Por: Jhon F Mieles/ Nadie imaginaba que 2019 se convertiría en un año crucial para la historia a raíz de la emergencia, social, económica y sanitaria global con relación al Covid-19. Entonces no nos centraremos tanto en dicha pandemia ya que es un tema ampliamente popular por estos días, en los que el número de contagiados está en aumento de manera alarmante, dejando a su paso la economía global con afectaciones significativas que nos hacen recordar la gran depresión económica vivida en los años treinta del siglo pasado.
No obstante, esta emergencia sanitaria también nos brinda la oportunidad de adoptar las medidas necesarias que permitan acelerar, el desarrollo tecnológico y la transición hacia una economía verde y sostenible, buscando impulsar proyectos que no demanden una gran inversión inicial y que permitan monetizar las ideas con el objetivo de sostener a las capas más creativas y pobres de la población.
Para ello la Economía Naranja juega un papel crucial, ya que implica convertir el talento de las personas en dinero a través de proyectos que conviertan las ideas en acciones productivas; fomentando la creatividad, las habilidades y el ingenio de los emprendedores que serán indispensables para reformar los mercados financieros y redinamizar una economía seriamente afectada por la pandemia.
Así mismo, una de las iniciativas en las que el Gobierno Nacional podría hacer énfasis -afianzando el desarrollo de la nación con base en la ciencia, tecnología y la innovación- es la de garantizar el derecho a la invención brindando los respectivos incentivos y beneficios, contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo por el cual busca duplicar el aporte de la ciencia y la tecnología al Producto Interno Bruto (PIB).
Pero, para materializar los objetivos propuestos en materia de ciencia tecnología e innovación, se debe -entre muchas otras medidas- hacer reformas para que la Superintendencia de Industria y Comercio, entidad encargada de otorgar patentes a nuevas invenciones en Colombia; como mayor cobertura y celeridad en el proceso de concesión de patentes a los ciudadanos que las requieran.
Así mismo, el Estado colombiano debe financiar el valor de las patentes y motivar la participación ciudadana con el propósito de que las personas de bajos recursos también puedan acceder a estas, ello consentiría más ampliamente el desarrollo masivo de la ciencia y la tecnología en el país, permitiendo también la invención de máquinas más grandes y complejas, que a su vez podrían impulsar un gigantesco programa de obras públicas que emplearía una gran cantidad de mano de obra en el país, algo muy favorable para una verdadera reactivación económica.
En la actualidad las patentes para nuevos inventos con relación a grandes máquinas, suelen ser dispendiosos y por lo tanto solo pueden ser financiados por grandes empresas, buscando en primera medida proporcionar herramientas prácticas a la ciudadanía y en especial a los jóvenes de bajos recursos económicos para que puedan superar rápidamente la pobreza, contribuyendo de esta manera a forjar una sociedad por habilidades y progresivamente más igualitaria que a largo plazo marcaría el inicio de un formidable crecimiento económico impulsado por la creatividad del pueblo.
Esto remplaza progresivamente las maquinas convencionales por maquinas modernas reduciendo las emisiones de dióxido de carbono y de material particulado, minimizando de esta manera la acción negativa industrial sobre el medio ambiente, permitiendo potencializar a gran escala proyectos agroindustriales, el desarrollo de la industria ligera y fortalecer el desarrollo de la incipiente industria pesada en el país.
En síntesis, el desarrollo científico y tecnológico hoy representan gran parte la esperanza del planeta y para todos los organismos vivientes que lo habitan, la pandemia del Covid-19 así lo reitera.
Por lo tanto, también es indispensable fortalecer el desarrollo científico nacional para hacer frente exitosamente a las enfermedades y a los retos que se presenten a futuro.
Esta esta crisis por difícil que parezca, es en realidad una oportunidad para Colombia en vista de que nuestros países vecinos también están pasando una dura crisis con relación al Covid-19. Se le debe apostar ampliamente a la ciencia, tecnología e innovación, así podremos alcanzar un desarrollo notable que nos proporcionaría una ventaja que en unos cuantos años nos convertiría en una potencia económica en el continente.
Así mismo, a nivel departamental es importante poder materializar a cabalidad los planes de desarrollo municipales recientemente aprobados, con relación a la ciencia, tecnología e innovación, esto supone un gran reto para nuestros gobernantes ya que lo que hagamos en los próximos meses y los próximos años posteriores a esta pandemia serán cruciales para el porvenir.
Levantándonos con mayor fuerza por alcanzar un futuro en el que nuestra nación mediante el desarrollo tecnológico y al talento de su gente pueda ganarse un importante lugar en la palestra global.
*Tecnólogo Agroforestal, pensador y político.
Facebook: Jhon F Mieles Rueda
Twitter: @meideijhon
Instagram: jhon_f_mieles