Por: Irving Herney Pinzón/ El hombre por naturaleza es religioso, independiente de la fe que profese o al “Dios” que adore, en todas partes Dios se presenta de una u otra manera, bien lo decía San Justino con su expresión latina: “Semina verbi” que traduce las semillas de la palabra, para referirse a que en todas las religiones y me atrevería a decir en los no creyentes también Dios está presente y actúa de una u otra forma, y nosotros como seres humanos no podemos limitar el actuar de Dios y encerrarlo o encasillarlo de acuerdo a nuestra creencia, fe, religión, manera de pensar u actuar.
La pregunta de usted señor lector será: ¿Y a qué viene todo esto? Y la respuesta es muy simple a la relación que en estos días guarda la Religión y la Política y veamos por qué. Desde la antigüedad la política ha querido valerse de la religión, aunque en algunas ocasiones ha sido al contrario y es por culpa de ello que han existido momentos trágicos para la historia, prueba de ello fueron las cruzadas, la inquisición la división de la iglesia, el fundamentalismo religioso, los estados y gobiernos totalitarios, la persecución bipartidista, etc.
La religión debe mantener su autonomía, los curas y pastores no pueden querer ostentar puestos políticos o tomar posiciones tajantes y extremistas frente a la politiquería; claro que deben ser esa voz que anuncia y denuncia, pero para ello deben mantener su autonomía, su libertad no estar ligados a ningún partido político que les impida ver la podredumbre que hay al interior de estos.
Unas sabias palabras de Jesús que guardan relación con lo que hemos venido hablando son: “Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios” lo digo porque en Colombia existen posiciones ideológicas, partidos políticos que han querido adueñarse de Dios, convirtiendo en enemigos de la fe a aquellos que piensan diferente a ellos y los vuelven fácilmente en ateos, herejes, anatemas, solo por abrazar posiciones ideológicas diferente, a tal punto han llegado que se han creído “jueces” para establecer quienes se salvan y quiénes no.
La política se ha adueñado de la religión y los creyentes se han prestado como cómplices de ello. En estos días hemos visto como en EE.UU. a propósito de las elecciones han salido los fundamentalistas politicoreligiosos a defender a Trump bajo el argumento de la fe, en una mano llevan la cruz y en la otra las armas porque consideran que todos los problemas se solucionan a sangre y fuego; creen en Dios y van a culto y no son capaces de perdonar al estilo de su maestro Jesús, como diría Gandhi “Me gusta tu Cristo… No me gustan tus cristianos. Tus cristianos son tan diferentes a tu Cristo, no hay nada malo en el cristianismo, el problema es con ustedes cristianos, que no comienzan a vivir con base en lo que ustedes mismos enseñan», en otras palabras, eso se llama coherencia de vida.
Dios no se encasilla y nosotros no somos dueños de Él. La política y determinado sector se ha querido adueñar y para ello han vendido su alma al diablo permitiendo que porque algún partido político defiende determinados valores, todo los que piensen diferente son sus enemigos, se ha permitido que la religión se convierta en la esclava de la política, en la prostituta que solo se busca cuando se necesita, para favorecerse de sus adeptos o creyentes y lo hemos venido permitiendo, nos hemos vuelto los fariseos que Jesús tanto criticaba y rechazaba “son sepulturas, tumbas blanqueadas que por fuera están bien pintadas pero que por dentro están podridas” se ha vendido a Dios y la fe al mejor postor, solo porque en sus labios o en sus perfiles de Facebook o WhatsApp montan imágenes o mensajes religiosos. La politiquería prostituyó la religión, convirtiendo a sus creyentes en fundamentalistas religiosos, y con la venia de ellos mismos, vendieron a Dios.
A propósito de fe, religión y política… ¿Qué pensará Dios de todo esto?
*Magister en Educación, Docente Investigador Filosofía y Ciencias Sociales y Candidato a Doctor en Educación.
Facebook: Irving Herney Pinzòn T
Twitter: @Irvingherney
La fe y la religión se a prestado para participar en politiqueria, se a convertido en una forma de manipular y generar una presión social sobre los demás, en donde si no compartimos estas ideologías que nos quieren imponer nos encasilla automáticamente como un ateo y creen que tienen el derecho de dictaminar quienes se salvan y quienes no.
Y los creyentes se han prestado como cómplices de todo esto, cegados por su fe y las ideologías que les han impuesto, creen que la única forma de solucionar las cosas es utilizando la violencia y se les a olvidado seguir los pasos de su maestro Jesús, creen en Dios y van a la iglesia pero no son capaces de perdonar como Jesús.
No podemos encasillar la religión y la fe de acuerdo a nuestras creencias, cada quién lleva su fe y sus creencias de una manera diferente y es totalmente aceptable.