Un escándalo salpica sin pudor a la Gobernación de Santander al saberse que frente a sus ojos pasaron 450.000 volantes con un sobrecosto del 2.000%. Le exprimieron al erario 350 millones de pesos por un trabajo de impresión que en cualquier litografía vale $20 millones.
Los organismos de control deberán poner la mira a este y otros jugosos contratos en donde la gran favorecida es Grafikar Agencia de Publicidad Ltda.
Y aunque solo los costosos volantes pueden producir escalofríos, lo cierto es que apenas son la punta del iceberg de una situación tenebrosa en donde, en la licitación anual de artes gráficas para la administración departamental siempre la ganadora es la misma. Así sucede desde el 2015, último año de la Gobernación de Richard Aguilar Villa.
El asunto toma un cariz más grave, si cabe, al sumarle como protagonista, tras bambalinas, a Luis Alberto Gil, quien sería el brazo poderoso de Grafikar, según reiteran integrantes del sector gráfico en Santander.
Lo que hace más delicado el asunto es que a Gil lo identifican como un apoyo fuerte en las campañas de los Aguilar, lo que podría dar a entender que al entregarle los contratos a Grafikar, la administración devolvería, con dineros públicos, el apoyo recibido en campaña. De hecho, Gil también apoyó a Didier Tavera en campaña y por lo que se pudo investigar, Grafikar también licitó y ganó en ese cuatrienio.
El actual Gobernador de Santander tendrá que entrar a clarificar el por qué permitió que se pagaran 355’950.000 pesos por 450 mil volantes que cualquier empresa de impresos haría igual pero solo por $20 millones, especialmente cuando días previos a la formalización del contrato fue advertido de posibles irregularidades. Y no hizo nada.
Sobrecostos gracias a la pandemia
Aunque en Colombia la cantidad de contratos irregulares se han incrementado en los últimos meses, incluso más que la propia pandemia; los que se han conocido en el departamento -pírricos, por así decirlo- no se comparan en nada con lo que sucede en el gobierno departamental.
En un solo trabajo se despilfarraron 335’950.000 pesos (más IVA) y en la Gobernación no pueden decir que fue a sus espaldas, de hecho, días antes el Veedor Ciudadano, Pedro Raúl Estupiñán Vargas, advirtió por medio de un documento al propio Mauricio Aguilar acerca de algunos líos en que se podía meter con este proveedor.
Con fecha del 5 de marzo de 2020, Estupiñán radicó un documento de tres páginas en Forest, el sitio de recepción de documentos del Palacio Amarillo. Y es parte del protocolo que esos documentos se entreguen en menos de tres horas en el Despacho del Gobernador. La advertencia llegó.
Esa misiva le daba tiempo suficiente al Gobernador para que ordenara frenar ese millonario e injustificado pago, que debía hacerse cinco días más tarde. Sin embargo, el proceso se hizo, a sabiendas, pese a la advertencia de Estupiñán.
La maraña del asunto es todavía más compleja cuando se describe que los volantes vendrían a apoyar la tan necesaria campaña contra el Covid-19. Los órganos de control seguramente no verán con buenos ojos que en Santander se inviertan 355’950.000 pesos (más IVA) en unos volantes que podrían conseguirse en $20 millones, más cuando el Departamento está ad portas de una alerta roja sanitaria y se requieren recursos con urgencia para reforzar el sector salud a todo nivel.
Los casos de contagios y de decesos en Santander por la pandemia están al alza, pese a que se trate desde la oficialidad de darle más energía a la cifra de recuperados, que también valen, pero ante un deceso el camino es de no retorno.
Más grave todavía es que una de las pocas empresas que tiene músculo financiero fuerte, en cambio de aportar a las finanzas públicas, le rape, sin que encuentre oposición, una tajada millonaria a los recursos públicos. A ojos vista.
