El crimen, según la investigación, fue planeado por Margareth Chacón Zúñiga, su esposo Andrés Felipe Pérez y el hermano de este, Ramón Emilio Pérez.
Los hermanos Pérez fueron mencionados en una audiencia pública por uno de los confesos asesinos de Marcelo Pecci, hoy testigo principal de la Fiscalía colombiana y que fue capturado en la primera etapa de esta investigación.
Se trata de Francisco Luis Correa Galeano, quien aseguró que Ramón y su hermano Andrés, así como la esposa de este último, identificada como Margareth Chacón Zúñiga, fueron los que le pagaron y ordenaron matar al fiscal.
Añadió que, durante la negociación, la familia se movilizaba en una camioneta de placas IMV738.
Los investigadores viajaron hasta Cartagena y durante casi seis meses buscaron en las cámaras de seguridad de la ciudad las grabaciones de dicho vehículo hasta encontrarlo.
Además, en los videos siempre aparecían Andrés, su esposa y su hermano. Al verificar la placa de la camioneta también descubrieron que pertenecía a Margareth Lizeth Chacón.
La general Olga Salazar, directora de la Dijín, dijo que para llegar a esta información “se revisaron más de 387 cámaras, se visitaron más de 287 hoteles”.
Esto “nos lleva a determinar lo que realizó la camioneta, los tripulantes en el antes, durante y después del homicidio del señor fiscal” Marcelo Pecci, agregó.
Antes del asesinato
Andrés y su esposa Margareth viajaron a Cancún, en México, días antes del crimen, el 27 de abril de 2022. En ese país, según los testigos, se reunieron con presuntos narcotraficantes, al parecer para ultimar detalles del asesinato.
Ya con el dinero y las supuestas instrucciones para ejecutar el homicidio, la pareja regresó a Colombia el 2 de mayo. Tres días después, es decir, el 5 de mayo, en la misma camioneta se dirigieron hacia Medellín, donde el testigo estrella, exintegrante de la banda criminal Los Rastrojos, aseguró que se reunió con los esposos y Ramón, que fue su compañero en el grupo criminal.
“En Medellín se reúnen Francisco Luis y Ramón para acordar el plan criminal. Posteriormente, Margareth y Andrés Felipe los recogen para dirigirse a la ciudad de Cartagena”, detalló la directora de la Dijín.

Durante el asesinato
Viajaron a Cartagena el 6 de mayo y los cuatro se hospedaron en hoteles vecinos, ubicados en Bocagrande, donde creían que estaba el fiscal Marcelo Pecci y su esposa en la luna de miel.
Sin embargo, los marcadores contratados por Francisco Luis -Marisol Londoño y Cristian Camilo Monsalve Londoño- no ubicaban a su objetivo tras dos días de búsqueda.
Horas después, en las redes de la pareja del fiscal Marcelo Pecci apareció una foto tomada en la isla de Barú, hasta donde llegaron y lo mataron.

Después del asesinato
Luego del crimen, Andrés llegó a un cajero en Bocagrande y sacó otra parte del dinero para pagarle a Francisco Luis, con el que se subió a la camioneta para regresar al hotel.
Ramón se ocultó inicialmente en Caucasia, Antioquia, mientras que en la camioneta Andrés y Margareth llegaron a Bogotá. Él se ocultó en un apartamento en el norte de la ciudad y utilizaba la misma camioneta.
Con el pago restante de los casi dos mil millones de pesos por haber matado al fiscal Marcelo Pecci, Margareth y Andrés compraron carro nuevo y dos apartamentos en Bogotá y Antioquia.
En octubre de 2022 viajaron juntos con su hijo hacia España. Quince días después regresaron a Colombia, donde los agentes de la Dijín y la Dipol los esperaban. La familia salió del aeropuerto El Dorado de Bogotá, pero se dirigió primero a un hotel, cerca de la terminal aérea. Allí permaneció dos días y salió hacia su apartamento.
Margareth Chacón, a la que le figuran 198 registros migratorios recorriendo el mundo, viajó a El Salvador, país donde tiene su lugar de residencia desde hace varios años.
