Por: Holger Díaz Hernández/ “Aquí no se viene a hacer prácticas, se viene aprendido”: Mariano Rajoy, Expresidente de España.
En los debates públicos de los candidatos a la presidencia versión 2022, tanto los que están disputando las consultas, como los que van directamente a la primera vuelta, hasta el momento no conocemos sus propuestas sobre lo que verdaderamente les importa a los colombianos.
Pareciera que enfrentar los temas sensibles se ha convertido en un “coco” que nadie quiere tocar, porque asumir posiciones podría implicar perder electores. Las campañas se han centrado en los ataques personales, en la discusión a veces agresiva e irrespetuosa sobre quien tiene o no apoyos cuestionables y en el discurso de quienes se consideran de derecha, de izquierda o del tan cacareado y difuso centro, que muchos ni siquiera tienen claro que significa, estupidizando el debate y centrándolo en lo inane y en lo que definitivamente no debería ser.
Las propuestas para los temas que les duelen a los ciudadanos como el desempleo, el costo de vida, la pobreza, la salud, las pensiones, el proceso de paz, el narcotráfico o el futuro del ecosistema, no aparecen por ninguna parte. Las estadísticas muestran que el 80% de los colombianos no saben cuáles son las posiciones de los candidatos frente a los grandes problemas que preocupan a la gente, de lo debatido hasta el momento con gran frecuencia solo hay verdades a medias.
En lo que si ha habido discusión es en torno al fenómeno de la corrupción, pero sin propuestas ciertas para solucionarla y casi que hay consenso en que no harían nuevas reformas tributarias, pero acordemos del famoso expresidente que juró sobre mármol no hacerlas y durante su gobierno tuvimos cuatro.
En un tema tan importante como el de la salud, hay ausencia de posturas claras, produce desazón que candidatos como el exministro de salud Alejandro Gaviria no tenga una propuesta robusta en torno al tema a pesar de la gran experiencia que tiene, el único que se ha atrevido a plantear la discusión es Gustavo Petro.
Acierta en la importancia de fortalecer la atención primaria como puerta de entrada al sistema de salud, priorizando a las gestantes, a los niños y enfatizando en la lucha contra el hambre y en la prevención y atención integral del consumo de drogas, igual que en la formación y capacitación de calidad al equipo humano en salud.
Pero su propuesta de eliminar paulatinamente a las EPS pasando parte sus funciones a las secretarias de salud y a la red pública, quedando las EPS solo con el aseguramiento del alto costo, ha generado polémica en los expertos, por considerarla inoportuna e inconveniente, las EPS son parte del problema, pero no el único problema.
Fragmentar la atención, la administración y el manejo de los recursos sería gravísimo; la intención puede ser buena pero la realidad es otra. Muchas de estas entidades promotoras en salud tienen problemas financieros importantes, pero los dueños de las mismas están multimillonarios porque manejan a su antojo los negocios que son rentables como los laboratorios, las imágenes diagnósticas y los medicamentos, mientras a la red de prestadores privados y a los hospitales les demoran o no les pagan los servicios prestados.
Estas EPS son las que hay que eliminar de una vez por todas, porque aún hay muchas que no prestan un buen servicio y además incurren en malos manejos, esa sinvergüencería hay que acabarla, pero no poniendo a entidades públicas politizadas o agobiadas por la corrupción a cuidar los recursos cuantiosos que se manejan en el sector.
Necesitamos repensar los cambios que se le deben hacer a nuestro sistema de salud, que siendo mejor que muchos otros en el mundo, aún tiene grandes falencias que exigen por parte del próximo gobierno decisiones de fondo para que los colombianos tengamos garantía de una atención con calidad y oportunidad.
Mientras tanto la mayoría de los candidatos hacen mutis por el foro o no se pronuncian haciendo de esta, una campaña escasa en ideas y propuestas, tal vez la más plana en muchos años.
“Reviste a un hombre de poder y conocerás su verdadera esencia”: Anónimo.
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*Médico cirujano y Magister en Administración.
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).