Por: Rubby Flechas/ Hoy celebramos el día más esperanzador del año, el día de las velitas, con la que inicia oficialmente la Navidad. Faroles y velas de todos los colores, iluminarán y llenarán de magia cada hogar.
Aunque no todos nosotros celebramos este día pensando en la Inmaculada Concepción, si es más que tradición que, aunque sea en una cartulina en la mitad de un apartamento, prendamos una velita y pidamos un deseo.
Este día me encanta especialmente porque tiene un espíritu humilde y sencillo. Es un acto fácil y rápido, pero no deja de ser un ritual que nos une no sólo con nuestra familia y amigos, sino que nos da el espacio para estar al menos por segundos con nosotros mismos. Es una ceremonia y una oda a la esperanza.
Afortunadamente tenemos este día donde por un momento podemos sentarnos a pensar en nuestros deseos, en lo que queremos mejorar o cambiar, o lo que queremos lograr. Es curioso como muchas personas pedimos por intangibles y temas espirituales, y dejamos en segundo plano lo material.
Pero por supuesto, cada quien es libre de pedir lo que considere que necesite. Y es que después de todas las nuevas corrientes que nos intentan hacer sentir mal por no cumplir un prototipo de humano perfecto, lo único que nos queda es la esperanza de poder cumplir los sueños que pedimos en silencio.
Ojalá podamos hoy acallar los intelectualoides que conspiran en contra de lo light, que nos dicen que no debemos permitirnos afectar por los comentarios de los demás, que nos dicen que no nos comparemos con nadie, que no nos auto saboteemos y que somos únicos y poderosos. Pero en realidad no sabemos cómo no afectarnos, cómo dejar de compararnos, como no sabotearnos y que difícilmente nos sentimos bendecidos y afortunados.
Ojalá hoy sea un día para dejar de un lado los qué dirán, para poder pedir lo que realmente queremos obtener.
Y es que esta noche de velitas no es cualquiera. Después de casi dos años de pandemia, viendo como empezamos a retomar lo pausado. Visitas de familiares, planeación de vacaciones, organización de novenas y preparativos para navidad y año nuevo, marca un antes y un después de estos meses de desazón y miedo, que a pesar de no haber salido del todo de la tormenta, ya poco a poco vemos un poco más la luz.
Cientos de familias adoloridas, de negocios marchitos y de sueños rotos en una nueva Navidad que ojalá sea un espacio de respiro y de sanación para cada uno de ellos. Hogares donde un poco de esperanza vale oro.
Así que mi deseo para esta noche es que todos podamos darnos unos minutos para pensar qué queremos pedir, y que nos comprometamos para hacer todo lo posible por cumplir nuestros sueños. Y que, por su puesto, como todos sabemos, que lo último que nos permitamos perder, sea la esperanza.
Por eso los invito a preparar el espacio y dejarse llevar por el espíritu del día. A armar plan, aunque sea por video llamada, y prender las velitas con sus amigos y familiares.
…
*Economista, especialista en gobierno, gestión pública, desarrollo social y calidad de vida.
Twitter: @rubbyflechas
Instagram: @rubbyflechas