En desarrollo del convenio entre el Ministerio de Educación y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón- JICA, un segundo grupo de 14 representantes del sector educativo, participará de un proceso de formación en Okinawa, para el fortalecimiento de la educación para la paz.
Desde este martes 17 de enero y hasta el próximo 10 de febrero, una delegación colombiana, integrada por docentes y funcionarios de secretarías de educación y del Ministerio de Educación Nacional que lideran experiencias y políticas de educación para la paz, participan en el III Curso de Educación para la Paz, que tendrá lugar en la ciudad japonesa de Okinawa.
Gracias a este curso, que es resultado del trabajo conjunto entre el Ministerio de Educación y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón- JICA, los participantes fortalecerán sus capacidades para la activación de pedagogías para la paz, la memoria y la reconciliación, para poder ser replicadas al interior de las aulas y promover espacios de convivencia, resolución pacífica de conflictos, el fortalecimiento de la formación para la ciudadanía y la educación para la paz. Lo anterior en articulación con el propósito del Gobierno nacional de hacer de Colombia Potencia de la Vida.
Esta experiencia constituye para los participantes, un reconocimiento para los funcionarios y docentes que en medio del conflicto armado han desarrollado iniciativas de educación para la paz, memoria histórica y reconciliación.
Es una acción significativa, pues Okinawa es considerada la Isla de la Paz por un proceso que inició al finalizar la II Guerra Mundial. En esta jornada los docentes y funcionarios colombianos visitarán lugares de memoria y conocerán experiencias significativas de colegios públicos de esta ciudad ubicada en la isla del mismo nombre al suroeste de la nación nipona.
Al culminar este curso, los participantes tendrán el compromiso de replicar y difundir el conocimiento a sus pares en las instituciones educativas y entidades encargadas del tema educativo, para fortalecer la formación para la ciudadanía, la convivencia, la paz y reconciliación en los entornos escolares.
Se espera que con esta experiencia se revisen las opciones para que nuevas cohortes de colombianos puedan participar en procesos similares.