Por: César Mauricio Olaya Corzo/ Mañana la Sultana del Valle se vestirá de gala, cuando da inicio la más importante cita mundial alrededor del futuro del planeta, puesto que la COD 16 es ni más ni menos, la convergencia de todas las formas de expresión que los gobiernos del mundo, proyectan como los acuerdos que deberán establecerse de cara a asumir las tareas de protección de nuestra “Casa Mayor”, como bien la denominan los indígenas Kogui en su visión cósmica del planeta que ocupamos.
La primera gran tarea de esta reunión de voluntades de países comprometidos con el futuro del planeta, será la revisión de las 23 grandes metas planteadas en la pasada Cumbre realizada en la ciudad de Kunming, Montreal.
Entre las 23 metas planteadas la pasada cumbre, la primera de ellas le apunta a realizar acciones que permitan restaurar y recuperar el 30% de los territorios declarados como ecosistemas degradados, como en nuestro país pudieran citarse la barrera de corales, el bosque seco andino, los páramos y la selva amazónica.
Otra de estas 23 metas fijadas le apunta a realizar las acciones necesarias para detener la extinción de especies bajo amenaza, situación que va en aumento, a la par con la pérdida de los hábitats necesarios para la coexistencia de quienes lo habitan y se surten de ellos.
En un cuarto renglón de estas metas está la de reducir la introducción de especies invasoras en ecosistemas a los cuales no pertenecen. En Colombia tenemos varios casos de estos, algunos que hoy claman por acciones urgentes como el caso del hipopotámo, que todos sabemos, fue introducido como capricho del narcotraficante Pablo Escobar en su finca Nápoles y que, por descuido, unos ejemplares lograron escapar y hoy se están multiplicando de manera exponencial por todo el Magdalena Medio.
En un tema que no solo intento conocer y vivir con pasión, el mundo de las aves, por ejemplo, una de las metas fijadas le apunta a garantizar que la recolección y el comercio de especies silvestres, sean sostenibles, seguros y lícitos.
Cito dos ejemplos a manera ilustrativa de este caso. El primero compromete a un ave bastante perseguida por quienes anhelan tenerla enjaulada, solo por el gran pecado de que cantan bonito. Hablo del Turpial (Icterus icterus), ave insigne de nuestro país hermano de Venezuela y que hoy en algunas partes de nuestro país, prácticamente ya no se tienen registros, como sucede en prácticamente toda la costa atlántica, donde hasta hace poco, se multiplicaba el horrible escenario de ver a la orilla de cualquier carretera, a muchachos con jaulas y tramperas, ofreciendo el animalito que se comercializaba a la vista de todos, sin que las autoridades ambientales hicieran algo al respecto.
Otro caso se da con la que hoy es considerada el ave más hermosa de Colombia, la Tangara Multicolor (Chlorochrysa nitidissima), una especie endémica de Colombia, solo existente en la Cordillera Occidental, la cual alimenta hoy día un importante sector del tráfico ilegal de especies, al ser considerada como un ave exótica por la cual se pagan muy altos precios, especialmente en el mercado de países orientales como China y Japón.
Es importante destacar que estas metas, están conectadas a tres grandes retos, uno de los cuales especifica, por ejemplo, la necesidad de buscar la satisfacción de las necesidades de las personas, mediante la utilización sostenible y la participación en los beneficios.
Un punto de suprema importancia, si se tiene en cuenta que no se trata solamente de prohibir, controlar y castigar a quienes vienen haciendo uso de los recursos naturales a través de las diferentes formas de explotación del recurso, sino de generar las acciones que permitan que estas personas que antes podían ser categorizadas como enemigas de la vida, hoy hagan de estos recursos un medio de vida, sin afectar negativamente los entornos.
En este marco, quiero destacar como ejemplo, la tarea que viene realizando el Gobierno Nacional a través del proyecto CampeSena, donde a hoy, han sido capacitados en competencias laborales, más de 72.744 campesinos en todo el país, definiendo apoyos a 900 empredimientos rurales, en el llamado FEEC (Formación Especializada para la Economía Campesina).
En este mismo sentido, se destacan los trabajos realizados por la universidades, como sucede con la UIS, a través del Instituto de Proyección Regional y Educación a Distancia – IPRED-, a través del cual, cientos de jóvenes campesinos han encontrado en procesos académicos en áreas como Tecnología Agroindustrial, Administración de Empresas Agropecuarias, Gestión Empresarial, Zootecnia, Ingeniería Forestal, entre otras, encontrar razones y motivos para quedarse en sus regiones e impulsar proyectos de vida con notables beneficios, los cuales no irían a encontrar en la ciudad.
Nos extenderíamos demasiado al profundizar en el tercero de los retos, que hace referencia a las herramientas y soluciones para la implementación de estas 23 metas, pues su marco es especialmente referenciado a los compromisos a nivel Estado y especialmente, a los aportes tanto a favor de las acciones que redunden en beneficios para el medio ambiente y los recursos naturales, como la afectación económica a quienes no las cumplan, un problema de marca mayor pues involucra algo más que las buenas intenciones.
Así por ejemplo, mientras la totalidad de los países de la Unión Europea, la mayoría de países de Sur América, con excepción de Chile y Ecuador (al momento de la firma de este acuerdo sus gobiernos de corte derechista y por ende afines a la explotación sin medida de los recursos) y países potencia como Japón y Canadá, firmaron y hoy participan de las tareas y compromisos de los objetivos de desarrollo sostenible, otros países como Estados Unidos, China y Australia, no se acogieron a este propósito y continúan asumiendo un rol de negación a una realidad que el planeta reclama, cuando se mira nada más y nada menos, que el futuro mismo de la humanidad.
Estaremos muy atentos de los resultados que se den en esta cita por la vida, mientras tanto, cierro con el hermoso coro del himno de la COP16: “Paz con la naturaleza, la Casa Grande celebra”.
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*Comunicador Social y fotógrafo.