Así es el negocio, socio
Grafikar en las últimas tres administraciones departamentales suma más de 9 mil millones de pesos en contratos, el último de ellos en el 2020 por $1.400 millones, firmado hace apenas unos meses. La práctica no cesa.
Cada año desde el 2015 licita y obtiene el contrato de artes gráficas para la administración departamental el cual nunca es inferior a 1.000 millones de pesos.
Solo en el año 2018 el nombre del ganador en la licitación pública cambió de nombre y de Grafikar pasó a llamarse Distrimacro. Y aunque cambió de nombre, no cambió de manos.
Distrimacro Soluciones de Confianza se presentó a licitación pública para obtener el contrato de artes gráficas de la administración departamental. En 2018 solo hubo dos proponentes: Grafikar y Distrimacro.
Por alguna razón que nadie ha podido explicar -aunque podría ser que le dijeron que su nombre jugaba y ganaba siempre y eso era sospechoso- Grafikar decidió retirarse de la licitación y por sustracción de materia el elegido fue Distrimacro.
En los papeles a que tuvo acceso Corrillos! durante la investigación, y que reposan en los archivos de la Gobernación de Santander, el Representante Legal de Distrimacro es el piedecuestano Luis Alberto Monsalve Díaz.
Al completar sus estudios de secundaria en el Isidro Caballero, de Floridablanca, Monsalve inició su vida laboral. Fue operario de planta en Tejas Centro tres años y nueve meses. Desde 2009 fue Jefe de Producción en Visual Publicity hasta el 27 de agosto de 2013.
De allí pasó -coincidencialmente- a Grafikar Ltda desde el primero de septiembre de 2013, en donde, desde el cargo de Coordinador de Acabados, logró un ascenso meteórico. En 2016 Monsalve hizo un curso de alturas que le sirvió a Grafikar para reforzar su propuesta en la licitación de ese año.
Pese a que el salario de Monsalve no pasaba del millón mensual, en 2018 entró a competir en la licitación con la empresa Grafikar, la misma que lo había contratado desde el 2013, pero esta vez Monsalve iba como representante legal de Distrimacro.
Corrillos! estableció que Distrimacro, para reforzar su posición, presentó en la Licitación la factura de Venta del 8 de febrero de 2016, número 00004668 de una Impresora KE-JET 3200 4 PH EPSON (ESS1304). La impresora según factura de venta de SIGN Solution SAS, con sede en Bogotá, valía al contado 71’810.345 pesos, IVA incluido.
Extrañamente la misma factura 00004668 la tiene Grafikar con fecha de 6 de octubre de 2014, por la compra de una Impresora KE-JET 3200 4 PH EPSON (ESS1304) por valor de $60 millones y Grafikar la presenta en la licitación de impresos en la Gobernación de Santander para el año 2020.
“Soldado advertido…”
Aunque el incumplimiento de requisitos, facturas ficticias y demás irregularidades por parte de Grafikar fue advertido a Mauricio Aguilar en la comunicación de Estupiñán, el proceso siguió su curso, pese a lo que -de manera irregular- se había registrado en años anteriores.
En 2018, Distrimacro ganó la licitación según Proceso de Contratación N° GRA-SA-18-05 firmado con la Gobernación de Santander con el propósito de suministrarle a la contratante: formas impresas, empastes, señalización y piezas publicitarias.
Copia de esa factura aparece en la página 552 del Archivo Proceso 2018 en la web de la Gobernación de Santander. Prueba irrefutable de que Monsalve Díaz se hizo acreedor ese año al contrato de $1.800 millones. Todo es oficial.
En los años diferentes al 2018, Grafikar Agencia de Publicidad Ltda ha sido la consuetudinaria ganadora de las licitaciones en la Gobernación de Santander para suministrarle formas impresas, empastes, señalización y piezas publicitarias. En 2020 por ejemplo el contrato es por $1.400 millones. Y el titular de ese contrato, sí señores, es Grafikar Agencia de Publicidad Ltda.
