Por: Pablo Arteaga/ Es importante poder evidenciar la importancia que enmarca el desarrollo y aplicabilidad de las habilidades blandas dentro de la estructura personal de cada uno de los individuos en su desenvolvimiento profesional, familiar y social, estas están presentes de manera cotidiana, sin embargo, la sociedad has ha ignorado de manera constante, desaprovechando la bondades y ventajas que genera su aplicabilidad.
Las estructuras organizacionales eficientes en el mundo las conocen como Soft Skills, estas hacen parte fundamental de las políticas internas de estas compañías, las cuales en su camino al mejoramiento constante y contabilización de cuotas de éxitos, hacen inversiones considerables en programas enfocados en la identificación de estas dentro de su personal activo y su respectivo fortalecimiento, generando correcciones preventivas de las debilidades encontradas dentro de su estructuras organizacionales.
Como vemos no es un tema nuevo, por el contrario, es un tema que ha ido tomando cada vez más fuerza en la medida que es más evidente la necesidad de puesta en escena de las habilidades desde la personalidad del individuo enfocadas a los profesionales de diferentes áreas, ya en el pasado se tenía la errada teoría que el solo hecho de tener una buena estructura académica hacía de estos unos excelentes profesionales.
Estas habilidades blandas si bien es cierto sirven de herramienta importante en el momento del ejercicio profesional, cabe destacar que, al ser inherente a la personalidad del individuo, brindan la oportunidad que la identificación de las fortalezas y debilidades que cada persona pueda tener frente a estas, sean individualizadas permitiendo de manera activa un constante mejoramiento de sus entornos Familiares y sociales.
Para tener una definición más claras acerca de las Soft Skills encontramos que son todas aquellas habilidades y competencias que posee un individuo de los rasgos más particulares e inherentes de su personalidad, dentro de estas encontramos las habilidades como el escuchar, negociar, tener una comunicación de fácil entendimiento y receptividad, la auto confianza, la capacidad de generar confianza, flexibilidad y polivalencia, el aceptar sugerencias y recibir ayuda efectiva, capacidad de autoevaluación, disposición de aceptar cambios producto de la crítica constructiva, puntualidad, diligencia, capacidad de persuasividad, resiliencia, proactividad, actitud positiva y empatía.
Es necesario a fin de generar un aporte sustancial a cada uno de los lectores, planteare la importancia de algunas de estas Soft Skills en el ámbito profesional y personal, es por esto que desde la presente columna se sugiere el ejercicio autodidáctico de identificación de fortalezas y debilidades que cada uno de ustedes posean frente a sus entornos personales y profesionales, es por esto que, aunque todas son de suma importancia y utilidad, solo hare referencia a cuatro de las aquí planteadas.
El saber escuchar se podría considerar como uno de las herramientas más importantes que las personas en el desarrollo de su entorno profesional, social y personal debe usar en cada una de sus actividades diarias, convirtiéndose esta en lo que se conoce como la escucha activa dentro de la práctica de las habilidades blandas, el poder fortalecer esta, nos da la oportunidad de analizar con mayor precaución la idea u objetivo del interlocutor, abriendo un espacio importante para una mejor toma de decisiones en el momento de respuesta.
Ahora, si lo vemos desde el ejercicio de la interrelación dentro de una estructura organizacional litigiosa es claro que no solo sus conceptos son de vital relevancia, sino que los de su equipo de trabajo poseen el mismo grado de importancia, ya que al permitirse escuchar activamente los planteamientos y criterios de los miembros de esta estructura organizacional le permitirá visualizar desde diferentes puntos de vistas y percepciones situaciones que muy seguramente pueden pasar desapercibidas.
La escucha activa es un concepto que engloba las mejores prácticas para la comunicación entre dos o más personas y que permite que quien escucha, tenga su atención plenamente enfocada en quien habla.
La importancia de la escucha activa en el ámbito laboral radica en que esta permite comprender claramente y en su totalidad las necesidades de los clientes, colaboradores o superiores.
La habilidad de negociar es un sinónimo de escuchar, de buena comunicación, de conversar, de proponer soluciones al conflicto de intereses y de pactar. Una negociación eficaz debe ofrecer opciones para que las dos partes interesadas salgan ganando. He ahí la dificultad de negociar.
La negociación es otra de las Soft Skills que debemos tener en cuenta ya que es muy común que los seres humanos estemos en constante disputa de intereses personales o colectivos y, por ende, es de las prácticas más antiguas del ser humano y está establecida como una habilidad producto de la socialización. Implica siempre que dos o más partes tengan la intención de resolver un conflicto. Muchos eventos significativos de nuestras vidas están acompañados de este ejercicio.
