El expresidente estadounidense Donald Trump abandonó el miércoles 4 de octubre el juicio civil por fraude sobre el valor de sus activos inmobiliarios, caso que se adelanta en Nueva York. El hecho fue aprovechado por la fiscal general del estado, Letitia James, para hacer burla del magnate y asegurar que no se dejaría intimidar por el magnate.
«El señor Trump ya no está aquí. El show de Donald Trump ha terminado. No ha sido más que un truco político, una operación de recaudación de fondos», dijo Letitia James, convencida de que «la justicia prevalecerá» al final de este juicio que ella misma inició al presentar una denuncia.
El expresidente estadounidense, favorito en los sondeos para las futuras primarias republicanas, estuvo presente en todas las audiencias desde el lunes en el tribunal de Manhattan y no perdió la oportunidad de repetir ante los periodistas que Letitia James es «corrupta», «racista» y participa en un complot tramado por el bando del actual presidente Joe Biden, para impedirle regresar a la Casa Blanca.
Pero después de asistir al proceso el miércoles por la mañana y después de decir a los periodistas que estaba «acorralado» en este juicio y que no podía hacer campaña, no volvió a aparecer en las audiencias de la tarde.
Letitia James denunció sus “comentarios ofensivos”, “que lamentablemente alimentaron la violencia”. “Comentarios que yo describiría como incitación al odio racial y que lamentablemente apelan a lo más profundo de nuestra humanidad”, añadió. “No me dejaré intimidar”, aseguró.
Un llamado al orden
Las audiencias, que se desarrollan ante la Corte Suprema del Estado de Nueva York, pueden realizarse sin Donald Trump. El expresidente no incurre en ninguna sanción penal en este caso, pero está llamado a declarar durante el juicio, que durará semanas, al igual que sus dos hijos, Eric Trump y Donald Trump Jr, también objeto de la denuncia de James, al igual que la Organización Trump.
El martes, el juez Arthur Engoron reprendió duramente a Donald Trump en plena audiencia, deplorando una publicación «degradante» en su red Truth Social, en la que se refirió a su secretaria como la «prometida de (Chuck) Schumer», líder de la mayoría demócrata del Senado.
Tras este llamado al orden, el magistrado prohibió formalmente a las partes atacar a su equipo. «El juez ya sabe lo que va a hacer. Es un juez (del Partido) Demócrata. Sinceramente, no tiene otra opción. Está dirigido por los demócratas», acusó este miércoles Donald Trump.
Incluso antes del inicio del juicio, en el que Letitia James exige 250 millones de dólares en multas económicas, el juez Engoron concluyó que se había establecido un “fraude repetido”.
En consecuencia, ordenó retirar las licencias comerciales en el estado de Nueva York a Donald Trump y sus dos hijos, así como el decomiso de las empresas objeto de la denuncia para ponerlas en manos de liquidadores. Los abogados de Donald Trump apelaron formalmente este miércoles esta decisión, que supondría el desmantelamiento parcial de su imperio inmobiliario.