Por: Roberto Aponte/ En uno de mis paseos a la mesa de Los Santos recuerdo vislumbrar un extenso terreno, el cual consistía en varias hectáreas de cafetales y cuyo fruto tiene fama de ser bastante competitivo a nivel internacional. Esto es un recordatorio de que Santander, aunque no sea parte de la conocida zona cafetera, también puede destacar en la generación del producto insignia del país.
De niño y en mi juventud, solía visitar la finca de mis abuelos en Chinácota, Norte de Santander, donde también existe un cultivo de café cubriendo una loma, recorrerlo es un camino agradable y he observado los procesos necesarios para comercializar este fruto. Esta energética baya roja ha sido parte fundamental de la vida de muchos colombianos.
Todos los sembrados exigen de espacio y de los nutrientes del suelo para poder desarrollarse, el hecho de que el café sea un cultivo de sombra requiere de varios árboles que permitan su crecimiento optimo, lo que supone un aparente alivio para los bosques. El comportamiento de las plantas de sombra, es una dinámica ecológica necesaria para el mantenimiento de densos bosques y selvas, ya que estas especies demuestran una capacidad de adaptación ante un entorno de alta competencia.
Por eso esta actividad ha sido ligada con la protección de los recursos naturales y en este escrito mencionare algunas especies vegetales, que siendo compañeras del café han aportado a mantener el equilibrio en el medio ambiente y cada una de esta destaca por sus funciones en el ecosistema.
Tachuelo (Zanthoxylum rhoifolium): Árbol de crecimiento rápido y longevo que puede crecer casi hasta veinte metros de altura, debido a esta característica es ideal para procesos de restauración ecológica. Las flores de esta especie atraen a las abejas y las aves se alimentan de sus frutos y semillas colaborando con su propagación. Su madera es manejable.
Nacedero (Trichantera gigantea): Puede expandir su altura hasta los doce metros. Especie ideal para el control de erosión debido a la densidad de sus raíces laterales las cuales disipan la energía del agua de escorrentía y evita derrumbes en ríos y quebradas. Debido a que la mayoría de los cafetales se encuentran en zonas montañosas, este árbol es ideal para mantener la estabilidad en estos terrenos y también para proteger los nacimientos que cruzan por estos lugares. Produce bastante néctar por lo que atrae a especies de colibrís, hormigas y abejas y los turpiales se alimentan de sus pétalos.
Cedro (Cedrela Odorata): Árbol longevo y de rápido crecimiento que puede alcanzar los treinta metros. Sus cualidades sumado a su resistencia a la luz, lo convierten en una especie utilizada para procesos de restauración ecológica. Su principal uso comercial es su madera, por la cual esta especie ha sido bastante explotada al punto de estar en peligro de extinción. Sembrarlo en los cafetales ayuda a recuperar esta especie, la cual puede perdurar durante años.
Nuquetoro (Persea Rigens): Una especie perteneciente a bosques maduros, por lo que necesita sombra para poder proliferar. Pertenece a la familia del aguacate y al igual que este posee un voluminoso fruto con una gran semilla, el cual atrae a varios animales que se alimentan de esta como aves que van desde pavas de monte hasta tucanes y a mamíferos como ardillas y osos de anteojos, incluso sus flores son visitadas por las abejas. También tiene madera de alta calidad.
Punta de lanza (Vismia Baccifera): Su nombre viene de la forma alargada y puntiaguda de sus hojas. Sus bayas son comidas por aves y murciélagos, y las flores atraen a insectos como mariposas y avispas. Es una especie pionera bastante adaptable y que crece rápido, que puede restaurar suelos desgastados y estabilizar y proteger nacimientos y quebradas, por esto mismo puede aparecer con la maleza en terrenos inutilizados. Uno de sus productos comerciales es su latex, del cual se obtienen derivados como aceites, taninos y tintes. La madera puede utilizarse como leña.
También tenemos varias especies de leguminosas que aportan nitrógeno al suelo lo que les otorga nutrientes a las plantas de café de este grupo podemos mencionar al chachafruto (Erythrina Edulis), carbonero (Albizia carbonaria), guamo (Inga spp) y el colorido guayacán (Tabeuia spp).
Incluso hay especie invasoras que presentan una alta capacidad colonizadora y por lo mismo son consideradas maleza, pero si va a iniciar un cultivo de café en un terreno abierto, estas plantas ayudan a formar el bosque en el que se mantendrá el cultivo y de esta forma se puede reforestar y a su vez tener una fuente de ingresos bajo el cobijo de los árboles.
De esta forma nos damos que, analizando el entorno de una importante actividad económica para el país, podemos disfrutar la naturaleza y aprovechar las plantas autóctonas de nuestra región, las cuales prestan su apoyo para este valioso cultivo.
*Ingeniero Ambiental y escritor.
Twitter: @robustories
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Fuente: Espinosa y Lopez, (2019). Árboles nativos importantes para la conservación de la biodiversidad. Propagación y uso en paisajes cafeteros.