Cuando hay dificultades hay dos opciones: quedarse en las dificultades o enfrentarlas y salir fortalecido. Ejemplo reteñido es el encierro por una llamada pandemia con la cual muchos se hundieron y otros surgieron.
¿Qué surgió de esas circunstancias tan complicadas? Sin lugar a dudas a nivel mundial la conectividad se aceleró y el trabajo desde casa se convirtió en una opción real y muy utilizada ahora, tanto que en ciudades como Bogotá se trabaja, en algunas oficinas públicas, cuatro días en oficina y un día desde casa. La necesidad de ahorro del agua hoy lo agradece.
En Bucaramanga, por ejemplo, en el encierro se reactivó la Asetdaza – Asociación de la comunidad de la Institución Educativa Dámaso Zapata – en donde varios egresados se volvieron a reunir en las tertulias para construir.

Así lo reveló el ingeniero de sistemas Sergio Oswaldo Cajías Lizcano, quien contó la experiencia de Asetdaza para explicar la llamada economía colaborativa.
Aunque después del buenos días en el Salón Fundadores del Club Campestre lo que Cajías hizo fue preguntar cuántas personas de las allí reunidas tenían un taladro. Tres alzaron la mano, una de ellas contestó que lo había usado unos días atrás, otro reveló que llevaba más de un año sin usarlo y un tercero dijo que tal vez nunca lo había usado.
Cajías dijo que es posible que ese taladro guardado fuera requerido por otra persona, entonces apuntó la idea ¿y qué tal si ese taladro lo presto o lo alquilo a quien lo necesite? De esa forma quien lo necesite no tiene que comprarlo, lo presta o lo alquila, lo usa y lo regresa y así todos contentos. Economía colaborativa.
Este prólogo para informar que la economía colaborativa es uno de los buzones o renglones u opciones de la plataforma Ciudad Integral.
Pero ¿qué es la plataforma Ciudad Integral?
A ello se dedicó la reunión de este lunes 29 de abril desde las ocho de la mañana en el Salón Fundadores del Club Campestre, a poner la primera piedra de la plataforma Ciudad Integral.
El anfitrión integral fue el ingeniero Alexcevith Acosta Sánchez, quien hasta el 31 de diciembre de 2023 fue el director de la Corporación Autónoma Regional de Santander – CAS –, por cuatro años, periodo 2020-2023.

Con la experiencia en la CAS y en todo su recorrido vivencial y profesional de muchos años, Acosta Sánchez lidera desde hace varios años un intento de proporcionar una vida sustentable para dejar una tierra habitable a las nuevas generaciones.
Cumplido el reto de dirigir la CAS, Acosta Sánchez reactivó los bríos y este lunes 29 de abril encabezó el lanzamiento de la plataforma Ciudad Integral. Este día, dijo, por ser el día nacional del árbol, momento en que sembraba la semilla de su proyecto.
“La plataforma Ciudad Integral tiene como propósito servir como un centro de excelencia, innovación y acción para empoderar a individuos, comunidades, empresas y gobiernos locales, regionales y nacionales en su camino hacia un desarrollo integral y sostenible”, explicó.
Pero ¿qué es la plataforma Ciudad Integral?
“Ciudad Integral es una plataforma dinámica y proactiva que aborda de manera integral los desafíos actuales y emergentes que enfrentan las comunidades urbanas y rurales en su búsqueda de un desarrollo sostenible y equitativo”, según se presenta.
Además “se fundamenta en la interconexión y la colaboración entre diferentes sectores y actores para promover soluciones innovadoras y adaptativas que mejoren la calidad de vida, protejan el medio ambiente y fomenten la prosperidad económica de manera inclusiva y justa”.

Se propone Ciudad Integral “tratar una amplia gama de temas cruciales para el desarrollo sostenible, que incluyen la sustentabilidad alimentaria, la transición energética, la economía azul con soluciones inspiradas en la naturaleza, la economía circular, la educación ambiental, la gestión del riesgo y el cambio climático, los negocios verdes, la reforestación, la conservación económica forestal, la biodiversidad y la vida, el ordenamiento del recursos hídrico y los territorios inteligentes”.
El lanzamiento de la plataforma Ciudad Integral tenía un subtítulo que exaltaba las pequeñas ciudades inteligentes.
Según Acosta Sánchez, las pequeñas ciudades inteligentes “son comunidades menores de 50 mil habitantes que utilizan tecnologías digitales y datos para mejorar la calidad de vida de sus pobladores. Es importante optimizar la gestión de recursos y servicios y promover un desarrollo sostenible y equitativo”.