El funeral del afroamericano Tyre Nichols, cuya muerte a manos de agentes de policía conmocionó a Estados Unidos, tuvo lugar el miércoles en Memphis, en el estado de Tennessee, con la presencia de la vicepresidenta Kamala Harris.
Alguien bueno» al que un «acto violento» por parte de la policía le arrebató la vida demasiado pronto. Fue una de las frases que se escucharon en el funeral de Tyre Nichols, un joven afroamericano a quien una paliza mortal a manos de policías conmocionó a Estados Unidos.
En el lugar, la vicepresidenta Kamala Harris se pronunció este miércoles 1 de febrero contra la violencia policial. Tras dar un largo abrazo a la madre de Tyre Nichols en la iglesia de Memphis donde se celebró el homenaje, Harris pronunció fuertes palabras criticando a los agentes que le golpearon mientras pedía ayuda a gritos.
«¿No tenía derecho a estar seguro?», dijo la vicepresidenta. «Esta es una familia que perdió a su hijo y a su hermano tras un acto de violencia» perpetrado por «aquellos encargados de protegerlos», y «este acto violento no tuvo que ver con la seguridad pública», pronunció frente a la multitud.
Tyre Nichols era «una buena persona, un alma hermosa, un hijo, un padre, un hermano, un amigo, un ser humano que se ha ido demasiado pronto», dijo el reverendo J. Lawrence Turner en la apertura del servicio en la Iglesia Cristiana de Mississippi Boulevard.
«Hoy, mientras celebramos la vida de Tyre y consolamos a su familia, informamos a esta nación que la repetición de este episodio, que convierte las vidas afroamericanas en un ‘hashtag’, ha sido cancelada y no será renovada para una nueva temporada», afirmó. «Al final ganaremos», añadió.
La presencia de un hermano de George Floyd fue sumamente simbólica. Floyd, un hombre afroamericano de 40 años murió en 2020 bajo las rodillas de un policía blanco. Un acto que desencadenó masivas protestas antirracistas.
También estuvo en la ceremonia la mamá de Breonna Taylor, una mujer afroamericana de 26 años a quien la policía le disparó en plena noche en su apartamento en Kentucky en 2020 y se convirtió en otro icono del movimiento Black Lives Matter.
El encargado de la oración fúnebre fue el reverendo Al Sharpton, una figura de la lucha por los derechos civiles.
Un calvario
Tyre Nichols, de 29 años, fue detenido el 7 de enero por agentes de una unidad especial de Memphis, en el sur de Estados Unidos, por una simple infracción de tráfico, según la policía. Pero recibió tal paliza que, tal como indicó su familia, quedó irreconocible y murió tres días después en el hospital.
Kamala Harris fue invitada al funeral por la madre de Tyre Nichols, RowVaughn Wells, y su padrastro Rodney Wells.
Como muestra de la atención prestada por la Casa Blanca a este caso, el propio presidente Joe Biden llamó personalmente la semana a los padres de Tyre Nichols para saludar «su valentía y fortaleza», pocas horas antes de la publicación del vídeo de su calvario a manos de la policía.
RowVaughn Wells y Rodney Wells fueron invitados por el grupo parlamentario que reúne a los afroamericanos elegidos al Congreso a asistir al discurso sobre el Estado de la Unión que Joe Biden pronunciará el 7 de febrero en Washington.
Despidos y disoluciones
Las fuertes imágenes de la detención y la paliza propinada al joven por los agentes fueron difundidas, sin cortes, por las principales cadenas del país, lo que hizo temer a las autoridades una revuelta social.
Los cinco policías implicados fueron destituidos y acusados de asesinato. La Unidad Escorpión a la que pertenecían, cuya misión era reducir la actividad ilegal en barrios sensibles mediante el despliegue de más agentes de policía, fue disuelta. Tres bomberos fueron despedidos en relación con el incidente y otros dos agentes fueron suspendidos.
El presidente Biden tiene previsto reunirse el jueves en la Casa Blanca con los miembros del grupo parlamentario para «debatir la legislación sobre la reforma policial y otras prioridades compartidas», dio a conocer Olivia Dalton, portavoz del Ejecutivo.