Por: Julio Cesar Ardila Torres/ No soy creyente en brujas ni hechicerías, pero como dicen que las hay las hay, por eso acepté la visita de un vidente, claro que lo pensé bastante en aceptar o no reunirme con él, pero la verdad quería conocer en persona un clarividente pienso que tal vez con el ánimo de navegar en lo desconocido, en saber o al menos así sean mentiras escuchar algo sobre el que va a pasar.
El me contactó por medio de un amigo y llegado el día procedí a alistarme para recibirlo siendo mi mayor problema el saber cuánto debía cargar en mi bolsillo porque ya me pasó el que una mujer vestida de gitana en mi parada en Lebrija, dijo leerme la mano pero que solo podía hacerlo a través de un billete de 20.000 pesos que yo debía colocar en mi mano y santo remedio que al terminar de decir tantas cosas cogió el billete y lo desapareció en sus senos y para colmo justificó su acción haciéndome creer que era la única forma de que se cumpliera todo lo que me había dicho.
Ya saboreando el delicioso tinto preparado por mí, empezó de una adivinando mi mayor preocupación al tranquilizarme diciendo que no me cobraría ni un solo peso, así entonces me relajé y le puse mucho cuidado. Me llamó la atención que no traía bola de cristal sino un lapicero que movía de lado a lado mientras me convencía que lo de la pandemia será tema del pasado a finales del primer semestre del 2021 porque -según él- tiene visiones en que los indígenas serán los que descubren la cura del coronavirus.
Me dijo estar viendo en Colombia grandes movilizaciones, marchas y paros que obligarán al presidente Iván Duque a renunciar y que incluso el propio Álvaro Uribe presionará a Duque para que abandone el poder. Le noté en su hablar cierto aire de ideólogo político pues insistió en afirmar que el próximo presidente de Colombia será de la izquierda pero que no será Gustavo Petro sino otro, pero no me dijo cual otro y además reafirmó que a finales del 2021 Uribe volverá a estar preso.
Me manifestó un optimismo desbordado sobre la economía colombiana que según él, en gran mayoría la fortaleza estará en el sector agrario, que nuestro país marcará la tendencia de volver al campo dejando un poco abandonadas las ciudades y que entre otros uno de los factores será por la escasez de agua potable y la falta de empleo citadino.
De repente se me salió de las fronteras y entró en Rusia diciéndome que Putin padecerá de una grave enfermedad en algo relacionado con el Covid-19 y que eso afectará al presidente de Venezuela Nicolás Maduro quien se verá obligado a entregar el poder a finales del 2022.
Ya para finalizar la sección empezó a hablar de mi y me puso hasta fecha de expiración, me dijo no verme en cosas políticas sino mas bien ejerciendo la profesión y otra cantidad de cosas que prefiero no contar.
De una cosa si estoy seguro y es que me dijo la verdad desde el principio, porque a pesar de durar más de dos horas contándome y explicándome su videncia se despidió sin cobrarme un solo peso. Pienso por el contrario que cada uno de nosotros vemos el futuro como queremos verlo, pues siempre faltará algo para que sea mucho o siempre abra mucho al que le falta un algo.
Por eso les invito a que el próximo año lo veamos con optimismo y con mucha seguridad que Dios siempre nos está protegiendo y bendiciendo. Felicidades en este nuevo año.
*Abogado.
Facebook: Julio C Ardila
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).