Por: Yuli Metaute Londoño/ La estrategia del candidato de Barranquilla fue aprovechar el “morbo” y el imaginario que conoce muy bien del común de los colombianos, enfocando sus respuestas a través de las redes sociales en un “lío de faldas”, y no en lo realmente importante de fondo, que son las denuncias graves de la exsenadora; las cuales incluyen compra de votos, contratación, fuga, intento de asesinato y hasta violación.
Entonces lo nefasto fue que en las redes sociales se regaron como pólvora las fotos que evidenciaban el “romance” entre el exalcalde de Barranquilla y la excongresista Aída Merlano; y no se regó como pólvora el presunto entramado de corrupción orquestado por él.
¡Hágame el bendito favor!, seguimos viviendo en un país donde el morbo por una infidelidad es más importante, que un delito de compra masiva de votos, y adicional, la autoría intelectual de la fuga de la cárcel de su amante en el año 2019, entre otros.
A eso se le suma el pacto de silencio, del Equipo por Colombia, la coalición de la derecha en las presidenciales, que incluye a Federico Gutiérrez, Enrique Peñalosa, al excongresista David Barguil y a Ayde Lizarazo, quienes han pretendido evitar las esquirlas de esta explosiva denuncia que le estalló a uno de sus precandidatos y a su gente en la cara.
Ya el resto, todos se lo saben de memoria, la estrategia del precandidato y tengo que decir, bien pensaba, fue hacer énfasis en la infidelidad a su esposa, e insistió en que no apoyó a Merlano en las elecciones, según él, que era imposible que hiciera una alianza con la excongresista porque él pertenecía al partido Cambio Radical y ella, al Conservador (Como si los politiqueros de Colombia respetaran vainas como esas, como si no supiéramos el poder que tiene la familia Char en Barranquilla) según él, se concentró en la relación afectiva.
Y cuando estalló la bomba, los colombianos sirvieron de “idiotas útiles” para darle bombo a esa teoría, sin enfocarse en lo realmente delicado de las declaraciones de Merlano.
Y pues, ojalá le den un principio de oportunidad a la exsenadora para que siga con el ventilador encendido contra su examante y otros politiqueros. Que las autoridades hagan el trabajo de verificar lo que dice y las pruebas que entrega, que no siga ganando en este país el conflicto de intereses de una de las familias más poderosas de Colombia y mucho menos que no siga ganando la ignorancia de la gente, al darle importancia a lo que en realidad pasa a un segundo plano.
Y la perla… “Me dijeron que me iban a ayudar, que no querían problemas. Que lo único que buscaban era que yo guardara silencio y me fuera mientras me solucionaban los líos jurídicos en Colombia. Prometieron 20.000 cosas y pensé que cuando me declararan inocente podía volver y no pasaba nada. Eso fue lo que creí. Pero no entendí nunca que lo que realmente querían era sacarme para posteriormente asesinarme. El plan era matarme en una finca en Valledupar y dejarme enterrada en el César”, apartes de las declaraciones de Merlano.
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*Comunicadora Social y Periodista, locutora, presentadora de TV. Adscrita a la Asociación Colombiana de Periodistas de Bogotá. Actualmente labora para RCN Radio, conduciendo noticiero, programa deportivo y transmisiones del Fútbol Profesional Colombiano. Directora de Cotorra Digital.
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