Además de su estrepitosa caída en las encuestas, el candidato presidencial Rodolfo Hernández también está tocando fondo en los escándalos de corrupción, donde él y su familia han sido protagonistas.
Esta semana se conoció que Socorro Oliveros, la esposa de Hernández, habría comprado dos propiedades en la Florida (Estados Unidos) entre 2016 y 2017, por cerca de un millón de dólares, mientras este era alcalde de Bucaramanga.
La primera transacción se dio una semana después que Luis Carlos Hernández -hijo de Rodolfo- y otros socios, pactaran el cobro de una coima si la cuestionada empresa Vitalogic obtenía el contrato de las basuras en Bucaramanga por 30 años.
En 2018, tras el escándalo de esa licitación revelada en exclusiva por Corrillos, Socorro y su hijo compraron otro inmueble, también en La Florida, por 200 mil dólares.
La investigación deja en claro que esos dos negocios de Socorro Oliveros en la Florida, se cerraron mientras su esposo le daba forma al que se convertiría en el mayor escándalo de corrupción: el manejo de las basuras a través de unas supuestas nuevas tecnologías.
Corrupción, el burro hablando de orejas…