El Puerto Petrolero respira política. El escenario electoral para suceder a Alfonso Eljach ‘pinta’ un panorama reñido, producto de nombres con gran fuerza electoral.
Por un lado, el tres veces alcalde, Elkin Bueno Altahona, (primer periodo 1992 – 1994, segundo 1998 – 2000 y tercero 2012 – 2015) quien cuenta con una fuerte popularidad que lo propone como fuerte competidor. En su última competencia se midió para la Gobernación de Santander pero abandonó su proyecto a última hora.
Aunque Bueno Altahona apoyó en las dos contiendas a Alfonso Eljach, por el momento ese amor no es correspondido. Por ahora, los ojos del mandatario distrital están puestos sobre el diputado Camilo Torres, del Polo Democrático.
El dirigente de izquierda, según los expertos, es un producto duro de vender. De hecho, a mediano plazo, la maquinaria estaría revisando ese apoyo entre las dos opciones más cercanas: Elkin Bueno, por al apoyo recibido antes y Darío Echeverri, antiguo aliado del mandatario local.
Sin embargo, el panorama local es complejo: en esta oportunidad podría reaparecer el dos veces ‘quemado’ Jonathan Vásquez, actual concejal de oposición.
Vásquez ha estado más preocupado en hacer oposición que en promover iniciativas en favor de la comunidad. Para los analistas, aunque sigue siendo un protagonista, su paso por el cabildo municipal le ha deteriorado su imagen, más de lo esperado.
Otro que podría reaparecer en el tarjetón a la alcaldía es el exalcalde Echeverri Serrano. Aunque no pudo terminar su periodo, producto de varias investigaciones; nunca fue condenado.
Su proyecto de gobierno, ambicioso, no pudo ser desarrollado y espera, en una segunda oportunidad de mandato (y tercero en las urnas) cumplir con lo que alguna vez prometió. Esta vez con menos palabras y más acción.
Dentro de la veintena de nombres que ya ruedan en los pasillos, está el de Claudia Andrade, quien intentará aprovechar el triunfo nacional del Pacto Histórico parta hacerse a ese apoyo.
La señora Andrade se ha medido varias veces en las urnas, dos veces apara la alcaldía y en ambas se ha quemado. Su mal genio y su falta de tacto político, según antiguos seguidores, son su peor enemigo.
También podría competir en las elecciones de octubre el exconcejal Paul Solorzano, quien antes militaba en el Partido de la U. Dentro del ramillete es tal vez uno de los más débiles electoralmente hablando, pero se dice que eso lo compensa con otros elementos, como el manejo de recursos económicos.
El Puerto tiene entre sus grandes retos políticos, poner en marcha los instrumentos que por ley le da el ser Distrito. Y esa variable podría generar cambios significativos en el escenario electoral.