“Los bumangueses somos como hijos de padres divorciados, el papá dice una cosa y la mamá otra”, escribió el 26 de abril en Twitter alguien que se identifica como Marco Aurelio @Dvdfuentes en respuesta a @JCardenasRey, Juan Carlos Cárdenas, Alcalde de Bucaramanga.
Esa frase es un resumen casi perfecto de la decisión de tres días de confinamiento total en Santander, especialmente en el área metropolitana de Bucaramanga, decretados por la Gobernación de Santander, en acuerdo con algunos alcaldes y desde el llamado Puesto de Mando Unificado.
Y casi perfecto el resumen porque lo que dijo el Gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, en la mañana, lo contradijo en la tarde el Alcalde de Bucaramanga, al decir que en Bucaramanga no se decretaba el confinamiento total de tres días, desde el viernes a las ocho de la noche hasta el lunes a las cinco de la mañana. 57 horas sin poder tocar calle ningún santandereano, excepto los domiciliarios y otros excepcionados, como los funcionarios.
Todas las medidas restantes se acogían, menos el confinamiento, en Bucaramanga. Toque de queda diario de ocho de la noche a cinco de la mañana, va. Aunque no hay policía para tanta gente y esa parece una medida que se cumple solo por decisión personal, es decir que quien no quiere no acata la medida y esgrime alguna excusa, o se queda en la calle solo por no obedecer.
El más juicioso es Metrolínea que antes de las ocho de la noche ya no aparece por ninguna calle. Y al que se le hizo tarde, le toca taxi o transporte alternativo.
La otra medida es la del pico y cédula para los días pares e impares. Ejemplo si su cédula termina en 3 puede salir los días impares. Si su cédula termina en ocho puede salir los días pares. Y así sucesivamente. Esa medida también la acató Cárdenas para Bucaramanga. Quienes acatan esa medida con severidad pierden la venta, a los grandes almacenes eso no les afecta, a los menores comerciantes les toca ver un tres como un ocho o un ocho como un tres. Después de 15 meses sin vender nada, por pandemia, no se puede dejar ir el cliente. Es cuestión de vida o hambre.
Lo de la ley seca no se ha entendido muy bien, porque al parecer solo es de ocho de la noche a cinco de la mañana, porque en el día se observa con normalidad la venta y consumo de licor en establecimientos que operan esos productos. La venta para la casa al parecer no tiene ninguna restricción.
Ese rifi rafe que no es nuevo entre la Gobernación de Santander y la Alcaldía de Bucaramanga, que no sabemos si es exactamente personal entre Gobernador y Alcalde, o institucional entre Gobernación y Alcaldía, no es nuevo. Ya varias veces la Gobernación Decreta en la mañana y la Alcaldía Decreta por la tarde algo bien diferente.
Los ciudadanos no entienden a qué juegan esas decisiones y a quién le gusta tomarle el pelo a la ciudadanía, si de manera oficial señalan que las medidas fueron tomadas en el Puesto de Mando Unificado.
Solo la primera definición del diccionario: “Unificar: Hacer que varias personas o cosas formen un todo o trabajen en conjunto. Unificaron sus fuerzas para lograr mayor eficacia”.
Bucaramanga tiene de superficie 162 kilómetros cuadrados y Santander tiene 30.537 km². Y no se ponen de acuerdo. ¿Qué podría pasar si tuvieran para gobernar un lugar con una superficie de 1 millón 143 mil km² y fueran los presidentes, por ejemplo de Colombia? Los santandereanos es mucho tener paciencia para aguantar ese rifi rafe a quien nadie parece querer ponerle coto, ni los mismos creadores.
Frente a tales intríngulis en esas relaciones Gobernación de Santander – Alcaldía de Bucaramanga, a la ciudadanía le tocó coger una margarita durante toda la semana y repetir salgo el fin de semana, no salgo el fin de semana, salgo el fin de semana, no salgo el fin de semana, salgo el fin de semana, no salgo el fin de semana…
Hasta que el jueves 29 de abril de 2021, fecha histórica, a las cinco de la mañana se iluminó la pantalla del celular con el trino del Alcalde de Bucaramanga.
Desde su IPhone Juan Carlos Cárdenas, @JCardenasRey, Alcalde de Bucaramanga, en su cuenta de Twitter compartió el 29 de abril de 2021 a las cinco de la mañana que “La Gobernación de Santander decreta toque de queda desde el (viernes) 30 de abril a las 8:00 p.m. hasta el (lunes) 3 de mayo a las 5:00 a.m.”
En el mismo trino escribió Cárdenas que “Nos corresponde acogernos aunque sabemos que esta medida afecta la generación sostenida de empleo y el aparato productivo de Bucaramanga”.
A las 4:46 de la tarde del mismo jueves 29 de abril el Alcalde de Bucaramanga publicó en su cuenta de Twitter un segundo trino, lo que según señalaba era un hilo, es decir varias entradas sobre el mismo tema.
Escribió en el segundo texto: “Tengo certeza de que no podemos caer en el juego de la vida o la economía. Claramente desde la Alcaldía, basados en datos, trabajamos para contener el Covid y al mismo tiempo reactivar la economía de manera sostenida. Cuidarnos es la única forma de evitar este tipo de medidas”.
Así terminó el hilo, al parecer prefirió hilar fino, sin irse por las ramas al hilar extenso, y obligó a concentrarse al lector en los pocos datos que trinó.
En resumen habrá confinamiento de tres días en Santander, incluida Bucaramanga, desde el viernes 30 de abril a las 8:00 de la noche e irá hasta el lunes 3 de mayo a las cinco de la mañana.
Si la margarita le dijo sí salgo el fin de semana, el Alcalde le dice no salga porque acogí la medida. Habrá multas para quien infrinja el toque de queda y las medidas respectivas, sin embargo hemos visto que a los infractores les han conmutado la pena por labores comunitarias, así que si está aburrido en la casa, salga, de una vuelta y escoja parque para barrer, trapear y limpiar.