Por: Luis Carlos Heredia Ordóñez/ La crisis de las basuras en Bucaramanga, es uno de los grandes problemas ambientales que explica la falta de la presencia de profesionales ambientales idóneos, que tengan una capacidad técnica en la resolución de problemas de residuos sólidos.
Este problema es la consecuencia de la falta de criterio y precariedad en la búsqueda de talento humano idóneo en la alcaldía de Bucaramanga liderada por Juan Carlos Cardenas.
El relleno sanitario el Carrasco es un botadero de basura modificado para reducir la contaminación ambiental. Ha sido históricamente un grave problema ambiental para el área metropolitana de Bucaramanga y otros municipios aledaños.
Actualmente, los pasivos ambientales generados por la falta de una planeación estratégica y eficaz en el relleno sanitario o botadero el Carrasco, han sido más que evidentes, debido a la vergonzosa gestión que han hecho los encargados municipales como la Empresa Municipal de Aseo de Bucaramanga (Emab), la alcaldía de Bucaramanga y la subsecretaría de medio ambiente.
Estas instituciones burocráticas, han demostrado falta de sensatez y de sentir la ciudad. Este ha sido el común denominador en la ausente gestión ambiental, en la falta de resultados en los procesos de saneamiento básico, que nos lleve a ser eficientes y eficaces.
Durante los mandatos de Rodolfo Hernández y Juan Carlos Cárdenas, la desidia e improvisación técnica en los temas ambientales ha sido la norma.
Especialmente, estos dos alcaldes han demostrado que no tienen el conocimiento técnico y el carácter para brindar soluciones a este grave problema y mucho menos se asesoran por profesionales en ingeniería ambiental con experiencia y formación en el tema que pueden brindar una visión de la solución desde la sostenibilidad ambiental.
En el caso de Hernández, su incoherente actitud frente a los temas ambientales y el tremendo desconocimiento de su equipo de «asesores», creyendo que el cambio climático es un invento.
El exalcalde y ahora senador ha demostrado tener un enorme desconocimiento de la gestión ambiental urbana en Bucaramanga, la cual la ha convertido en un negocio para coimas y corrupción, pero también como una bandera para encarcelar periodistas que descubren y exponen sus insanos y dudosos negocios con Vitalogic RSU.
Por el lado de Cárdenas, un alcalde que ha demostrado ser un demagogo que piensa justificar por medio de argucias y leguleyadas ante los jueces de la república, la inoperancia y estulticia en plena emergencia sanitaria que ha puesto y pondrá en riesgo la salubridad de los bumangueses.
Un alcalde que se ha quedado corto en brindar una solución de ingeniería, porque desde su autismo ejecutivo y lleno de palabrería, solo acierta en proyectar un comportamiento de youtuber, el cual solo le importa ir a ver a fútbol, tomar en conciertos, comer empanadas, bailar cumbia, pero que no brinda gestión y soluciones a la crisis del Carrasco y las basuras.
La realidad en las dos últimas alcaldías frente a la gestión ambiental y contundentes resultados, ha sido desastrosa.
Estas dos alcaldías que han demostrado ser cómplices del populismo, la corrupción, las coimas, y peor aún, la falta de un criterio de sentido común que defienda el derecho a un medio ambiente sano el cual ha sido vulnerado por estos alcaldes, incluso desobedeciendo a los jueces de la república que salvaguardan este derecho de los ciudadanos del área metropolitana de Bucaramanga.
Se hace necesario en Bucaramanga un sistema de gestión ambiental eficaz liderado por profesionales ambientales y de sostenibilidad ambiental, que permita la implementación de nuevas tecnologías, principalmente enfocadas en la reutilización y en la conexión que debe haber entre los sectores productivos y los sectores encargados de la recuperación de materias primas.
Se requiere de proyectos serios en la transformación del gas y de la minería de los residuos sólidos, eslabón fundamental para garantizar el aprovechamiento y la reducción de las emisiones de gas de metano, que pueden ser utilizadas para proyectos de Independencia energética y de paso para reducir las emisiones de este gas de efecto invernadero, que es nocivo para el planeta tierra y la calidad del aire.
La gestión ambiental no solo se trata de crear parques, también se trata de utilizar la ingeniería para reducir la dependencia de un relleno sanitario; que al final de cuentas producen más pasivos y problemas ambientales que soluciones reales a la ciudad de Bucaramanga.
Se requieren de alcaldes que entiendan que la ingeniería ambiental y el saneamiento básico es para brindar soluciones y calidad de vida los ciudadanos y no para hacer negocios turbios por medio de coimas notariadas.
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*Tecnólogo ambiental e ingeniero ambiental.
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