Por: Édgar Mauricio Ferez Santander/ Uno de los momentos más tensos ocurrió cuando la canciller Laura Sarabia acusó al director del Departamento de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, de no brindar apoyo adecuado a los colombianos deportados. Bolívar, visiblemente molesto, interrumpió para afirmar: «Laura miente, presidente», evidenciando una fractura en la comunicación y colaboración entre altos funcionarios.
La designación de Armando Benedetti como jefe de despacho también generó controversia. Figuras destacadas como la vicepresidenta Francia Márquez y la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, expresaron su descontento debido a denuncias previas contra Benedetti por violencia de género y corrupción. A pesar de las críticas, el presidente Petro defendió su nombramiento, recordando el apoyo histórico de Benedetti a su carrera política.
Estas confrontaciones públicas reflejan desafíos en la gestión de un gabinete diverso en términos ideológicos y de antecedentes. Si bien la diversidad puede enriquecer la formulación de políticas, las discrepancias abiertas y la falta de cohesión pueden obstaculizar la implementación efectiva de las mismas.
La transmisión en vivo de la sesión, aunque orientada a la transparencia, permitió que la ciudadanía fuera testigo de las divisiones internas, lo que podría afectar la percepción pública sobre la unidad y eficacia del gobierno. Además, la exposición de desacuerdos internos puede ser aprovechada por la oposición y otros actores políticos para cuestionar la capacidad del gobierno para gobernar de manera efectiva.
En resumen, el Consejo de Ministros transmitido en vivo puso de manifiesto tensiones y desafíos significativos dentro del gobierno de Gustavo Petro. La gestión de estas diferencias será crucial para asegurar una gobernabilidad efectiva y mantener la confianza de la ciudadanía en la administración actual.
…
*Historiador, Magíster de la Universidad de Murcia y Candidato a doctor en estudios migratorios Universidad de Granada-España.