Por: John Jairo Claro Arévalo/ Hablando a calzón quitao sobre la nueva reforma tributaria del presidente Duque, llamada la “ley de solidaridad sostenible” que se tramita actualmente en el Congreso de la república, encontramos estas “perlitas” que impactarán ostensiblemente el bolsillo de los colombianos.
Por ejemplo, se pretende gravar con un impuesto a las pensiones de jubilación, invalidez, vejez, de sobrevivientes que sean superiores a $4’841.000 mensuales, a esta pretensión de la reforma hay que sumarle los cerca de 17.000 colombianos que devengan pensiones de más de $9’085.260 y otros 300 más compatriotas, altamente pudientes, pensionados por el estado cuya mesada es superior a los 18 millones de pesos mensuales.
La cosa no para ahí, los pensionados que reciben mensualmente un valor superior a $2’178.480 se les cobrará un impuesto de retención en la fuente, y no contentos con eso, el gobierno les cobrará un impuesto solidario a los pensionado y retirados de las fuerzas militares y de policía que tengan una pensión igual o superior de 10 millones pesos.
Señor presidente Iván Duque y Alberto Carrasquilla, ministro de hacienda, de manera respetuosa y con todo el glamour y diplomacia, no nos crean tan pendejos, ¡vayan y cómanse un tarrao…!
Ahora para el caso de decenas de miles y miles de trabajadores colombianos que devengan un honorario o sueldo superior a $2’420.000, para el año entrante, el 2022, tendrán que declarar renta, pero “lo bonito” es que, a partir del año 2023, si un trabajador gana por ejemplo $2’620.000, el gobierno, la DIAN, además de declarar renta, le cobrarán un impuesto del 10% sobre el excedente de ese tope fijado ($2’420.000)
Entonces en el 2023 si se pasa de ese tope, por ejemplo, si gana $2’620.000, el gobierno le cobraría por el excedente devengado, es decir, $200.000 mensual, multiplicado por 12 meses, nos da $2’400.000, sobre este último valor le aplicarán el 10% de impuesto, que viene a ser $240.000, platica que habría que pagarle a la DIAN.
Lo más siniestro y repugnante de esta reforma tributaria es que un grueso número de la masa laboral colombiana, a partir del año 2023, estarán obligados a declarar renta, quienes cuyo salario sea superior a $1.694.000.
En serio Señor presidente Iván Duque y Alberto Carrasquilla, ministro de hacienda, de manera amable y elegante, ¡vayan y cómanse un tarrao…!
Y qué me dicen de que piensan ponerle el IVA del 19% a los servicios públicos para los estratos 4, 5 y 6?, ¡esto es un atraco!, ¡una cerdada!, porque, además, los estratos 5 y 6 son los que tienen que subsidiar a los estratos 1,2 y 3.
Por otro lado, esta reforma tributaria contempla un esquema de promoción y acceso al empleo, veamos lo abominable de esto: Aquellos empleadores que contraten a personas menores de 28 años, se incluye a todos los profesionales recién egresados, del mismo modo a quien contrate personas que no lograron jubilarse y que hayan cumplido la edad de jubilación, 62 años y 57 años para hombres y mujeres, además de las mujeres mayores de 40 años, que lleven un año sin trabajo y finalmente para las personas con discapacidad superior al 25% de ella, el patrón, el empleador, sólo estará obligado a cotizar al Sistema de Riesgos Laborales (ARL), estarán exentos de realizar los aportes a salud, pensión, parafiscales y cajas de compensación, es decir, el empleado quedará desamparado, empeloto. Con una mano adelante y otra atrás en temas de salud y pensión.
Esta reforma, tiene tantas “bondades” como ponerle el IVA del 19% a la gasolina, al café, el azúcar, la sal, el chocolate, entre otros, además de la creación de un impuesto nacional vehicular, es muy largo, seguir hablando de esta ley de solidaridad sostenible, que también afectará a los intereses de las cesantías de todos los trabajadores, ya que tendrá un reconocimiento patrimonial, sujeto a posible pago de impuestos, en ese mismo sentido, afectará a las personas naturales que estén depositando en las cuentas de Ahorro para el Fomento a la Construcción (AFC)
Del lado de los gobernantes, no sólo es responsable el presidente Duque y su ministro Carrasquilla de este asalto, saqueo y latrocinio de la ley de solidaridad sostenible, llamada también reforma tributaria, ellos proponen y el Congreso dispone. 108 senadores y 172 representantes a la Cámara tienen la responsabilidad histórica de estar del lado del pueblo o de traicionarlo.
En serio Señor presidente Iván Duque, Alberto Carrasquilla ministro de hacienda y los congresistas todos, en honor al decoro y la honorabilidad pero con el fervor del frenesí, ¡vayan y cómanse un tarrao…!
Entre tanto del lado de los gobernados, está un pueblo agarrado a la esperanza, que, en su gran mayoría, se aferra a las oraciones, a los brujos, a la fe de sus convicciones, la fe, las agüitas de hierbas, las pomadas, los ungüentos, las mandas, las tradiciones populares, sólo espera que la clase política que eligió les haga caer el maná del cielo y que ojalá les haga llover café en el campo.
Dentro de las curiosidades de esta reforma tributaria, están estas exenciones, es decir, no pagan impuestos: Las municiones y material de guerra o reservado, Sistemas de armas y armamento mayor y menor de todos los tipos, modelos y calibres con sus accesorios repuestos, Municiones, torpedos y minas de todos los tipos, clases y calibres para los sistemas de armas, materiales explosivos y pirotécnicos, materias primas para su fabricación, elementos, equipos y accesorios contra motines, Equipos, software y demás implementos de sistemas y comunicaciones para uso de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional.
Da grima y causa escozor que mientas el gobierno nacional nos quiere “clavar” con esta reforma tributaria, la guerra, la violencia y todo lo que la rodea, están exentos de impuestos y más enfado produce es que dizque el espíritu o el propósito es para financiar programas sociales y contribuir a la reducción de la pobreza, esta reforma tributaria pretende recaudar 25 billones de pesos, pero por otro lado se destinan 14 billones de pesos para la compra de aviones de combate para la guerra.
Así es que, colombianos y colombianas, sólo de nosotros depende que esto cambie, nuestro armamento está en el voto, sería el colmo que eligiéramos a los mismos de siempre, a los mismos congresistas y al que ponga Uribe, quienes nos han llevado a este oscuro panorama. Más de 200 años con los mismos para estar en las mismas.
Si nos dejamos imbuir por el miedo, la mentira, la trampa y el engaño y votamos por los que nos quieren ver en la olla, en la perola, excluidos y explotados hasta la eternidad, quedémonos quietos y ¡vayámonos a comer un tarrao…!
*Licenciado en música, artista, docente, compositor del himno de Bucaramanga, exconcejal de Bucaramanga.
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