La educación es un tema apasionante que desvela diversos matices, con autores propios en un contexto social y práctico. Cuando hacemos referencia a los mismos, son todas las prácticas que validan el proceso de enseñanza-aprendizaje cuyo eje central gira en torno a los educandos, docentes y comunidad en general.
Por: William Antonio Rojas Rojas/ Según Vargas & Acuña (2020) mencionan que la epistemología por consiguiente de la educación debe ser entendida, como un mecanismo riguroso del cual se pretende analizar exhaustivamente los procesos pedagógicos a través de una mirada crítica, teniendo en cuenta que éste es un fenómeno dialéctico referenciado y concretado a lo largo de la historia (pp.3). Por lo tanto, con lo manifestado se puede dimensionar bajo este ámbito que “todo pasado fue mejor», pues vivimos inmersos en una avalancha de cambios paulatinos como consecuencia de un mundo social, económico y tecnológico fluctuante.
En la misma línea argumental es relevante reconocer que la epistemología de la educación presenta diversos aspectos notables, sin embargo el presente ensayo estará enfocado en presentar un análisis crítico del contexto educativo contemporáneo, como un proceso práctico relacionado directamente con la percepción de la realidad que tienen los actores implicados en este proceso, poniendo de manifiesto la importancia de la pedagogía de la cotidianidad como una posible solución a la falta de interés que en algunos casos despierta el proceso de aprendizaje.
Según Jaeger (2001) menciona que el hombre ha intentado explicar su realidad desde lo que sus sentidos y la tecnología del momento le han permitido percibir (pp.5). Esto debido a que en los tiempos primitivos se evidenciaba una recopilación de leyes y estatutos con pensamiento ético sistematizado integrado, esto debido a que se concebían apartes limitados con preceptos religiosos y sabiduría proverbial que era transmitida oralmente de generación en generación, conllevando a no tener eficaz guía instrumentada para beneficio propio enfatizado en el ejemplo y el modelo.
De acuerdo a lo anterior la educación a través de los años ha tenido grandes cambios, para nadie es un secreto que cada día generar un ámbito educativo más emotivo y evolutivo en las aulas de clases en las escuelas se torna más retador (Valdivia, 2022). A ciencia cierta, no se sabe si la desmotivación al aprender en un gran número de estudiantes es incentivada por la tecnología y sus diferentes “distractores” o es por una falta de relación de lo aprendido con lo puesto en práctica en su diario vivir; esto debido a que se procura hacer análisis de los procesos educativos, muchas veces los estudiantes segmentan la educación en saberes, considerando algunos más fáciles que otros y en algunas ocasiones ni ellos mismos son conscientes de la importancia de la enseñanza para un cambio social.
Por otra parte, Mari (1990) concibe que cada época histórica enfatiza y privilegia una rama del saber filosófico (pp.5). Sin embargo, los autores mencionan que no es una decisión dimensionar un énfasis en base al conocimiento específico, sino que la necesidad y las ansias del ser humano por determinar las leyes universales que rigen la vida, permite el descubrimiento de un nuevo mundo. En la actualidad, por ejemplo: Se encuentra en auge el crecimiento tecnológico e informático, lo que conlleva a una transformación en el proceso educativo desde la relación aprendizaje-enseñanza y en la contextualización de la realidad percibida por los estudiantes.
En la misma línea argumental se puede dimensionar que las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en esta época no se pueden catalogar como un distractor, sino que al contrario permite que el proceso de enseñanza-aprendizaje se convierta en atractivo y divertido con recursos integrados y diversos que permuten una interactividad integral. Así mismo permite una comunicación asertiva en tiempo real con los participantes en la formación académica dimensionando una metodología adaptativa y personalizada (Zambrano & Zambrano, 2019).
Cabe destacar con lo mencionado anterior que durante el auge del siglo XXI existen privilegios a nivel global dimensionado a la implementación en todos los procesos académicos, institucionales, administrativos, entre otros. Un privilegio hacia la ejecución tecnológica en el desarrollo de sus competencias en ciencia, sociedad y pensamiento. Sin embargo, es allí como no se puede desligar el proceso educativo de un contexto económico y político, pues diversos planteles no cuentan con elementos necesarios para impartir un saber contextualizado por falta de recursos, que debían suplirse desde el estado para una equidad social (Bernate & Vargas, 2020).
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*Tecnólogo en Administración de Empresas (UDI), Tecnólogo en Gestión del Talento Humano (Sena), Administrador de Empresas (UDI), Especialista en Aplicación de Tic para la Enseñanza (Udes), Magister en Tic para la Educación (UDI) y Doctorado en Ciencias de la Educación (Umecit –Panamá) en formación.
Twitter: @warnulfio
Correo: Williamantonio.1987@gmail.com
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).
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Referencias bibliográficas
Bernate, J. A., & Vargas, J. A. (2020). Desafíos y tendencias del siglo XXI en la educación superior. Revista de Ciencias Sociales (RCS)., 26(2).
Valdivia, Y. (2022). Cambios emocionales y educación síncrona en época de cuarentena por covid-19, de los estudiantes de educación secundaria de la IE anglo americano hispano Víctor García hoz, Arequipa – 2021.
Vargas, K., & Acuña, J. (2020). El constructivismo en las concepciones pedagógicas y epistemológicas de los profesores. Revista Innova Educación, 2.
Zambrano, D., & Zambrano, M. (2019). Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en la Educación Superior: consideraciones teóricas. Revista Electrónica Formación y Calidad Educativa, 213–228.