Francisco González, líder indígena, resalta los desafíos a los que se enfrenta su comunidad debido a la escasez de agua, forzándolos a viajar largas distancias para conseguirla en pozos contaminados. La misión La Guajira ha edificado 75 pozos, establecido 7 plantas de potabilización y proporcionado soluciones energéticas a más de 50 comunidades.
Francisco González, integrante de una de las comunidades indígenas de la Alta Guajira, reveló que su familia ha vivido en esta zona del país desde hace varias generaciones.
Sin embargo, esa concepción de comunidad se ha visto atropellada durante décadas por la falta de una solución de agua y por los tormentos que deben padecer los indígenas para no desfallecer ante la sed.
“Nosotros teníamos que ir a buscar el agua a kilómetros, entre seis y ocho, a donde existiera un jagüey ”, aseguró.
Un jagüey es un pozo que las comunidades utilizan para almacenar agua lluvia, a falta de otra fuente, por lo que desde ahí beben las personas, pero también lo hacen los animales, quienes contaminan el agua con sus excrementos. Además, esa agua se usa para lavar la ropa y los enseres de la cocina, por lo que no es apta para el consumo.
Por eso, en el último año, Misión La Guajira ha trabajado en la construcción y recuperación de 75 pozos, así como en el desarrollo de 7 plantas potabilizadoras y en la implementación de soluciones de energía para más de 50 comunidades.