Espero que este 2023 abracemos la oportunidad para parar todas las violencias. Y para ello necesitamos más que el simple deseo de cambiar la violencia.
Por: Diego Ruiz Thorrens/ El departamento de Santander cerró 2022 con un alarmante aumento en el número de denuncias por violencias basadas en género (aumento del 30% comparado con 2021, según datos de Medicina Legal y Ciencias Forenses) y violencias contra personas sexualmente diversas y/o Lgbtiq+. Los últimos días del 2022 (desde el 20 de diciembre) estuvieron marcados por feminicidios, casos de violencia física contra niñas, jóvenes adolescentes y agresiones contra mujeres de población trans, mujeres lesbianas y hombres gais. La violencia en razón del género, la orientación sexual y las identidades de género diversas fueron pan de cada día, principalmente, en el área metropolitana de Bucaramanga y el Magdalena Medio. Las “vacaciones” de fin de año (y año nuevo) demuestran, por enésima vez, ser una de las temporadas más peligrosas para mujeres y personas Lgbtiq+, donde la violencia se exacerba, y el vacío institucional se siente con mayor dureza.
En la ciudad de Bucaramanga, el feminicidio de Fabiola Castellanos Bayona, de 50 años, ocurrido el pasado 26 de diciembre a manos de su pareja (quien posteriormente decidió acabar con su vida disparándose en la cabeza) consternó a los habitantes de la comuna 15. Esto debido a que, según familiares y allegados de la pareja, les describieron como personas amables, sobrias y tranquilas.
Según algunos testigos, todo ocurrió en cuestión de minutos, impidiendo que alguien pudiese reaccionar o hacer algo para evitar el terrible desenlace. Los gritos que profería el agresor a su víctima fueron señal del brutal desenlace: “sacó un arma de fuego y sin dar muchas explicaciones le disparó en cinco ocasiones a la víctima, una vez en la cabeza y cuatro más en las caderas”. Empleados y otras personas contiguas al lugar de los hechos salieron corriendo despavoridos, pues muchos temieron por sus vidas. Luego, a los pocos segundos, se escuchó otro disparo: en ese instante se supo que Hernán Herrera, pareja de Fabiola Castellanos Bayona, también había acabado con su vida.
Horas después, a pocos metros del doble crimen, una mujer trans había sido brutalmente golpeada por un hombre desconocido, cerca de la plaza de mercado central. El extraño, sin mediar palabra, se acercó a la joven mujer y la impactó con su puño en el rostro. La mujer no tuvo tiempo de defenderse, y los hechos pudieron haber terminado en tragedia sino hubiese sido por la rápida acción de amigos y conocidos de la víctima. Según testigos del hecho, todo ocurrió debido a un ‘mal entendido’: “la chica estaba con otras mujeres mirando a la gente pasar y este señor pensó que ella lo miraba a él. Sólo por eso la golpeó”.
En otro punto del área metropolitana, en el municipio de Floridablanca, una mujer trans manifestó a ver sido víctima de agresión por parte de varios vigilantes de seguridad privada en un local de Cañaveral. A los pocos días (el 26 de diciembre), fui testigo de la persecución que sufrieron 2 mujeres trans en el conjunto de Plaza Mayor por vigilantes privados del conjunto debido a que, según ellos, “esas dos personas parecían ‘sospechosos’” (así, en masculino). Ambas mujeres estaban buscando la Registraduría Auxiliar ubicada en el mismo conjunto. Cuando les solicité a ambos señores respeto por las mujeres que habían sido perseguidas (una de ellas, sumamente alterada por la violencia que manifestó uno de los vigilantes), uno de ellos terminó insultándome y el otro sencillamente hizo oídos sordos al reclamo, reclamo al que se sumaron muchas más personas presentes.
Este tipo de violencias no puede continuar. No debe continuar.
Espero que este 2023 abracemos la oportunidad para parar todas las violencias. Y para ello necesitamos más que el simple deseo de cambiar la violencia: requerimos de una completa y absoluta voluntad para transformar esta realidad. Sé que esto es posible.
Bienvenido 2023.
…
*Estudiante de Maestría en Derechos Humanos y Gestión de la Transición del Posconflicto de la Escuela Superior de Administración Pública – ESAP Seccional Santander.
Twitter: @DiegoR_Thorrens
Facebook: Vihda Santander