Por: Reinaldo Pérez Flórez/ Este es el primer informe de un tema extenso y vergonzoso para las dos últimas y brillantes administraciones que hemos tenido en nuestra ex Ciudad Bonita, administraciones donde se cobró la valorización de obras que todavía no se han construido, o peor aún, desaparecen los recursos públicos en pago de estudios, también hábiles para hacer inviables empresas como la de Bomberos de Bucaramanga, el amo y señor de la gaminería administrativa y ahora precandidato presidencial se preocupaba más por ridiculizar a su personal y no de garantizar una prestación de servicio adecuada por parte de esta entidad.
Cuando se administran los recursos de un municipio se debe tener en cuenta un principio fundamental en la contratación pública y es el de la planeación, en lo disciplinario el funcionario que no tenga en cuenta estos principios para la celebración de un contrato incurriría en una falta disciplinaria gravísima, desafortunadamente para la ciudad el único principio del entonces alcalde Rodolfo Hernández, era el manual de contratación del “Va porque va”, gracias a ese manual hizo la inversión de $ 4,350,888,442 millones de pesos, contrato con el que se adquirió un vehículo tipo escalera para el cuerpo de bomberos del municipio de Bucaramanga.
Hasta ahí todo va bien, este tipo de inversiones se deben hacer por la necesidad del servicio; la forma en que se pueda mitigar un incendio depende de la rapidez con la que lleguen sus máquinas, las condiciones de las maquinas dependen del mantenimiento, la administración que se enorgullecía por la pluralidad de oferentes en los procesos de licitación solo encontró a dos empresas para hacer el mantenimiento, la maquina escalera es alemana, su margen de acción es solo de diez pisos, la falta de planeación y el apetito urbanizador llevaron a la administración del señor Hernández a implementar también las famosas ciclorrutas.
¿Qué pasa con la inversión de las ciclorrutas? La Comuna No 17 es la comuna con más edificios en nuestra ciudad, por lo menos el 50% de los edificio tienen más de diez pisos, no conozco un proyecto de vivienda de la empresa HG que tenga menos de diez pisos; según una fuente de Bomberos de Bucaramanga, “los reducidores de velocidad de la ciclorruta impiden el paso de la maquina escalera, es una maquina muy bajita y los reducidores de velocidad de la ciclorruta son demasiado altos, es prácticamente imposible que esta máquina llegue a tiempo para mitigar un incendio en la Ciudadela Real de Minas”, la falta de planeación de esa administración afecta el principio de economía de la contratación estatal, apreciados amigos, la carga tributaria para sostener la economía del Estado la asumimos nosotros, los ciudadanos.
Al preguntarle a nuestra fuente por un eventual incendio en un edificio de más de 10 pisos respondió lo siguiente, “si los reductores de velocidad de la ciclorruta dejaran llegar la maquina escalera, esta es operativa hasta el piso 10, de resto sálvese quien pueda, quien demande al municipio porque no llegamos a tiempo, gana la demanda porque no tenemos ninguna maquina funcionando al 100%, la maquina escalera lleva dañada más de un año, no se ha movido del parqueadero y la canastilla sirve para vivienda pero de unos gaticos”, esa administración prometió más de “20 mil hogares felices”, no construyeron una sola casa, pero si le compro un hogar de más de 4.000 mil millones de pesos a los gatos que viven en la canastilla del carro escalera.
Está claro, la culpa no es únicamente de la administración de Rodolfo Hernández, nuestro actual mandatario de la ciudad y la directora de Bomberos tampoco han sido capaces de tener funcionando las máquinas de Bomberos al 100%, solo puede pasar en Bucaramanga y con un alcalde endosado por Rodolfo Hernández, según operarios de la empresa, las maquinas están funcionando sin sirenas, ¿pueden imaginarlo? ¿Un carro de Bomberos sin sirena? Es imposible que Cárdenas traicionara a Rodolfo, son igual de irresponsables para manejar recursos públicos, al contrario, actúa acorde a su mentor, no tiene la culpa de ser un hijo negado por el ingeniero Hernández.
Bomberos de Bucaramanga no merece esa suerte, nuestra ciudad no merece que la siga acabado un legado populista que solo ha servido para alimentar el apetito de liderazgos unipersonales, ellos son “las mismas prostitutas, pero en distinto prostíbulo” con el respeto que se merecen las trabajadoras sexuales.
Lamentamos el fallecimiento del capitán de Bomberos de nuestra ciudad William Domínguez Serrano, todo mi respeto y admiración a este héroe que eligió tener como proyecto de vida una de las profesiones más nobles y de gran responsabilidad social, la de ser bombero; respeto y admiración por tan excelente labor.
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*Abogado, Especialista en Derecho Constitucional y Especialista en Derecho Administrativo.
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