En paralelo, Francia anunció al ministro de Defensa ucraniano la donación de un radar antiaéreo. El Kremlin, por su parte, criticó un posible envío de nuevas bombas estadounidenses a Ucrania, un acto que aseguró, llevaría a una escalada del conflicto.
Otro operativo contra la corrupción se libró en Ucrania. El país vivió una serie de allanamientos y operaciones policiales a funcionarios públicos y un oligarca. Unas nuevas medidas tomadas por el presidente Volodímir Zelenski, que busca contener la malversación de fondos en el país.
Específicamente, el Servicio de Seguridad de Ucrania comunicó por Telegram que el operativo iba dirigido a funcionarios que calificó de «corruptos» y acusó de socavar «la economía del país y el funcionamiento estable del complejo industrial de Defensa».
Las medidas tuvieron como objetivo al exministro del Interior, Arsen Avakov. Según Reuters, “las fotos en las redes sociales parecían mostrar al magnate Ihor Kolomoiskiy” siendo intervenido por la Policía. Una información que no pudo ser verificada por la agencia de noticias.
Tal como dio a conocer el Servicio de Seguridad de Ucrania, se había descubierto la malversación de más de 1.000 millones de dólares en la compañía petrolera más grande de Ucrania, Ukrnafta, y una de sus refinerías, Ukrtatnafta. Kolomoiskiy tuvo participaciones en ambas empresas pero lo ha negado en repetidas ocasiones.
Además, la acción es vista como parte de la pretensión de Zelenski de desvincularse de quien había sido el dueño de canal de televisión en el que el mandatario saltó a la fama como comediante. Una relación por la que había sido criticado en numerosas ocasiones.
Los allanamientos se dan poco tiempo después de que Zelenski optara por la reorganización gubernamental más grande desde el comienzo de la guerra en Ucrania. Una que conllevó al despido y a la renuncia de múltiples funcionarios de alto nivel que presuntamente se habían visto salpicados por acusaciones de corrupción.
¿Por qué la lucha contra la corrupción?
Las acciones tomadas por Zelenski se explican, en parte, para consolidar su imagen y credibilidad con miras a recibir más recursos y armamento por parte de las potencias occidentales.
Al mismo tiempo, el mandatario tendría otro objetivo en mente. Uno de mayores dimensiones y a largo plazo: la creación de las condiciones necesarias para que Ucrania pueda aspirar a formar parte de la Unión Europea.
Para los aliados del presidente, se trata de una transformación profunda al interior del país. «El país cambiará durante la guerra. Si alguien no está listo para el cambio, entonces el Estado mismo vendrá y lo ayudará a cambiar», aseguró David Arakhamia, el líder parlamentario del partido de Zelenski.
Además, es parte de las promesas pendientes del mandatario, que llegó al poder, en parte, impulsado por una plataforma antisistema y anticorrupción.
El nuevo armamento que se acerca a Ucrania
Algunas ya han sido anunciadas, otras siguen siendo especulaciones, pero todo parece indicar que Ucrania tendrá nuevas armas donadas por varios de sus aliados occidentales.
De vista en París, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, recibió el anuncio de que Francia dotará a su país con un radar antiaéreo. Altamente tecnológico, este permitiría defenderse especialmente de drones y misiles en la región de Kiev.
En paralelo, dos funcionarios estadounidenses dijeron a Reuters que el país norteamericano anunciaría esta semana un nuevo paquete de ayuda militar de dos millones de dólares.
El paquete también incluiría un nuevo tipo de bombas diseñadas por la compañía Boeing. Denominadas como ‘Ground Launched Small Diameter Bomb’ (Bombas de diámetro pequeño lanzada desde tierra) estas pueden atacar objetivos a más de 150 km de distancia. Esto sería un alcance mayor que los cohetes de sistema HIMARS donados por Washington el verano pasado y que podían alcanzar un objetivo a 80 km.
Las advertencias del Kremlin a EE. UU.
Moscú ya reaccionó a un posible envío de armamento por parte de Estados Unidos. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que sería considerado como “un camino directo para incitar las tensiones y llevar la escalada a un nuevo nivel”. Y añadió: “Requerirá esfuerzos adicionales de nuestra parte, pero no cambiará el curso de los acontecimientos”.
La tendencia de Francia y Estados Unidos, a la que se le suma la de Alemania que ya permitió el envío de sus tanques Leopard 2, contrasta con la de Reino Unido.
Este miércoles, el ministro de Defensa británico aseguró que el país no ha tomado una decisión «sólida» sobre si enviar o no aviones de combate a Ucrania. Al mismo tiempo, señaló que no cree que sea el “enfoque correcto” en el momento.
La llegada de nuevas armas ha sido demandada de manera cada vez más urgente por parte de Ucrania. En los últimos días se ha visto cómo Rusia ha ganado terreno de batalla al norte y al sur del país. Moscú persigue un importante objetivo: hacerse con la ciudad de Bakhmut.