Corea del Norte continuó con sus pruebas militares al lanzar dos nuevos misiles hacia el mar de Japón. Este ensayo se hace tan solo dos días después de que las autoridades japonesas confirmaran que un misil de medio alcance sobrevolara la nación nipona por primera vez en los últimos cinco años, una actuación que provocó la condena internacional de buena parte del planeta.
En esta ocasión, y según han informado las autoridades militares surcoreanas, se ha tratado de dos misiles de corto alcance. «El Ejército surcoreano detectó dos misiles balísticos de corto alcance disparados desde la zona de Samseok en Pyongyang, Corea del Norte, disparados hacia el mar del Este en torno a las 6.01 y 6.23 de la mañana», informó el Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS) en un comunicado.
En un principio, las autoridades japonesas anunciaron vía Twitter que estos misiles habían vuelto a cruzar Japón, sin embargo, pasados unos minutos rectificaron su anuncio para solamente hablar del lanzamiento hacia el mar.
Los ensayos por parte de Corea del Norte se dan tras la respuesta conjunta lanzada desde el Sur y Estados Unidos. Durante la jornada de ayer, estos dos aliados lanzaron hasta cuatro misiles de forma conjunta y Washington anunció, durante este 5 de octubre, el regreso a aguas surcoreanas del portaaviones USS Ronald Reagan, después de haber estado haciendo maniobras conjuntas con los ejércitos de Corea del Sur y Japón.
Pyongyang se apresuró a condenar este movimiento durante esta jornada. «La República Popular Democrática de Corea está observando cómo EE.UU. representa una grave amenaza para la estabilidad de la península de Corea y sus alrededores al volver a desplegar su portaaviones y grupo de ataque en aguas junto a la península de Corea», afirma el texto emitido desde Corea del Norte.
En el comunicado, Pyongyang también se apresuró a denunciar las intenciones de Estados Unidos de aplicar más sanciones a través de una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, algo que no parece tan probable debido a la negativa de Rusia y China y su capacidad de veto.
Varias tomas satelitales expuestas por Corea del Sur y Estados Unidos durante los últimos meses parecen indicar que Corea del Norte podría estar preparándose para una nueva prueba nuclear, tras años al margen de este tipo de lanzamientos.
12 aviones norcoreanos adelantaron aparentes ejercicios militares
Esta semana se ha puesto en sobre alerta a la región asiática, en medio de pruebas militares norcoreanas, recibidas en países como Japón como un acto de provocación. La Unión Europea y Naciones Unidas han condenado los lanzamientos de proyectiles balísticos que han calificado como “agresión injustificada”.
Este jueves El Estado Mayor Conjunto de Seúl confirmó que 12 aviones norcoreanos se habían puesto en formación en un aparente ejercicio, por lo que anunciaron el desplazamiento de 30 “cazas (también conocida como aeronave de combate)” como respuesta.
Cuatro bombarderos y ocho cazas “efectuaron el vuelo en formación al norte del límite aéreo intercoreano (y) se cree que realizaron ejercicios de tiro aire-tierra”, indicó el organismo estatal.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, sostuvieron una conversación telefónica, en la que acordaron condenar los recientes lanzamientos de misiles y los describieron como “un acto de provocación grave”.
“Japón y Corea del Sur reconocen juntos el serio desafío que esto representa para la paz y la seguridad de nuestro país, nuestra región, así como para la comunidad mundial, y juntos lo condenamos enérgicamente”, dijo Kishida a periodistas en Tokio.
En menos de dos semanas Corea del Norte ha lanzado seis misiles. El del martes fue el que despertó las alarmas y llevó a órdenes de evacuación para la capital japonesa. Además, marcó un récord en la distancia que uno de sus proyectiles haya alcanzado (aproximadamente 4.600 kilómetros).
Este cayó en el Océano Pacífico y, pese a que no dejó heridos o daños, sí fue recibido por países como Japón (y buena parte de la comunidad internacional) como un intento por escalar las tensiones en la zona. Esa misma acusación es la que Norcorea hace a Washington y Seúl por sus maniobras.