Un juez noveno penal especializado de Bogotá condenó a cuatro años y medio de prisión al excongresista santandereano Luis Alberto Gil Castillo. Según el fallo en su contra, se le encontró responsable de participar en una red criminal que ofrecía sus servicios para interceder o entregar información privilegiada de procesos judiciales y administrativos.
Gil Castillo, quien logró un preacuerdo con la Fiscalía, había aceptado los delitos de concierto para delinquir agravado, cohecho propio y tráfico de influencias. Ese reconocimiento fue avalado por la juez de conocimiento, quien lo declaró responsable de esos delitos, en calidad de cómplice.
El exsenador fue capturado en flagrancia el 1°. de marzo de 2019, en un hotel del norte de Bogotá. En el momento del procedimiento, estaba reunido con otros señalados integrantes de la organización ilícita que negociaban con una tercera persona distintas maniobras para congelar o dilatar un trámite relacionado con la extradición a Estados Unidos de Seuxis Pausias Hernández Solarte, alias Jesús Santrich.
Simultáneamente a ese encuentro, expuso la Fiscalía, en otro hotel, dos hombres recogieron una maleta con 460.000 dólares, que correspondían al pago por la mediación ilícita.
La condena, además del tiempo de cárcel, también impone al excongresita una multa de 1.424 salarios mínimos legales mensuales vigentes e inhabilidad para el ejercicio de funciones públicas por cinco años.
La decisión es de primera instancia y contra la misma proceden los recursos de ley, como la apelación.
La Fiscalía General de la Nación dijo en un comunicado que, «el sentenciado, mediante preacuerdo, había aceptado los delitos de concierto para delinquir agravado, cohecho propio y tráfico de influencias. Ese reconocimiento fue avalado por la juez de conocimiento, quien lo declaró responsable de las citadas conductas delictivas, en calidad de cómplice».