Aprovechó la ocasión para criticar a Occidente y reafirmar su apoyo a los países de la región en su lucha contra los grupos yihadistas. Ambas partes quieren «dar un nuevo impulso» a su cooperación en los ámbitos de la defensa y economía.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov llegó a Bamako el martes 7 de febrero cuando la cooperación militar entre ambas partes está en su apogeo. En una rueda de prensa conjunta con su homólogo maliense, Abdoulaye Diop, reafirmó su apoyo militar, pero también económico al país africano.
«Vamos a apoyar a nuestros amigos en el marco de la cooperación bilateral, no sólo en los ámbitos de la economía, el comercio y la ayuda humanitaria, sino también en el aumento de las capacidades en combate de las fuerzas armadas y la formación de los militares», dijo Lavrov.
Recordó la ayuda militar que proporciona a Mali en su lucha contra el desarrollo de grupos terroristas.
«El año pasado y a principios de éste, la cooperación en las esferas militar y técnico-militar han experimentado un nuevo desarrollo. Se envió un gran lote de material aeronáutico ruso que ha permitido al Ejército Nacional de Mali llevar a cabo con éxito operaciones contra los terroristas recientemente».
Anunció, sin dar más detalles, más formación y más suministro de equipos.
«Ahora planearemos pasos adicionales en el campo de la educación a través de instituciones militares de enseñanza superior y en el campo de los suministros de armas y equipos militares», dijo Lavrov.
Por su parte, el ministro Diop no escondió su gran alivio por la presencia rusa.
«Debo decir, señor ministro, que le esperábamos desde hace mucho tiempo, pero creo que su llegada ha colmado las expectativas de los malienses. De su visita aquí, a Mali, queremos destacar en primer lugar su carácter histórico, ya que, en la memoria de los diplomáticos malienses, creemos que es la primera vez que recibimos a un ministro de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa aquí, en la República de Mali», dijo Diop.
Crítica a Occidente
Lavrov aprovechó la visita para criticar a Occidente, sacando a relucir el colonialismo y presentándose como un verdadero aliado del país africano.
«Nosotros y nuestros amigos malienses, así como la inmensa mayoría de los demás países africanos, consideramos necesario olvidar este enfoque de África como metrópoli colonial. Teniendo en cuenta cómo (Occidente) se ha anexionado y explotado estos territorios, este continente, deberían acostumbrarse a que el mundo ha cambiado».
La presencia rusa en Mali remplazó poco a poco el papel de Francia, que pasó nueve años ayudando al Ejército de Mali a frenar la expansión de los insurgentes islámicos. Sin embargo, tras el golpe de Estado del coronel Assimi Goïta en 2020 y las tensiones con la junta militar que siguieron, Francia retiró a sus soldados del país.
Esta retirada tuvo que ver también con los crecientes lazos de Bamako con mercenarios rusos del grupo Wagner, que han ocupado el lugar de las tropas francesas en la lucha contra el yihadismo en el país.
«Vemos la reacción de los Estados occidentales sobre la evolución de nuestras relaciones y vemos con pesar que vuelve a ser negativa, una actitud negativa de Occidente hacia los principios de paridad y respeto mutuo», dijo Lavrov.
Por su parte, Diop explicó que no iba a justificar su elección de socios. «Esta decisión es una decisión de los malienses y una decisión que se toma con plena responsabilidad. Y Mali quiere trabajar con Rusia», dijo.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso no mencionó a Wagner durante una conferencia de prensa y niega toda relación con este, pero se estima que el grupo de mercenarios tiene entre 1.500 y 2.000 integrantes en Mali.
Entidades internacionales como Naciones Unidas temen abusos por parte de los mercenarios de Wagner y han pedido que se investiguen los posibles abusos, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos tanto por las fuerzas gubernamentales de Mali como por el grupo Wagner.
El país, sumergido en una profunda crisis de seguridad desde hace años, vive un nuevo pico de violencia en las últimas semanas. Según diplomáticos, analistas y grupos de derechos humanos afirman que la violencia indiscriminada contra la población civil ha aumentado desde la llegada de los mercenarios.