David Guerrero, candidato a la Cámara de Representantes por el Partido Alianza Verde, ocupó el noveno lugar en el ranking ‘Favoritos 2022’.
Cuando los rasgos de su rostro se empezaron a endurecer y la cédula empezó a opacarse, David Guerrero se dio cuenta de que ya pasaba de los treinta años y que la forma de lograr los objetivos en bien de la ciudadanía debía cambiar.
Todavía sube con agilidad a los árboles y recuerda con claridad el año 2016 cuando asumió como forma de protesta subirse a un árbol en Bucaramanga y mantenerse allí, en huelga de hambre, por el tiempo que fuese necesario para que le escucharan sus protestas o para que se atendiera algún pedido de la comunidad.
Guerrero se volvió muy conocido a nivel local, regional y nacional cuando en el 2016 se amarró a un árbol que iba a ser talado en Bucaramanga, luego a otro en el colegio Normal Superior, así como en el parque de Floridablanca y frente a la Alcaldía de Bucaramanga.
En todos los casos protestaba para detener la tala de ese mismo árbol, o el arboricidio que ya la autoridad había autorizado para lograr empoderar al cemento en algún sector y borrar el verde árbol del suelo.
Su forma de manifestarse no se quedó en Bucaramanga y su área metropolitana. Emprendió viaje en bicicleta de Bucaramanga a Bogotá. La idea de Guerrero era llegar hasta el sector céntrico de Bogotá en donde estaban en ese momento las oficinas de la Anla – Autoridad Nacional de Licencias Ambientales – y subirse a un árbol que hay al frente y con megáfono en mano sustentar su contrariedad.
Se trataba de la protesta por la concesión de la licencia a Minesa para explotar el oro en Santander. Guerrero se subió a un árbol en Bogotá, frente a las oficinas de la Anla, para manifestarse por el daño que se haría al Páramo de Santurbán al concederle la licencia a la minera.
Los medios locales y regionales ya habían hecho eco de sus anteriores manifestaciones y en esta ocasión no fue diferente, sobre todo porque Guerrero se volvió noticia nacional en diferentes medios de comunicación reconocidos como la revista Semana. Ese ímpetu informativo logró el objetivo, al menos hasta el momento.
Pero Guerrero, quien se identifica como un “Activista Ambiental, Defensor de Derechos Humanos, Coordinador de la Escuela Liderazgo Ambiental Fundación David Guerrero”, no tuvo la idea de subirse a los árboles y protestar como idea primaria, ya tenía su historia de querer ser escuchado debido a que cargaba sobre sus hombros penas ajenas y así las asumía para luchar por el bienestar de la ciudadanía en general como si fuera una causa propia.
Guerrero se reconoce como “un hombre soñador, estudiante de ingeniería agroforestal, nacido en el Norte de Bucaramanga, donde vivo hace 30 años. Mi formación social y humanitaria la inicié en la Fundación Albeiro Vargas en el cuidado de abuelitos, recibí formación de responsabilidad y liderazgo juvenil por parte de la Fundación Visión Mundial. Tengo el orgullo de ser descendiente de campesinos agricultores que labraron y protegieron la tierra que colinda con el páramo de Santurbán, de allí nace mi preocupación e interés por defender el Páramo”.
«Tengo el orgullo de ser descendiente de campesinos agricultores que labraron y protegieron la tierra que colinda con el páramo de Santurbán, de allí nace mi preocupación e interés por defender el Páramo»
Relata que inició su labor social a los 15 años en el norte de Bucaramanga, con niños, jóvenes y adultos mayores. “Luego emprendí mi activismo por la defensa del Páramo de Santurbán, las fuentes hídricas, árboles y bosques nativos como los del colegio Normal de Bucaramanga y los Cerros Orientales de Floridablanca”, dijo.
Entre sus logros sostiene que gestionó la creación de una biblioteca pública y tutorías académicas a niños y jóvenes del norte de Bucaramanga. Creó una Escuela deportiva con énfasis en valores y liderazgo juvenil. Ha liderado la recuperación de nacimientos de agua, pedagogía ambiental en colegios y comunidades.
Pese a esos logros, Guerrero no se siente satisfecho y por eso en la actualidad es candidato a la Cámara de Representantes por el Partido Verde en Santander.
Ese salto de los árboles y la protesta pacífica a querer una curul en el Congreso de la República, Guerrero lo justifica al señalar que “ante la desigualdad social y el caos del país entendimos que es necesario asumir liderazgos y renovar los políticos tradicionales”.
Para llegar a la Cámara de Representantes no dudó en generar un mapa que le estableciera las principales necesidades de la comunidad y por ello generó un listado de proyectos que se propone poner en práctica apenas llegue al Congreso luego de ser elegido para la Cámara de Representantes.
Como no podía ser diferente inicia su esquema con el “proyecto para castigar fuertemente a quienes cometan delitos ambientales, que exista una verdadera compensación tanto para los infractores como para las autoridades cómplices”. Además “proyecto de ley que garantice que en ningún caso se permita la construcción de obras civiles o explotaciones en los ecosistemas que brinden el agua para las comunidades, o que tengan bosques con especies en peligro de extinción o endémicas”.
Quiere “hacer control político a los procesos de contratación Nacional y Departamental”. Mientras que más bien se proponga “el apoyo a los campesinos, indígenas y demás comunidades cuidadores de los bosques, páramos, parques naturales y zonas de reserva forestal”.
Asimismo, pretende “promover una reforma para que haya costo cero en la matricula del registro y renovación mercantil en las Cámaras de Comercio para los emprendedores, ambulantes, negocios familiares y tiendas”. Y en ese mismo sentido “apoyar una reforma para que exista justicia tributaria con los emprendedores que son personas naturales, adicionalmente que se eliminen las exenciones a los bancos, multinacionales, y la explotación de recursos naturales no renovables”.
Propone además una reforma de la distribución del presupuesto en las gobernaciones y municipios. Además, quiere que año a año se disminuya el presupuesto para la guerra con el fin de incrementar los recursos para la educación pública.