La abuela de Camilo opina e ironiza sobre política de forma tan sencilla y tajante que este le llama «La Cuchilla» en alusión a la Navaja de Ockam y estas son sus historias.
Por: Edwin Fernando Suárez Cadena/ Notificada por la recepcionista de que pronto sería atendida, La Cuchilla tomó asiento mientras contemplaba el interior de la veterinaria que, sin dejar de tener la fachada igual al resto de casas del barrio, estaba adaptada para fines médicos con una sencilla sala de admisión, una zona para atención primaria, un patio con suficientes jaulas-guarderías al fondo y hasta un espacio para pequeña cirugía.
En su regazo puso a Zurrón, el Snauchzer de su nieto que, con una nariz seca yE caliente, daba signos de que algo no estaba bien en su organismo.
Aunque el malestar tenía al can un tanto quedo, no fue suficiente impedimento para que se activara con el ingreso de un French Poodle de evidente cojera que recorrió con ansiedad la instancia de acogida solo limitado por la larga correa sostenida por su dueño entretenido en el teléfono celular.
Uno y otro animal mostraron esmero para husmearse y reconocerse sin ladridos, pero sí con unas cuantas batidas de cola que certificaron lo caseros y tranquilos que eran.
El televisor de la estancia sintonizado en un canal nacional hacía tronar los titulares del noticiero, y cuando el locutor con voz grave anunció detalles del reinicio de los diálogos entre el gobierno colombiano y el ELN, la anciana fue sorprendida por un comentario airado proferido por el dueño del nuevo amigo de Zurrón:
─ ¡No faltaba más! Les van a seguir alcahueteando el desorden… esa recochita la disfrazan de diálogos y lo que hacen es seguir de vacaciones por todo el continente…
─ A mí me parece que todo intento por hacer que el país esté en paz deberíamos verlo como algo válido y hasta urgente, ¿No cree usted? ─dijo con cierto sabor dulce La Cuchilla, pero de inmediato fue refutada con aspereza por el ya enardecido hombre.
─ Yo no es que sea una persona de guerra, pero es que una cosa es buscar la paz y otra cosa es que nos vean la cara de ingenuos con eso de que ahora van a nombrar de gestora de paz a la terrorista que hizo estallar la bomba en el centro comercial de Bogotá. ¿Cómo se le ocurre al disque presidente poner a negociar a semejante hampona? ¿Una delincuente dialogando?
Y justo cuando la anciana se disponía a responder el comentario hizo su arribo al sitio una adolescente con un gato Azul Ruso y fue entonces que empezó el caos.
En cuanto los sabuesos olieron y vieron al felino olvidaron sus dolencias y se lanzaron como pudieron a un intento de agresión contra el pobre, que, ante la amenaza, se zafó de los brazos de su dueña y brincó sobre los estantes atiborrados de bolsas de alimentos y juguetes.
Todo fue una total anarquía de mercancía veterinaria volando de un lado a otro y de gritos de dueños tratando de controlar a sus mascotas hasta que apareció el médico, quien en un habilidoso movimiento logró tomar entre sus manos al esquivo Azul, aferrarlo con su brazo derecho contra el cuerpo mientras que con una contundente orden y su palma izquierda extendida logró que los inquietos perros se calmaran en una auténtica escena de programa de Animal Planet.
Pero como si no fuese suficiente la hazaña, una vez tranquilos los animales, y ante la mirada sorprendida de sus amos, el doctor flexionó sus rodillas y chascando sus dedos hizo que Zurrón se acercara tímidamente, posó su mano sobre la cabeza peluda brindándole tal confianza, que cuando le aproximó al tembloroso gato, el perro solo olfateó y se retiró sosegado.
Entregado el escurridizo Azul a su propietaria, el médico indicó a La Cuchilla que lo acompañará para iniciar la asistencia al Snauchzer.
La anciana tomó en los brazos a Zurrón y mientras caminaba hacia el interior del centro médico giró su rostro hacia el dueño del otro perro y le dijo:
─ ¿Sí ve, mi señor? La paz no se hace entre perritos que no se ladran, sino que se tiene que hacer entre perros y gatos que, no tan juiciosos, históricamente se repudian y se persiguen.
…
*Licenciado en Filosofía (USTA) y Magíster en Filosofía (UIS).
Twitter: @edwinfernando_