Por: Jhon F Mieles Rueda/ En las últimas semanas se han disparado las alarmas por la creciente devaluación del peso colombiano respecto al dólar el cual se ha disparado de manera exorbitante llegando a cotizarse a valores nunca antes vistos en el país. Expertos afirman que es altamente posible que la moneda llegue o incluso supere la barrera de los 5.000 pesos en los próximos días.
Cuando Gustavo Petro fue elegido presidente de Colombia, el dólar estaba alrededor de los 3.900 pesos, algo que le criticaban sus seguidores al gobierno Duque, sin embargo, desde esa fecha hasta el día de hoy el peso colombiano se ha devaluado casi un 20%.
Solo el 12 % de esta cifra es por efectos de la devaluación e inflación mundial. En cuatro meses la moneda ha subido más de 1.000 pesos haciendo que muchos artículos presenten al peso colombiano como una de las monedas más devaluadas del mundo.
Hay que aclarar que comportamiento de la divisa estadounidense no se relaciona directamente con las decisiones políticas del país, pero indirectamente sí han afectado las declaraciones y las políticas que pueda tomar el gobierno del presidente Gustavo Petro, especialmente en materia minero energética.
Sin embargo, este tema es un poco complejo de comprender para muchos ciudadanos de a pie quienes también desconocen como la subida del dólar les afecta directa e indirectamente en su vida cotidiana.
Para intentar exponer este tema de una manera sencilla, el dólar es afectado por la oferta y la demanda: cuando hay más demanda que oferta el precio sube y cuando hay más oferta que demanda, el precio baja.
El dólar sube por cómo se comporta la oferta, la demanda y la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que es la cantidad de pesos colombianos por un dólar de Estados Unidos. Hay que tener en cuenta que en momentos está aumentando la demanda de dólares, especialmente, por las compras y viajes al exterior que se dan en el último trimestre del año.
Entre los factores externos que afectan el dólar está la expectativa de mayores incrementos de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal, el recrudecimiento de la guerra en Ucrania, el papel de Estados Unidos en ella y los anuncios fiscales en el Reino Unido. Esto implica que el precio del petróleo caiga y, en el caso de Colombia, se traduce en menos ingresos, mayor déficit de cuenta corriente y más déficit fiscal por la deuda externa del país.
En Colombia, a pesar de que según los analistas tenemos muy buenos resultados financieros desde el año pasado, la reducción del déficit fiscal se ve amenazada por un dólar costoso, junto con la caída del precio del petróleo.
El aumento en el valor del dólar afecta principalmente a los consumidores finales que con la inflación la misma cantidad de dinero ya no puede comprar la misma cantidad de productos que compraba en el pasado. Entonces, no importa si realiza la compra, en el supermercado de la esquina o en el almacén de cadena, igual el precio del dólar lo afecta.
Sin embargo, un dólar caro también perjudica a los importadores, especialmente, si sus mercancías se pueden sustituir por producción nacional. Y los más grandemente afectados son los que tienen deudas con el exterior y los viajeros colombianos quienes ahora les será más costoso viajar al extranjero.
La subida del dólar también, afecta a los importadores de materias primas, de productos tecnológicos, vehículos y al mismo Gobierno, que tiene que pagar la deuda externa en dólares.
No obstante, la subida del dólar, beneficia a los exportadores de productos colombianos, quienes reciben más dinero o pueden competir más agresivamente por los mercados de bienes y servicios en el extranjero.
Otro de los beneficios será el incremento del sector turístico, ya que los extranjeros que pisan tierra colombiana, reciben más pesos para gastar durante su estadía en el país. De la misma forma, los altos precios de viajar al extranjero fomentan el turismo nacional.
A modo de conclusión, la economía colombiana bajo la directriz del gobierno nacional debe tomar medidas urgentes y necesarias para detener la devaluación del peso colombiano si no quieren que la deuda externa sea cada vez más difícil de pagar y como resultado seamos absorbidos económicamente por Estados Unidos y por las demás potencias extranjeras, y, sobretodo, que esta crisis económica que se avecina no cause un estallido social en el país y no tenga un costo político para el presidente Gustavo Petro.
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Escritor, agroforestal y político local.
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