Los seres humanos estamos todo el tiempo en estado negociador, es así, como encontramos algunos ejemplos sencillos de la vida cotidiana, como, cuando los padres pactan, acuerdan o negocian con sus hijos a fin de lograr un buen comportamiento por parte de ellos a contraprestación de permitirles algo que a ellos les agrade, deseen o les guste, o cuando en las relaciones interpersonales y familiares se acuerdan reglas o normas de mutuo acuerdo de convivencia.
Al referirnos a la habilidad de comunicación, encontramos, que, durante todo el ciclo evolutivo de las personas a lo largo de sus vidas está presente, ya que esta habilidad es la que le permite que lo que desea transmitir a otra persona llegue de manera eficiente mejorando de esta así sus relaciones interpersonales en su entorno y fuera de él.
Debo resaltar que la comunicación no se basa únicamente en lo que podemos transmitir o expresar de manera verbal, si no también en el lenguaje no verbal, es por esto que encontramos que en ocasiones las personas transmiten un mensaje de manera verbal, pero, con sus gestos, tono de voz, o comportamiento, nos transmiten todo lo contrario. Conectar con el interlocutor u oyente es vital. Debemos prestar atención no solo a lo que dice, sino también al tono de voz y su lenguaje corporal.
El prestar atención al lenguaje verbal y al no verbal es necesario para poder descifrar de manera correcta el mensaje, de igual manera podemos encontrar que existen circunstancias en las que las personas transmite mucha información sin decir una palabra, por lo que saber cómo responder a las señales no verbales es esencial para mantener las relaciones, esto ayuda a entender las necesidades de cada una de las personas con las que interrelacionamos, así como también fortalece la fluidez comunicacional internamente.
Por último, deseo compartir con ustedes la habilidad de autoevaluación, en esta habilidad, se incrementa la identificación de los beneficios de tipo personal que podría arrojar esta noble práctica, y que por defecto infieren de manera positiva en el funcionamiento de los entornos familiares, sociales y profesionales, en este último, como lo planteamos inicialmente, al hacer referencia a las empresas u entornos laborales organizacionales, las cuales en esencia deben tener como políticas internas, en pro, del mejoramiento constante de los ambientes laborales, de la mano, de aplicabilidad de programas que identifiquen las fortalezas y debilidades blandas de sus empleados, a fin de lograr fortalecer las que más débiles posean.
Poner en práctica propuestas de autoevaluación además de resultar enriquecedoras y respetuoso con la autonomía profesional de cada persona, permitirá al individuo no solo identificar las falencias que poseas en el ejercicio comportamental sino también plantearse una autocorrección que permita su desarrollo y crecimiento profesional.
Es importante, que los individuos estén convencidos de la necesidad, no solo, del crecimiento personal, sino también del profesional, que le generaría la práctica de este ejercicio constante y evolutivo a lo largo de su vida, es realmente todo un reto el asumir de manera autónoma la responsabilidad y compromiso de la autoevaluación, el cual, permitirá la identificación de falencias de manera efectiva y temprana, permitiendo la probabilidad de éxito en la toma de decisiones en función de un ininterrumpido mejoramiento de sus competencias personales y profesionales dando como resultado una estructura homogénea exitosa
Los modelos basados en la autoevaluación, impactan de manera positiva a los protagonistas, los convierten en agentes activos del proceso de evaluación y exigen en ellos un esfuerzo de reflexión. Esta implicación positiva permite encadenar procesos de mejora, convirtiendo a la autoevaluación en una herramienta poderosa para desarrollar y mejorar sus habilidades que conllevan a lograr de manera exitosa un mejor entorno y calidad de vida.
No podría dejar a un lado, el reconocer, los esfuerzos que desde la normatividad el estado colombiano ha generado, al poder llegar a aplicar programas de capacitación y programas de estímulos para los empleados del Estado, consagrados en el Decreto 1567 de 1998, en el mismo sentido encontramos una serie de estímulos para el sector privado u estructuras organizacionales planteadas en la ley 2069 del año 2020 en donde, se propicia el emprendimiento y el crecimiento, consolidación y sostenibilidad de las empresas, a fin de aumentar el bienestar social y generar equidad fortalecimiento de habilidades y competencias, dirigidos a los trabajadores activos, sus beneficiarios y empleadores que busquen mejorar la productividad de su recurso humano, respondiendo a las características productivas de sus regiones.
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*Profesional en Comercio Internacional, Especialista en Derecho Constitucional
Correo: arteagapab@gmail.com
Twitter: @2018Arteaga
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).