“Hoy (viernes 10 de julio de 2020) hago un reconocimiento al periódico ADN Bucaramanga por haberle permitido a Piedecuesta y a la región contar sus historias, por más de 7 años con rigor y profesionalismo. Cuando se cierra un medio de comunicación pierde la democracia, perdemos todos”.
Así escribió este viernes 10 de julio de 2020 en su cuenta de Twitter el Alcalde de Piedecuesta, Mario José Carvajal Jaimes.
La información reiterada por diferentes redes sociales es que la pandemia le cobró al diario ADN la no circulación por varias semanas y las directivas habrían decidido que el diario no vuelve a circulación, por lo menos en lo que se refiere a la edición que se repartía en Bucaramanga y su área metropolitana de Bucaramanga.
En los mensajes y comentarios se señala como posible salida la problemática económica. Pese a que al observar el periódico cuando circulaba, sus páginas se veían con publicidad, inclusive con insertos, como ningún otro medio de comunicación de la región, es posible que sus directivas solo vieran anuncios de carácter nacional y por ello restringen la circulación del diario en Bucaramanga.
Lo cierto es que como coincide esa decisión de la no circulación más del ADN Bucaramanga con el mensaje del Alcalde de Piedecuesta, pues traemos además que este mismo viernes diez de julio de 2020 se publicó una carta de la SIP.
Pronunciamiento a favor
En una carta abierta, la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, hizo un llamado a los gobernantes de América por la difícil viabilidad financiera de los medios de comunicación la cual se acentuó por la pandemia del Covid-19.
Asegura la SIP que a pesar de las profundas dificultades económicas planteadas por la crisis de salud, los medios han intensificado su trabajo, por lo que consideran que la industria está actualmente navegando una tormenta perfecta, la cual representa una amenaza inmediata para la supervivencia del periodismo en la democracia.
Carta de la SIP
Lea a continuación la carta en su totalidad:
Carta abierta de la Sociedad Interamericana de Prensa
Las sociedades modernas reconocen la libertad de prensa y el trabajo de los medios periodísticos como pilares fundamentales para la democracia, el respeto de los derechos humanos, la contención de fuerzas autoritarias y para el ejercicio de una ciudadanía plena e informada.
La Sociedad Interamericana de Prensa tiene como principio fundacional la defensa de estos pilares, que necesitan encarnarse en organizaciones periodísticas que operen con sostenibilidad y autonomía.
En la última década, los cambios en la tecnología, al tiempo que aumentaron el alcance de los medios periodísticos, han generado enormes disparidades económicas con las plataformas digitales globales, poniendo bajo enorme presión la viabilidad financiera de los medios.
La ausencia de un modelo económico claro y universalmente sostenible pone en peligro el papel de los medios periodísticos como proveedores de información confiable y de calidad, contra plataformas tecnológicas globales donde pueden proliferar la desinformación y las noticias falsas.
Esta situación se ha vuelto aún más crítica con la pandemia de Covid-19 que afectó en forma dramática los ingresos y el capital de trabajo de los medios periodísticos.
Sin embargo, a pesar de las profundas dificultades económicas planteadas por la crisis de salud, los medios periodísticos, calificados como actividades esenciales, han intensificado su trabajo, facilitando la conexión esencial entre los gobiernos y los ciudadanos que necesitan información confiable.
La creciente importancia de la información confiable, generada a través de medios periodísticos, entra en conflicto con este paradigma de crisis económica.
En resumen, la industria de los medios está actualmente navegando una tormenta perfecta, la cual representa una amenaza inmediata para la supervivencia del periodismo en la democracia.
Muchos países desarrollados, especialmente de la Unión Europea, han comenzado a abordar este problema global crítico mediante políticas públicas, cuyo resultado fortalecerá la sostenibilidad del periodismo.
Ejemplos de estas políticas incluyen la introducción de incentivos fiscales y subvenciones para que las empresas locales permanezcan abiertas, el fortalecimiento de la regulación sobre propiedad intelectual, así como la inclusión de políticas fiscales más equitativas en el ecosistema digital.
Una característica clave es que todas las políticas son transparentes, no discriminatorias y no afectan la libertad y la independencia editorial de los medios de comunicación.
La Sociedad Interamericana de Prensa considera que es esencial alertar a los gobiernos democráticos de este hemisferio sobre la importancia estratégica de este asunto y exhortarlos a avanzar rápidamente para debatir y adoptar enfoques similares.
En tiempos de crisis y emergencia, el periodismo independiente y los medios profesionales son esenciales para las naciones libres. Asegurar su viabilidad y permanencia es una responsabilidad de las sociedades democráticas.