En la víspera de las elecciones parlamentarias en Hungría, los sondeos dan una ligera ventaja al primer ministro, Viktor Orban, que lleva doce años en el poder. Pero el soberanista se ve amenazado por una oposición liderada por el conservador Peter Marki-Zay.
El católico, de 49 años, fue nominado por seis partidos de la oposición durante unas primarias realizadas en octubre de 2021, con el fin de desbancar a Orban del poder. «En doce años, (Viktor Orban) ha perdido todas sus guerras: la guerra contra la deuda, la guerra contra la inflación y la guerra contra el Covid-19 con 45.000 muertos», declaró Peter Marki-Zay.
Había «hecho campaña con entusiasmo» para Viktor Orban, antes de su primer mandato al frente del país. Antes de que éste «lo arruinara todo» construyendo «un régimen autoritario», señaló el candidato.
“Detener a Putin”
La lucha contra la corrupción y el restablecimiento del Estado de Derecho son algunas de las prioridades de Peter Marki-Zay. Pero desde que la guerra en Ucrania pasó a un primer plano, el líder de la oposición ha criticado repetidamente el «aislamiento» de Viktor Orban, visto como «el último aliado de Putin en la UE y la OTAN».
«Sigue sirviendo a los intereses de Putin y muchos ciudadanos están hartos. En Hungría, la mayoría de la gente no cree que haya que decir basta a Bruselas, sino que, para garantizar la paz, hay que detener a Putin», añadió Marki-Zay a France 24.
Si es elegido, quiere poner fin a la deriva «antidemocrática» de su país y devolverlo al campo «europeo». Economista e ingeniero de formación, Peter Marki-Zay trabajó durante cinco años en marketing en Estados Unidos, pero también en Francia y otros países europeos.
La oposición unida contra el riesgo de fraude
Es la primera vez que Viktor Orban se enfrenta a un frente unido de la oposición, una coalición heterogénea que quiere creer en la victoria.
Ante los sondeos que dan la derrota a la oposición, Peter Marki-Zay dice que «nunca han ganado los sondeos de opinión». «Sin embargo, nunca he perdido unas elecciones», señala con valentía. Los sondeos pronostican un resultado ajustado, pero tras 12 años de Fidesz en el poder y un rediseño de las circunscripciones a favor del partido de Viktor Orban, la oposición también está preocupada por el riesgo de fraude electoral.
«Tenemos que ganar en circunstancias que no son democráticas y es muy injusto. Sabemos que el fraude existe y sabemos que él [Viktor Orban] sigue practicándola», dijo la candidata independiente Bernadett Szel, entrevistada por France 24.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) desplegará más de 200 observadores en Hungría, un acuerdo excepcional para un país de la Unión Europea.