Pese a que en el 2018 Distrimacro tuviera como Representante Legal a Monsalve y que el teléfono fijo y la dirección que suministró en los documentos de legalización extrañamente son de Grafikar al llamar al teléfono contestan “Grafikar, buenos días”, y la dirección que suministró en la Cámara de Comercio y la DIAN no existe, en la Gobernación de Santander consta que ese año la licitación no fue adjudicada a Grafikar. ¿Será ello un delito?
En la comunicación de Estupiñán y entregada al Gobernador, refiere que Grafikar presentó en las licitaciones facturas de cuando Sign Solution SAS, la supuesta empresa proveedora de los equipos de artes gráficas, no tenía Resolución de la DIAN para facturar.
Sign Solution recibió la Resolución de facturación el 4 de junio de 2014, con autorización para facturar del número 4.001 al 10.000. Pero las cuatro facturas que presentó Grafikar son del año 2013, cuando no existía para la vida legal: la factura Nº 1845 del 26 de septiembre, la Nº 2830 del 12 de junio, la Nº 2864 del 14 de junio y la Nº 3102 del 14 de junio.
Todas con número inferior al 4.001 autorizado, y de fecha anterior a la Resolución de la DIAN. Detalles que vislumbraban rasgos indelicados, pero que no quisieron ser vistos. Y siguieron.
Toda esta información es pública y Corrillos! la obtuvo al revisar la página web de la Gobernación de Santander / archivo de contratos año 2015.
Es claro, por los propios documentos que Grafikar entregó para legalizar los contratos y presentar las cuentas de cobro, en las licitaciones que ganó desde el año 2015, que utilizó facturas no autorizadas, de una empresa proveedora de quipos que no existía y con una Resolución de Facturación de la DIAN que solo fue legalizada tiempo después. Tres factores muy sospechosos.
“Con lo que no nos cuesta…”
Como si nada, el león volvió a rugir en 2020, y este año Grafikar ganó la licitación por 1.400 millones de pesos. Dos tareas ha cumplido: hacer 9.000 adhesivos para cajas y carpetas tamaño 11×14 centímetros, por 2’250.000. Y producir 450.000 volantes personalizados tamaño 22×14 centímetros, papel propalcote de 115 gramos, por 355’950.000 pesos (más IVA). En las dos actividades los costos presentados fueron por 358’200.000 pesos.
La Gobernación de Santander fue advertida de los sobrecostos en más de 2.000% de los volantes. A su Palacio llegaron informes que lo ponían en alerta.
El supervisor del contrato debe saberlo, como lo supo Corrillos!, que con solo levantar el teléfono y cotizar los volantes en empresas santandereanas de artes gráficas, que en Bucaramanga y su área metropolitana se tienen y trabajan muy bien, la respuesta lo hubiese dejado pasmado.
Corrillos! en menos de dos horas cotizó en tres empresas del sector y encontró: Primero los volantes debían ser personalizados y en papel propalcote de 115 gramos. Así se registró en la actividad específica del contrato que reposa en la Gobernación.
Volante Personalizado significa que llegan impresos con su nombre, así como le llega la factura del agua, a su nombre. Pero los volantes entregados no fueron personalizados y tampoco los hicieron en propalcote de 115 gramos, los imprimieron en bond de 75 gramos (como aparece en la muestra de impresión suministrada por Grafikar para la legalización de la cuenta.
Unos volantes personalizados -como lo define la factura- podrían llegar a costar los $80 millones. Volantes sin personalizar como los entregados se pueden hacer en Bucaramanga en $20 millones.
Debe ser muy poderoso el propietario, para que Grafikar (más IVA) haga un trabajo de 20 millones de pesos y le cobre a la Gobernación de Santander 355’950.000 pesos y el supervisor del contrato esté callado y el Gobernador de Santander sin reaccionar, pese a que a su mismo despacho llegó la alerta. ¿La vio o no la quiso ver?