La Administración del presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, dio un paso más en la reprimenda contra sus críticos. Dos importantes figuras de la oposición fueron condenadas este 6 de septiembre a 10 y 11 años de cárcel, la última medida en la implacable represión que las autoridades han desatado contra la disidencia a raíz de las protestas antigubernamentales del año pasado.
Maria Kolesnikova, integrante de alto rango del Consejo de Coordinación de la oposición, y quien ya se encuentra bajo arresto desde septiembre de 2020 después de que resistiera a los intentos de las autoridades por obligarla a abandonar el país, recibió la sentencia de 11 años por parte de un tribunal de Minsk.
La corte la declaró culpable de conspirar para tomar el poder, crear una organización extremista y pedir acciones que dañen la seguridad del Estado. La líder opositora y su defensa rechazaron las acusaciones.
Imágenes de la televisión local mostraron a Kolesnikova levantando sus manos esposadas para hacer su signo de corazón característico y sonrió a las cámaras.
La Justicia también condenó al abogado Maxim Znak, otro miembro destacado del Consejo de Coordinación, que recibió una sentencia de 10 años de prisión por los mismos cargos imputados a Kolesnikova.
Ambos fueron juzgados a puerta cerrada y a sus familias solo se les permitió estar presentes en la audiencia final de este lunes en la que escucharon su condena.
Las protestas contra Lukashenko estallaron el año pasado luego de que resultara reelegido en unas cuestionadas elecciones en agosto de 2020, tras permanecer 26 años en el poder. La oposición y cientos de ciudadanos que se tomaron las calles, lo acusaron de fraude y de implantar la única dictadura de Europa.
Las masivas manifestaciones pacíficas fueron fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad. Más de 35.000 personas fueron arrestadas y miles golpeadas por la fuerza pública, lo que despertó el rechazo internacional.
EU pide la liberación de los presos políticos
«La UE deplora la continua y flagrante falta de respeto por parte del régimen de Minsk a los derechos humanos y las libertades fundamentales del pueblo de Belarús», declaró el portavoz de la Unión Europea en un comunicado, tras conocer sobre los arrestos.
Además, el bloque comunitario ratificó su petición para la «liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos en Belarús», que según organizaciones civiles son más de 650 personas.
«Belarús debe cumplir con sus compromisos y obligaciones internacionales dentro de la ONU y la OSCE. La UE continuará sus esfuerzos para promover la rendición de cuentas por la brutal represión de las autoridades bielorrusas», agregó la diplomacia europea.
Por su parte, el Gobierno británico señaló que estas acciones demuestran el ‘Estado paria’ que ha impulsado Lukashenko, es decir un gobierno que está fuera de las normas internacionales de comportamiento.
«La sentencia de Maria Kolesnikova y Maksim Znak muestra que las autoridades bielorrusas continúan atacando a los defensores de la democracia y la libertad», recriminó el canciller Dominic Raab.
La figura de la oposición y exiliada en Lituania, Svetlana Tikhanovskaya, que desafió a Lukashenko en los pasados comicios presidenciales, también expresó su rechazo.
«María y Maksim son héroes de los bielorrusos. El régimen quiere que los veamos aplastados y exhaustos. Pero mira, están sonriendo y bailando (…) Ellos saben que los liberaremos mucho antes de estos 11 años. Sus términos no deberían asustarnos», afirmó.
Lukashenko, quien se encuentra sancionado por la UE por la violación sistemática de los derechos humanos y el reciente desvío de un vuelo comercial para arrestar a un opositor, aún no cede a la presión internacional.