frente a la reducción del poder adquisitivo de las personas y su restricción para acceder al total de las actividades que antes realizaban.
Así mismo, de manera paralela se espera que el empleo llegue a mas a hogares e influya en la estabilización de las familias colombianas. Esto posibilitará que se vuelva a invertir en las actividades terciarias como: gimnasios, cines, compras, comida en restaurantes y otras. Seguidamente, es necesario trabajar y actuar sobre dos aspectos que golpean fuerte, como lo son los impuestos e intereses.
El liderazgo de la concertación y articulación del plan de la nueva normalidad, deberá darse entre las entidades de orden nacional y regional. No se puede actuar de forma independiente porque puede generar desinformación y fracturas en este reto nacional. Hay que cobijar a los empresarios y a los ciudadanos con normas, acciones y decisiones que involucren el contexto integral de sostenibilidad.
Como personas y colombianos, estamos abiertos a contribuir y recibir la construcción del desafío esperanzador de una nueva Colombia, donde prime la salud, la economía y el bienestar de todos. ¡Uno para todos y todos para uno!
*Ingeniero Industrial, Especialista en Gerencia de Proyectos y Magister en Administración.
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