- Ninguna reunión o espacio sin habitantes reales del páramo podrá poner en marcha proyectos o decisiones en los territorios paramunos. Hacen un llamado a la Procuraduría General de la Nación y a la Contraloría para ponerle la lupa a este evento que debe tener una conciliación popular por parte de la comunidad paramuna.
La Alcaldía de Bucaramanga llevará a cabo la segunda Cumbre Mundial de Páramos, en Cenfer, desde este miércoles 18, el jueves 19 y el viernes 20 de octubre, un encuentro donde por segunda vez se excluyen a las comunidades representativas de los 23 Complejos de Montaña del país, y, donde además están tomando opiniones internacionales como insumos para presentar al Gobierno Nacional, evidenciando una intromisión en los asuntos ambientales del país.
De igual forma, la exclusión ambiental también ha sido para los líderes y delegados paramunos y los habitantes de estas zonas, desconociendo su efectiva participación democrática en espacios que comprometen sus territorios parameros y paramunos.
“Cualquier decisión que no sea de conocimiento y participación paramera o paramuna, ni una consulta previa real en los territorios como lo exigen los derechos campesinos y el Acuerdo de Escazú, no será acatada por los más de 400 municipios parameros/paramunos en Colombia”, indica Rosa Rodríguez, Líder de la Mesa de Páramos.
Según el Acuerdo de Escazú, en el artículo 7, sobre la participación pública en asuntos ambientales, se indica que “será obligación de los Estados establecer espacios y mecanismos de participación pública para la toma de decisiones sobre proyectos, actividades o políticas públicas que tengan impactos ambientales o riesgos a la salud humana”.
Por esta razón, la comunidad rechaza que un evento como la Cumbre Mundial de Páramos se realice a puertas de las elecciones regionales para el Consejo Directivo, así como del nuevo Director General de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB), las cuales se llevarán a cabo en ocho días; asimismo, denuncian públicamente que Elkin René Briceño Lara es candidato para este cargo público, y, a su vez, es el organizador de la Cumbre.
También manifiestan que parece más una oportunidad de plataforma política y de captación electoral de votos para obtener un beneficio propio que un verdadero espacio de participación ambiental, donde están desconociendo el Acuerdo de Escazú, teniendo en cuenta que allí “hace un especial énfasis en el derecho a la participación reforzada del campesinado, reconociendo los derechos campesinos y su calidad como sujeto político”, puntualiza Rosa Rodríguez.
Agrega que se deben garantizar las condiciones de igualdad para la participación de los campesinos en la formulación y ejecución de los planes de desarrollo y, además, se debe consultar al campesinado frente a la explotación de los recursos naturales de sus comunidades.
Hoy, hacen un llamado a la Procuraduría General de la Nación y a la Contraloría para ponerle la lupa a este evento que debe tener una conciliación popular por parte de la comunidad paramuna, quienes son los llamados a ser parte de las decisiones que se tomen alrededor del agua, la seguridad alimentaria, el territorio y su conservación.
Por eso, ninguna reunión o espacio sin habitantes reales del páramo podrá poner en marcha proyectos o decisiones en los territorios paramunos, expresaron en un comunicado.