Según la directora de la Dijín, “Margareth es una mujer colombiana de 42 años, manifiesta ser ama de casa, tiene una relación sentimental con Andrés Felipe y ella hace parte presuntamente de esta estructura criminal”.
Mientras en varios países de Centro y Norteamérica adelantaban la búsqueda de Margareth, la llamada cerebro de la operación, los agentes en Bogotá seguían verificando los movimientos de su cómplice y esposo Andrés.
Solía salir todos los días del apartamento después de las cuatro de la tarde, a cobrar unos giros que al parecer le hacía su esposa desde su escondite. Se quedaba hasta la madrugada jugando en los casinos ubicados cerca a su casa.
Las capturas
Ya con todas las pruebas recaudadas y durante casi seis meses de un trabajo silencioso de la Dijín, la Dipol y el CTI lanzaron el operativo de captura.
Primero cayó Andrés Pérez Hoyos en su apartamento, en el norte de Bogotá. En Antioquia detuvieron al tercer asesino financiador, Ramón Pérez. Los dos aceptaron los cargos y pidieron perdón a la familia del fiscal Marcelo Pecci.
«Yo sé que fue un error muy grande y no tengo palabras para expresar mis disculpas a la familia Pecci, más a su señora en su estado de embarazo, estoy muy arrepentido», dijo el implicado.
Entre tanto, otro grupo de investigadores le seguía los pasos a Margareth, de quien sabían que durante casi siete meses no volvió a Colombia, pero que sí recorría el mundo y que estaba escondida en El Salvador.
Con los datos, los investigadores colombianos solicitaron a Interpol emitir una circular azul para que las autoridades de El Salvador la ubicaran. Tres días después la localizaron y aprehendieron para entregársela a una comisión de la Dijín y la Fiscalía que viajó hasta ese país.
La captura de Margareth Lizeth Chacón es muy importante para las autoridades de Colombia, ya que, según los investigadores, ella puede confesar quién habría sido el empresario y narcotraficante que le pagó para asesinar al fiscal Marcelo Pecci.
La imputación contra Margareth
En la mañana de este domingo, la Fiscalía General de la Nación llevó ante un juzgado de Cartagena a Margareth Lizeth Chacón, mujer procesada por el asesinato del fiscal paraguayo.
En la audiencia de legalización de captura, el fiscal le dijo a la capturada que «usted es la coautora, a título de dolo, del delito de homicidio agravado en concurso con el delito de porte ilegal de armas». Esto, sin embargo, falta por comprobarse en un juicio.
Esta mujer fue expulsada por el gobierno de El Salvador el sábado pasado, y aterrizó en Colombia para ser procesada por dos delitos: homicidio agravado y porte ilegal de armas, los cuales le serán imputados.
Ante la lectura de los derechos por parte del juzgado de control de garantías, Margareth Lizeth Chacón anticipó que no aceptaba cargos, aunque primero fue a consultar con su abogada.
«No acepto los cargos», reiteró la mujer imputada luego de charlar con su defensa. Fue así como el juez dio por oficializada la imputación de cargos, y después la abogada de Chacón pidió un receso de una hora para ajustar temas legales.
«A juicio de este delegado del fiscal general de la Nación, no queda duda del aporte trascendental de la señora Margareth Lizeth Chacón. Tenía dominio pleno de la actividad criminal que venía planeando su compañero sentimental, Andrés Felipe Pérez, y su cuñado, Ramón Emilio Pérez», expresó el fiscal del caso.
Para él, parte del andiamaje criminal en la muerte de Marcelo Pecci se dio al interior de la camioneta Toyota, que estaba a nombre de Chacón.
El procurador, como delegado del Ministerio Público, indicó que es partidario de la posición que tuvo la Fiscalía para enviar a esta mujer, de nacionalidad colombiana pero que vivía en El Salvador, a la cárcel.
Mientras que la abogada, sobre las 5:42 de la tarde, pidió que la medida de aseguramiento para su clienta sea la domiciliaria, pues su arraigo está en un conjunto residencial de Bogotá, y sumado a eso, allegados la ven como una persona tranquila. Y de imponerse medida intramural, esta defensa solicita que sea impuesta en la ciudad de Barranquilla, donde viven sus padres».