Cuando los países empezaban a anunciar cuarentenas obligatorias y el pánico crecía en los mercados financieros por las consecuencias económicas y la potencial crisis financiera que se venía por el Covid-19, Richard Clarida, el subdirector de la Reserva Federal de Estados Unidos, vendió casi cinco millones de dólares en acciones que ya venían perdiendo valor en la Bolsa de Valores de Nueva York. Como un “reequilibrio de cartera planificado” calificó en sus reportes la Reserva Federal sobre los movimientos bursátiles que cotidianamente tienen que reportar los altos oficiales del banco central estadounidense.
Clarida vendió sus acciones el 24 de febrero de 2020 cuando los mercados estaban a la baja para evitar perder más dinero sobre las acciones en medio de un contexto turbulento. Sin embargo, tres días después, el 27 de febrero de ese mismo año, volvió a comprar las mismas acciones cuando habían perdido aún más valor. Lo que más llamó la atención de los investigadores es que un día después, el 28 de febrero, Jerome Powell, director de la Reserva Federal, anunciaba que usaría las herramientas que estaban a su disposición para atenuar las consecuencias económicas que traía la pandemia y la reducción general en la demanda y el consumo.
El 26 de febrero de ese mismo año, oficiales de la Fed se reunieron para definir qué medidas macroeconómicas tomar para contrarrestar los efectos del Covid-19 en la economía, reunión en la que Clarida no estuvo, pero sobre la que después obtuvo reporte por una llamada que está registrada con uno de los asistentes. El 15 de marzo de 2020 la Reserva Federal redujo la tasa de interés de referencia al 0%, compró bonos del Tesoro y otros productos financieros con respaldo hipotecario que superaban los de 700.000 millones de dólares. Eventualmente, los mercados financieros se recuperaron y también las acciones que Clarida había comprado a precios muy bajos antes de que se tomaran las medidas anti choque.
Según el ‘New York Times’, esta recompra de acciones no se reportó correctamente y era fácilmente interpretable como una transacción financiera que respondía más a las condiciones del mercado y a la información confidencial y privilegiada que el directivo tenía sobre las medidas que iba a tomar la Reserva Federal para reactivar la economía y los mercados financieros. Maniobra que ha sido calificada como ‘Inside Trading’ por la senadora Elizabeth Warren, especialista en derecho mercantil, y otros expertos.
La renuncia entre presiones de Richard Clarida
Tras las investigaciones, inicialmente reveladas por Bloomberg, y muchos cuestionamientos por parte de congresistas y otros expertos, Richard Clarida presentó su renuncia al presidente Joe Biden el lunes 10 de enero de 2022. Su mandato acababa el 31 de enero, pero adelantó su final dos semanas y salió del cargo el 14 de enero. “Fue un inmenso privilegio trabajar para la Fed y estoy orgulloso de haber tenido la oportunidad de moldear la política del banco central”, escribió Clarida en su carta de renuncia enviada al presidente, sin mencionar las investigaciones en su contra.
Al respecto, Jerome Powell, director de la FED, dijo que la contribución y las deliberaciones en política monetaria de Richard Clarida iban a dejar un largo impacto en el campo de la banca central y que “echará de menos sus sabios consejos y sus puntos de vista vitales”. Powell, quién fue nombrado para el cargo inicialmente por el expresidente Donald Trump, fue vuelto a nombrar por Joe Biden para seguir dirigiendo la política monetaria de Estados Unidos por cuatro años más.
La confirmación de Powell y los señalamientos de movimientos financieros con información confidencial por parte de su segundo al mando llegan en un contexto bastante delicado. La inflación en el país está en el punto más alto en los últimos 40 años y muchos están cuestionando la falta de acción por parte de la Reserva Federal para controlar el alza de los precios al consumidor. Precisamente en su audiencia de confirmación en el Senado, Jerome Powell afirmó que su enfoque de ahora en adelante será controlar la inflación a través de alzas en la tasa de interés durante el 2022.
Otras renuncias previas, ¿problema sistemático?
La credibilidad del banco central estadounidense está en riesgo por el comportamiento de algunos funcionarios que habrían puesto sus intereses personales por encima de los intereses de la economía, coinciden varios analistas. Y es que, además de Clarida, Robert Kaplan, expresidente de la oficina regional de la Reserva Federal en Dallas y Eric Rosengren, expresidente de la oficina regional en Boston, también renunciaron por casos similares en septiembre de 2021.
Reportes financieros muestran cómo Kaplan movió millones de dólares en acciones de firmas petroleras durante el 2020 presuntamente utilizando información privilegiada que lo habría beneficiado. Por otra parte, Rosengren invirtió en fideicomisos de bienes raíces mientras se establecía la política de la Reserva Federal sobre compras de valores respaldados por hipotecas que benefició al mercado inmobiliario.
“No existe una razón ética o financiera justificable para que Clarida o cualquier otro funcionario del Gobierno se involucre en estas maniobras de mercado cuestionables mientras tienen acceso a información no pública y autoridad sobre decisiones que tienen impactos extraordinarios en los mercados y la economía”, escribió la senadora Elizabeth Warren, quien hace parte del Comité Bancario del Senado y quien le escribió una carta al presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (SEC), Gary Gensler, solicitando una investigación.
Para Peter Conti-Brown, profesor de estudios jurídicos y ética empresarial en la Universidad de Pensilvania, simplemente ningún presidente regional del banco central o un miembro de la junta de gobernadores debería tener participación en bolsa.
La respuesta de la Reserva Federal
En su audiencia de confirmación en el Senado, Jerome Powell resaltó que la Reserva Federal está revisando su reglamento interno porque “claramente no está funcionando” y está considerando una prohibición total de compras de acciones individuales. Además, el organismo de control del Gobierno de la Fed está investigando las operaciones realizadas por los funcionarios en 2020.
Entretanto, Lael Brainard, actualmente miembro de la junta de gobernadores de la Reserva Federal, será la que reemplace a Richard Clarida como subdirectora del banco central estadounidense si el Congreso termina aprobando su nombramiento.