Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron este 6 de julio que dispararon una serie de proyectiles contra Líbano, en respuesta al lanzamiento de dos misiles desde ese país con dirección al territorio israelí. La información fue confirmada por las autoridades libanesas. Las tensiones escalan entre las dos partes después de que el país de mayoría judía denunciara ante la ONU la presunta instalación de campamentos del grupo chiita Hezbolá dentro de Israel.
Cruce de misiles entre Israel y Líbano. Más de 15 proyectiles israelíes cayeron en la frontera libanesa y dos cohetes fueron lanzados desde el territorio libanés con dirección a Israel este 6 de julio, confirmaron las autoridades de los dos países.
Fuentes de seguridad de Beirut citadas por Reuters admitieron que los hechos iniciaron cuando, desde el sur de su país, fueron lanzados los cohetes hacia la vecina nación. Uno de ellos cayó en territorio libanés y el segundo, cerca de la aldea de Ghajar, en disputa entre los dos países y que se extiende a ambos lados de la frontera entre Israel y Líbano.
Aunque inicialmente las autoridades del país liderado por Benjamin Netanyahu señalaron que no tenían indicios de incidentes inusuales en su lado de la frontera, posteriormente el Ejército israelí envió unidades para inspeccionar la zona donde se oyeron explosiones y hallaron fragmentos de los cohetes en su territorio. Sin embargo, no se registraron víctimas.
La respuesta de las Fuerzas de Defensa de la nación de mayoría judía no se hizo esperar y poco después informaron que contraatacaron. Los más de 15 proyectiles israelíes cayeron a las afueras de las aldeas de Kfarchouba y Halta en las fronteras libanesas.
“Se realizó un lanzamiento desde territorio libanés y explotó junto a la Línea Azul en territorio israelí. En respuesta, las FDI se encuentran atacando el área desde la cual se llevó a cabo el lanzamiento en territorio libanés”, indicaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), mediante su cuenta de Twitter.
La prensa israelí reportó que los militares de su nación inspeccionaron los cohetes para indagar si Hezbolá u otro grupo en el Líbano estaría detrás del ataque.
Hasta ahora, las autoridades de Israel han determinado que los artefactos fueron disparados de forma intencional y ningún grupo se ha atribuido el disparo de los proyectiles.
Inmediatamente después, Netanyahu convocó al Gabinete de Seguridad, por primera vez en dos meses a la luz de los enfrentamientos en múltiples frentes.
Aumentan las tensiones; la ONU llama a la moderación
El Líbano no había disparado cohetes contra Israel desde el pasado abril, cuando lanzó varias rondas de misiles contra Israel. En una de esas ocasiones, el 6 de abril, tres ciudadanos israelíes resultaron heridos y varios edificios quedaron dañados como resultado de los bombardeos con 34 cohetes.
Durante ese estallido de violencia, la Administración de Netanyahu acusó al grupo islamista palestino Hamás, que controla la Franja de Gaza y que tiene presencia en Líbano, de disparar los cohetes, lo que también condujo a ataques de represalia por parte de las fuerzas israelíes contra el territorio libanés.
Ahora, este nuevo episodio de fuego transfronterizo se registra después de que a principios de junio soldados israelíes lanzaran gases lacrimógenos para dispersar a decenas de manifestantes libaneses que arrojaron piedras a las tropas a lo largo de la frontera. Como consecuencia, algunos de los activistas y miembros de las tropas de Líbano sufrieron problemas respiratorios.
La protesta tuvo lugar en el borde de las colinas de Kfar Chouba, que según Beirut es tierra libanesa ocupada por Israel. Las colinas y las granjas cercanas de Chebaa son zonas que fueron capturadas por los israelíes durante la Guerra de Medio Oriente de 1967 y que siguen siendo reclamadas por los libaneses.
Asimismo, el pasado junio Israel denunció ante las Naciones Unidas la presunta instalación de tiendas de campaña de Hezbolá en varias docenas de metros dentro del territorio israelí, algo sobre lo que el grupo chiita no se ha pronunciado.
Pero las tensiones han seguido en aumento, en particular luego de la reciente redada del Ejército israelí en el campamento de Jenin, en Cisjordania ocupada, la más grande incursión militar en esa región en dos décadas. Un hecho que dejó al menos 12 palestinos y un soldado israelí muertos.
Hezbolá, el poderoso grupo libanés respaldado por Irán que controla el sur del Líbano y ha librado varias guerras con Israel, expresó su apoyo a la causa palestina ante esa operación israelí.
Aunque el Ejército de Israel asegura que apuntó al desmantelamiento de grupos “terroristas” que han convertido al campamento en un enclave para gestar ataques contra sus ciudadanos, desde los territorios palestinos y las naciones árabes la redada ha sido tildada como “un crimen de guerra”.
Ante este panorama, la fuerza de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas en el sur de Líbano instó a todas las partes a mostrar moderación y evitar una escalada.