Por: Jhon F Mieles Rueda/ Hace unos días los colombianos vimos lo que parecía impensable o muy lejano, cuando dos archirrivales políticos como el presidente electo Gustavo Petro y el Expresidente Álvaro Uribe posaron para una foto que muchos han catalogado de histórica mientras sostenían una reunión en la que abordaron temas de importancia para el país.
Gustavo Petro quien es primer presidente de izquierda en Colombia, fue el que dio el primer paso al reunirse primero con su rival en las urnas Rodolfo Hernández y posteriormente al invitar públicamente a quien probablemente ha sido el político más influyente del país en los últimos 20 años y a la vez su mayor rival político Álvaro Uribe Vélez quien a través de su cuenta de Twitter acepto la invitación en representación de su Partido el Centro Democrático.
Dicha reunión se llevó a cabo el pasado 29 de junio en una oficina al norte de Bogotá y duró unas tres horas donde primeramente Petro y Uribe estuvieron a solas y posteriormente sostuvieron una segunda fase de la reunión donde estuvieron acompañados por más políticos de sus respectivos equipos de trabajo.
Una vez concluido el encuentro Gustavo Petro se limitó a publicar la foto histórica en su cuenta de Twitter, por su parte el expresidente Uribe dio una rueda de prensa donde hizo énfasis en la cuestión del respeto. «En el ejercicio de la oposición, aquí no hablo en nombre del partido, hay que hacerlo de manera argumental y respetuosa, para cuidar el canal del diálogo directamente con el presidente», dijo, según el recuento de la conferencia del Centro Democrático.
Asimismo, Uribe invito a los colombianos a no irse de Colombia, a seguir en la patria con entusiasmo, con trabajo, con creatividad y con buena fe para superar las dificultades.
Tras estos hechos muchos ciudadanos quedaron atónitos al ver que estos dos políticos quienes han sido férreos rivales durante dos décadas causando una gran polarización en Colombia y por los cuales muchos se rasgaron las vestiduras, hayan logrado parcialmente limar asperezas y trabajar articuladamente por el bien del país.
Si bien el Centro Democrático es el único partido que va a presentar oposición en el Congreso de la Republica debido a que la mayoría de partidos políticos se sumaron al “Acuerdo Nacional” promovido por Gustavo Petro, al parecer por ahora solo se limitará a apoyar lo que sea conveniente y rechazar lo que se considere inviable. Las líneas rojas están en la defensa de la propiedad privada y en evitar cargas tributarias demasiado altas a las empresas que deriven en fugas de capitales.
Esto ha hecho que circulen comentarios y memes en redes sociales donde se dice que quien iba a pensar que al final Petro era el de Uribe, sin embargo, irónicamente, más allá de los memes puede haber cierto nivel verdad en estas afirmaciones.
No es de extrañarse que la victoria de Gustavo Petro fuera un artilugio de la derecha colombiana en cabeza de Álvaro Uribe Vélez en vista del creciente descontento social en el país hacia los partidos tradicionales para posteriormente colocarle trabas sutiles y estratégicas al primer gobierno de izquierda liderado por Gustavo Petro para hacer ver que la izquierda es incompetente y de esta manera en las elecciones del 2026 la derecha vuelva a tomar el poder teniendo en cuenta que Colombia es un país de extremos políticos en el que si un presidente no da resultados, entonces no se le vota a esa línea.
Y no es de extrañarse, ya que a decir verdad la derecha estuvo muy permisiva en las pasadas elecciones presidenciales y no dio la pelea como en otras elecciones anteriores. Tal vez es de esta manera es como la derecha política colombiana podría haber premeditado y hasta facilitado el resultado a favor de Petro y planean después de 2026 estar en el poder por tres periodos consecutivos.
Sin embargo, como dicen por ahí, la política es muy dinámica y está sujeta a muchos cambios, por ahora la política fue capaz de hacer que dos archirrivales como Petro y Uribe representando cada uno ideologías antagónicas se unan para lograr un objetivo en común, que según ellos es Colombia.
En este orden de ideas, la llegada al poder de Petro es vista como una reivindicación de quienes apoyaron el «sí» en el plebiscito para validar los acuerdos de paz de 2016 entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, una votación en la que ganó el «no», impulsado por Uribe. El acuerdo terminó siendo modificado en algunos puntos y firmado unos meses después.
Ambos (Uribe y Petro) comparten, eso sí, el hecho de ser políticos que generan amor y odio en la población por una parte Uribe promotor de la llamada seguridad democrática que busca combatir con la fuerza del estado a los grupos ilegales mientras que Petro que otrora fue guerrillero del M-19 aboga por la paz con los mismos grupos armados ilegales.
Sin embargo, habrá que esperar un tiempo prudente para saber que tal será la gestión del Gustavo Petro a la cabeza del Gobierno Nacional donde hasta el momento tiene las mayorías en el congreso y ver si el plan a largo plazo de Uribe funciona.
Aparentemente Petro no va a tener mucha oposición en el congreso y esa quizá, es parte de la estrategia de Uribe, ya que si Petro no hace una buena gestión no tendrá posteriormente a quien culpar y al no lograr hacer una gestión eficiente como Presidente de la República, la izquierda seguirá siendo una fuerza muy importante en panorama político pero puede perder las próximas elecciones y allanará el camino para que la derecha pueda retomar el poder hasta por otros tres periodos presidenciales consecutivos, significando de esta manera que en efecto Petro era el de Uribe.
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*Escritor, agroforestal y político local.
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