Tras las declaraciones del presidente de Colombia, Gustavo Petro, ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde alertaba sobre los serios problemas de flujo de caja que tenía la Nación y las consecuencias que esa situación tendría en el cumplimiento de los planes, programas y proyectos prometidos en campaña, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla ha estado ideando ´fórmulas’ para cubrir el déficit.
Durante el trámite fallido del Presupuesto General de la Nación para la próxima vigencia, quedó en evidencia que el ejecutivo no tiene claras las fuentes de financiamiento del monto total.
Un reciente informe realizado por los analistas de la Gerencia de Investigaciones Económicas de la Vicepresidencia de Internacional y Tesorería de Banco de Bogotá, explica que aun cuando a corte de septiembre el gobierno ha comprometido recursos para cumplir con la Regla Fiscal, hay factores podrían poner esto en riesgo.
“Para contrarrestar la sorpresa bajista en los ingresos tributarios y poder honrar la RF, el Gobierno se comprometió en la actualización del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) a reducir su gasto de inversión y funcionamiento en $50.8 billones (B) frente a lo apropiado en el Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2024 por $408.1 B; es decir, que del 100% de los recursos asignados, podría ejecutar como máximo 87.6% para cumplir la RF”, se lee en el documento.
A renglón seguido, los analistas del Banco de Bogotá sostienen que la contratación desproporcionada que se viene presentando, la cual ha superado los topes propuestos, podría tener el efecto contrario al perseguido.
“Los recursos comprometidos no son, necesariamente, equivalentes al gasto efectuado por la Nación. Según el CARF, los compromisos son la reserva de una parte de las apropiaciones para un gasto específico en el futuro, que se genera mediante actos y contratos expedidos por órganos públicos en su capacidad de contratar y comprometer el presupuesto. En el caso de no ejecutarse el contrato, los recursos en reserva se liberan y representan, en las cuentas de la Nación, una especie de ahorro pues el gasto no se llevó a cabo”, explican.
Ahondando en los problemas serios que tiene el gobierno en ese sentido, advierte que, aunque se ha reducido el gasto público, esa situación no es necesariamente, una buena noticia en términos de Hacienda Pública.
“Durante los primeros nueve meses del año, las obligaciones fueron 54.2% del total del PGN, por debajo del límite antes mencionado de 59.4% para esta época del año calculado por Investigaciones Económicas (IE). Esto es una noticia positiva para la sostenibilidad de las finanzas públicas, pero negativa en materia de actividad económica. Por lo tanto, la brecha entre compromisos y obligaciones sugiere que el Gobierno está presentando problemas en la ejecución, ya que, si bien compromete los recursos, estos proyectos no se están desarrollando, reduciendo las obligaciones de pago del Gobierno”, dicen los investigadores del Banco de Bogotá.
Finalmente, señalan que las fórmulas usadas por el gobierno para evitar el incumplimiento no están funcionando o mejor, tienen un enfoque equivocado, lo que podría a futuro generar dificultades en materia de inversión pública.
APN Noticias