Para este miércoles 6 de octubre estaba citada la patrullera de la Policía, Andrea Cortés Guarín para que se presentara en una audiencia de imputación de cargos por los hechos que rodearon el robo de una crema en una droguería en Bogotá.
La defensa de Andrea Cortés Guarín –recordada por ser la primera trans en ingresar a la Policía- solicitó aplazar la diligencia judicial en la que se le iba a imputar el delito de hurto argumentando que la uniformada presenta problemas de salud.
La imputación de cargos se convocó después que la Fiscalía General recibiera la denuncia de la vendedora de la droguería quien señaló que ante un descuido la patrullera se llevó una crema para el rostro que estaba avaluada en cerca de 90 mil pesos.
En la denuncia señaló que tras el cierre del local en la noche del pasado 23 de junio notó que había un descuadre, hecho por el cual revisó los videos de las cámaras de seguridad y observo que la patrullera, después de cancelar dos productos, toma una crema por la que le había preguntado, la mete en su bolsa y se la lleva sin pagar.
El pasado lunes, tras un proceso disciplinario interno, la Policía la destituyó e inhabilitó por once años para ejercer cargos públicos. Esto al considerar que incurrió en una falta grave, violando así varios artículos de la ley 1015 del 2006 (régimen disciplinario de la Policía Nacional).
En dicha ley se cita que el hecho de tener antecedentes disciplinarios y haber cometido el delito con el uniforme puesto representaron un agravante en la decisión.
Fuentes cercanas a la Policía que en 2018 la patrullera había sido sancionada por incumplir la orden que le dio un superior jerárquico. En el caso que ha causado tanta polémica se advierte que no se sanciona «el robo de la crema» sino el robo como tal, así como lo señala la ley.
La defensa de la patrullera, quien radicará un recurso de reposición ante la Procuraduría General, indicó que esta sanción se trató de un acto de discriminación y persecución por su condición sexual.